Autora: Sarah Butler
Publicación: Duomo ediciones, marzo de 2014
Páginas: 320
Alice regresa a Londres para acompañar a su padre en sus últimos días. Herida por la ruptura con el hombre con el que creyó que se casaría, inicia un viaje de retorno a una ciudad que alberga tantos destinos como historias en común. Allí se encontrará a Daniel. Ella no sabe que observar detenidamente las estrellas y hacer listas son cosas que comparte en la soledad con este hombre que vaga por las calles y deja mensajes codificados en las esquinas y parques con la ilusión de reencontrarse con su hija perdida, deseando decirle todas las palabras que su corazón alberga y que tal vez pronto tendrá el valor de expresarle. Una historia sobre los amores perdidos y reencontrados; sobre los verdaderos colores de las emociones y el poder de los lazos que nos unen. Una emotiva y poderosa novela sobre un padre y una hija que no se conocen pero que todavía pueden aprender a amarse.
Mi experiencia con la novela
Diez cosas que he aprendido del amor es la ópera prima de la inglesa Sarah Butler y parece ser que no ha podido tener mejor comienzo en su carrera literaria ya que ha sido traducida a doce idiomas. Con un título así me da la sensación de que no existe mucho margen para llevarse impresiones equivocadas y la imagen que ofrece este libro no engaña. Se trata de una novela de carácter intimista que nos habla del amor en diferentes facetas, estados y registros. El amor, que es uno de los grandes baluartes de nuestro tiempo, se mueve y rige de forma definitiva nuestras vida, como les ocurre a los personajes de esta novela.
Al comienzo de la historia conocemos a Alice, una joven treintañera que tras algunos meses viajando por Mongolia se ve obligada a acudir a la casa familiar en Londres para acompañar a su padre en los últimos días de vida que le quedan. Para Alice el regreso es muy doloroso ya que con su retorno a la ciudad también regresan los fantasmas que pretendía espantar en su huida hacia el exterior. No es más que el recuerdo de una relación amorosa que ella pensaba eterna pero que terminó en fracaso. Allí se enfrentará a una extraña relación con su padre que nunca fue tan fuerte ni intima como la que sus hermanas consiguieron establecer con él y a cuestionarse si realmente él también la quiere a ella.
También conocemos a Daniel, un indigente que vive en la calle desde hace casi treinta años. Su vida ha estado marcada por la caducidad de las cosas o personas que pasaban por su vida de manera que nunca permaneció mucho tiempo al lado de una mujer o logró conservar uno de sus numerosos empleos durante mucho tiempo. Pero ahora a punto de cumplir los sesenta años y con la salud a punto de resquebrajarse solo es capaz de mantener una idea fija en la cabeza. Encontrar a la hija que una día abandonó.
Estos dos personajes no comparten nada. Sus vidas son completamente ajenas pero un encuentro entre ambos personajes cambiará sus formas de concebir la vida y el amor. Quizás juntos puedan sanar aquellas heridas que no terminan de cerrarse y descubrir que hay vínculos tan fuertes que son indestructibles.
Diez cosas que he aprendido del amor es una conmovedora novela de corte intimista y llena de emociones en la que poco a poco nos vamos sumergiendo en las vidas de sus dos personajes principales para conocerlos a fondo. Dos personas, Alice y Daniel, que tienen pocas cosas en común pero cuyo encuentro será revelador para ambos. En cierto modo a raíz de ello se produce un regreso al pasado y el descubrimiento de un gran secreto que ha tenido diversas consecuencias en sus vidas hasta el punto de cambiarlas por completo.
Alice es la mayor entre tres hermanas de una familia monoparental ya que su madre murió en un accidente de tráfico cuando ella era tan solo una niña de cuatro años. Tras perder a su madre nunca volvió a sentirse a gusto ocupando su lugar entre el resto de los miembros de la familia ya que aunque con sus hermanas la relación era muy normal con su padre nunca tuvo un vinculo afectivo comparable al que mantenía con ellas. Daniel sin embargo, es un personaje que no tiene raíces en ningún lugar. Su hogar son las calles de Londres donde vive pero esto ha sido una elección propia más que una consecuencia de sus circunstancias. Nunca pudo olvidar al amor de su vida con quien tuvo una hija pero en el momento adecuado no tuvo el valor para convertirse en un padre de familia con rumbo fijo y terminó huyendo.
La novela nos habla de las relaciones familiares y sobre todo centrada en padres e hijos, de la necesidad de enfrentarse a los problemas, de la importancia de las segundas oportunidades, del dolor que provocan las rupturas sentimentales y el sentimiento de abandono, de recuerdos dolorosos y decisiones equivocadas pero también una reflexión sobre el verdadero lugar en que se encuentra nuestro hogar y las personas que lo convierten en ello.
La novela está narrada a través de dos voces que se corresponden a sus dos protagonistas y que en primera persona y de forma muy cercana y personal van construyendo los cimientos de esta historia. Más que hacia el exterior ambos relatos parecen verterse hacia el interior de los mismos personajes como si se tratara más bien de conversaciones interiores o monólogos. El estilo con el que cuenta Sarah Butler está desnudo en artificios y resulta muy delicado y sutil. Pretende enfatizar las relaciones y sentimientos sobre las acciones y aunque no es una novela de gran acción se lee con una gran agilidad en parte gracias a su estructura y la gran cantidad de diálogos que contiene. Sí que es cierto que el tono melancólico que la autora le imprime le da un aire de tristeza para terminar sin deshacerse de ella aunque con un mensaje esperanzador. Quizás algo predecible tanto en su desarrollo como en su final no llega a sorprender en ningún momento pero deja un buen sabor de boca.
Formalmente la novela se estructura en diversos capítulos no numerados que suelen presentar divisiones interiores las cuales separan diferentes escenas. Intercaladas en la narración hay una serie de listas que los protagonistas confeccionan y que hacen una referencia directa al título de la novela. En ellas se recapitula sobre sentimientos, sensaciones o estados de ánimo como las diez cosas que Alice planea decir a su padre antes de que sea demasiado tarde.
Conclusión
Diez cosas que he aprendido del amor es una emotiva novela que nos habla de las complejidades que rigen las relaciones familiares, con una excelente ambientación en Londres (no lo he dicho pero la ciudad parece un protagonista mas en la novela) y un estilo narrativo tan sutil y elegante como agradable. Una buena apuesta si se elige en el momento adecuado.