Título: El ladrón de suspiros
Autor: Gonzalo Fleitas de Miguel
Publicación: Autopublicado, marzo de 2013
Páginas: 207
¿Qué harías si el destino te diera la oportunidad de acceder a los secretos más profundos de una persona a la que ni siquiera conoces?
En un amanecer parisino, Ángel Carvajal recibe una noticia que hace que su propia vida deje de tener sentido. Al regresar a España, toma por error una maleta equivocada en el aeropuerto. La decisión de abrir esa maleta supone el punto de partida de su obsesión por Andrea, una mujer a la que hasta ese momento ni siquiera conoce.
Ese es el inicio argumental de El ladrón de suspiros, la historia de una obsesión irracional que desata una espiral de acontecimientos que incluye asesinatos y sucesos sorprendentes sin aparente explicación lógica, que sólo sobran sentido en un trepidante final. Un sanatorio donde se reparan juguetes antiguos y artesanales es el escenario central de una trama que reflexiona sobre la locura, el peso de la culpa o el miedo ante un destino conocido. Una narración desasosegante que ahonda en el pasado de sus protagonistas y en la que casi nada es lo que parece.
En su segunda novela, Gonzalo Fleitas vuelve a sorprendernos al tejer una tela de araña en la que el lector queda atrapado, atraído por el misterio y la atracción morbosa de conocer los límites que puede llegar a sobrepasar una persona que desea dominar a otra.
Mi experiencia con la novela
El periodista sevillano Gonzalo Fleitas de Miguel, con la que es su segunda novela tras publicar El abrazo del alma (ganadora del V Premio Marca de Novela Deportiva), nos promete acción y misterio con una historia que pretende entretener y a la vez sorprender al lector. La portada es un aspecto del libro que ya me ha llamado mucho la atención. Me parece muy evocadora y atractiva.
Se trata de una novela autopublicada en la que el autor asume todos los riesgos tanto en la elección del formato y la maquetación como en la parte económica. Sin una editorial detrás es él mismo quien se encarga de la complicada tarea de la difusión y la distribución de la obra que se realiza de forma integra a través de la red.
Ángel Carvajal acaba de regresar de un viaje a París que hubiese resultado fantástico si no fuera porque su estancia allí le ha deparado una de las peores noticias que podría haber recibido. Los cuatro días que pasó allí resultaron ser idílicos visitando y disfrutando una ciudad que le había enamorado desde el mismo momento en que llegó, Notre-Dame, el Louvre, el Sena, las calles de Montmartre o Versalles resultan ser maravillosas para cualquier turista y él se dejó seducir por completo. Además se lleva el recuerdo de una aventura breve pero intensa con una mujer excepcional.
Ya de regreso y en su hogar percibe que se equivocó de maleta en el aeropuerto y que la que tiene delante pertenece a otra persona. Tras una leve duda inicial decide abrirla y explorar su contenido. En su interior encuentra ropa y algunos objetos pertenecientes a una mujer pero todas esas cosas cobran identidad cuando oculto en el forro de la maleta encuentra el diario de su propietaria que comienza a contar su historia desde casi una decena de años atrás.
A partir de ese momento Andrea, una joven artista que trabaja restaurando juguetes rotos, entra en su vida de forma obsesiva. Sus pertenencias esparcidas en la casa se convierten casi en un objeto de culto y el diario una referencia para conocerla de forma íntima y averiguar sus últimos movimientos. Andrea se presenta como una joven rebelde y soñadora que tuvo que abandonar su hogar de forma precoz por no encontrar compresión en un hogar regido por un padre severo y autoritario. Fuera de casa y sin dinero se vio obligada a buscarse la vida hasta que encontró a Pedro, el propietario de una juguetería que la acogió como a su propia hija, le dio trabajo y le enseño el arte de restaurar juguetes dañados. Gracias a las anotaciones de la muchacha que se remontan a su adolescencia se hace un perfil muy claro de ella y consigue encontrar su paradero actual. Momento en el cual su vida da un giro inesperado y los acontecimientos se precipitan hacia la fatalidad.
El protagonista de la historia y alrededor del cual gira toda la historia es Ángel Carvajal, que tras recibir una inquietante noticia durante su viaje a Paris deja de encontrar sentido a su existencia. Desorientado y abrumado por esta circunstancia decide abandonar su trabajo y se recluye en el oscuro apartamento en el vive. Sin ningún objetivo próximo ni concreto los días pasan entre la soledad y la ociosidad de quien no tiene nada que hacer. Pero un hecho tan simple como el equivocar su maleta pone su vida del revés. Todo su interés se desborda cuando Andrea entra en su vida y por fin el protagonista se marca un objetivo. Ángel es un hombre con multitud de caras y una gran complejidad psicológica que provoca distintas sensaciones en el lector. Es un personaje mezquino, inestable, sin escrúpulos, capaz de hacer cualquier cosa que no está confeccionado para agradar ni empatizar con el lector sino para provocar su angustia e inquietud. Podemos sentir rechazo ante algunos de sus comportamientos o en el fondo, entenderle de alguna manera, porque está definido a la perfección.
Os decía al principio que la historia promete acción y suspense y desde luego esta historia la cumple con creces. Gonzalo Fleitas es capaz de enganchar al lector desde la primera hasta la última página presentando, en una novela de corta extensión, numerosas incógnitas y ciertos hechos y circunstancias que no comprenderemos hasta finalizar la misma. El ladrón de suspiros es una historia perturbadora que explora el lado más oscuro del ser humano, mostrándonos que hay ciertos límites que una mente enferma puede sobrepasar y mezclando de forma muy intensa el amor, la obsesión, los celos. Para ello construye una vibrante e inquietante trama donde el lector visualizará actos como el acoso, asesinatos y persecuciones.
La historia se estructura en trece capítulos no muy extensos más un epílogo. Cada uno de estos capítulos comienza con una cita extraída de la letra de diferentes comparsas de Cádiz salvo el primer capítulo que comienza con una de Joaquín Sabina. Ninguna de ellas está elegida de forma arbitraria sino que tienen una estrecha relación con el contenido del capítulo sin adelantar nada de forma innecesaria.
El estilo narrativo del autor es cuidado, ágil, fluido y conciso, con un amplio y buen vocabulario y una sintaxis muy correcta en el que predomina claramente la narración sobre los diálogos y en el que otorga especial relevancia a los detalles y a cada una de las acciones que lleva a cabo el protagonista. La historia es narrada de forma lineal y en primera persona por su protagonista, salvo contadas ocasiones en que retrocede en el tiempo para introducir fragmentos del diario de Andrea, lógicamente están narrados por ella misma.
El ritmo de la novela es trepidante, con muchísima acción y de forma que se presentan continuas situaciones que generan intriga y que nos impiden dejar el libro a un lado. En ella encontramos momentos de máxima tensión que nos van sorprendiendo, que nos angustian y nos impactan. Además hace un uso bastante significativo del componente onírico, ofreciéndonos información adicional a través de los sueños del protagonista.
No será hasta el último tramo del libro cuando comienzan a desvelarse todos los interrogantes que se van presentando a lo largo de la misma. El lector por fin podrá conocer que sucedió en París y como ha influido sobre el comportamiento de Ángel. Las últimas páginas son de infarto para llegar a un desenlace bien elaborado, coherente e ingenioso. De esos que quedan rondando en la memoria durante unos días.
Conclusión
El ladrón de suspiros es intenso y sorprendente thriller que os recomiendo si os gustan las novelas con acción, con numerosos interrogantes que se presentan durante su lectura y con un final tan adictivo como sorprendente. Una novela que se lee del tirón y que engancha de forma irremediable.