viernes, 1 de julio de 2016

La hija del sepulturero - Ana Rosenrot



Título: La hija del sepulturero
Autora: Ana Rosenrot
Publicación: CIMS, marzo de 2013
Páginas: 360

Soledad siempre ha sido retraída, solitaria y extraña. Desde que nació tuvo que soportar los desprecios y las crueles burlas de los niños por ser la hija del sepulturero, pero ella tiene un secreto: sabe siempre quién será el siguiente en morir en el pueblo.

Entre los bosques, montañas y brumas se ocultan los secretos y mentiras de Santa Mariña d’Osbes, un pequeño pueblo del interior de Galicia de principios del siglo XX. Sus habitantes viven aislados en su propio mundo, aferrados a creencias ancestrales y conviviendo con las leyendas y costumbres que rigen sus vidas, preocupados por mantener las apariencias en un lugar donde todos tienen algo que ocultar.

Rodeada por una familia encerrada en sus propias miserias, Soledad se refugia en el cementerio donde se encuentra más acompañada. Allí conoce los secretos que los vivos se han llevado a la tumba y contempla sus espíritus que pasean de noche por el cementerio. Su vida cambia cuando inicia una tormentosa relación con el hijo del cacique local que saca a flote los conflictos internos de ambos jóvenes.

Soledad vive entre el mundo de los vivos y el de los muertos confundiéndose entre ambos hasta que llegará un momento en que ni ella misma sabrá a cual pertenece.

Mis impresiones

De Ana Rosenrot he leído anteriormente Las hadas sin corazón y Secretos en Venecia, dos novelas que me gustaron mucho por su intriga, la estupenda ambientación que la autora recreaba en ellas y sus personajes. Por eso me lancé a la lectura de La hija del sepulturero, una novela en la que he encontrado ese estilo propio de la autora que me hizo disfrutar anteriormente pero que nos cuenta una historia que no tiene nada que ver con las anteriores

Soledad, o Soliña como suele llamarle su padre, es la hija del sepulturero; tiene once años y vive en un casa pegada al cementerio en Santa Mariña d´Osbes, un pequeño pueblo en el interior de Galicia. Allí la familia de Soledad vive aislada del resto de los vecinos del pueblo, quienes se dejan llevar por las supersticiones y las leyendas ancestrales además de estar demasiado preocupados en guardar sus propios secretos.

Soledad nació el día de los difuntos y quizás por eso es una niña especial. NO solo es capaz de predecir la muerte de las personas sino que además ve los espíritus que transitan por el cementerio. Pero esto no le da miedo ya que es su lugar preferido para jugar. Allí encuentra la paz de la que no disfruta cuando está en el colegio ya que la niña no tiene amigos y todos los demás se burlan de ella y la humillan.

La hija del sepulturero ha sido una novela diferente a mis anteriores lecturas de la autora. Aunque conserva muchas de las características de sus predecesoras no es una historia conducida por la intriga de crímenes ni culpables que encontrar. NO por ello he disfrutado menos con la historia ya que en esta novela he encontrado secretos y dramas familiares, historias de amor, resentimientos del pasado, una ambientación gótica, un poco de misterio, un toque paranormal y una buena recreación el contexto en que se desarrolla la historia.

Los personajes están muy bien retratados y cada uno de ellos nos irá infundiendo distintos sentimientos. Por Soliña solo podemos sentir lástima y ternura. Una niña marcada por el trabajo que desempeña su padre. Humillada en el colegio y tratada en casa por su madre con poco cariño tendrá que buscar afecto fuera de su hogar.  Poco a poco veremos como este personaje crece y evoluciona. Amalia, su madre, es una mujer dura, fría e implacable que ha visto como su vida caía en la miseria más absoluta tras ocurrirle ciertas desgracias. Macías, el padre de Soledad, es un pobre hombre que vive a expensas de los deseos de Amalia con miedo de enfrentarse a ella. Alrededor de la familia hay otros personajes que tienen su importancia y su debido lugar en la historia como Xaime, Xaquin, Neves o Milagres por ejemplo. Son secundarios que también están muy bien construidos.

Algo que me ha gustado mucho de esta novela es la atmosfera que consigue la autora, muy misteriosa y oscura. La novela tiene un toque paranormal y gótico con el cementerio, los espíritus que lo transitan y la niña que tiene ese don tan especial. La acción se desarrolla en un pueblo gallego ficticio (al que la autora llama Santa Mariña d´Osbes) a principios del siglo XX en donde se respira un ambiente muy particular. Es un municipio pequeño donde las creencias, las supersticiones y las tradiciones marcan la vida de sus vecinos. Todos quieren que sus secretos más oscuros, porque la mayoría tiene algo que ocultar, queden vedados por el silencio. Ana Rosenrot nos muestra con gran detalle cómo se vivía en aquel momento y en aquel lugar realizando un retraso muy exacto de la sociedad del momento. El lector puede sentir la misma presión social, la exclusión y la soledad que vive Soliña.

En este contexto las mujeres tienen una importancia vital como conocedoras de los secretos de la naturaleza y del cuerpo de la mujer. La novela comienza con el velatorio de Piedade, la abuela paterna de Soliña. Una especie de curandera a quien las mujeres acudían para resolver ciertos asuntos incómodos por los que no podían acudir a médicos y que en caso de salir a la luz serían deshonrosos. Y su poder viene precisamente de guardar los secretos de los demás y poder usarlos en beneficios propios.

La hija del sepulturero es una novela que además de estar muy bien narrada se lee con gran fluidez y agilidad. Da los detalles justos para ambientar perfectamente la novela, crear imágenes al lector y dar a conocer a sus personajes sin caer en aportar información ni circunloquios innecesarios en la trama. Su trama avanza a un ritmo sostenido manteniendo siempre al lector interesado.

Conclusión

La hija del sepulturero es la conmovedora historia de una niña a quien la sociedad rechaza y se perderá entre el mundo de los espíritus. Una novela en que destacan la firme construcción de sus personajes y un excelente ambientación tan oscura e inquietante.Principio del formulario
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