Título: Ashford Park
Autora: Lauren Willing
Publicación: Espasa, mayo de 2013
Páginas: 427
Clementine
Evans siempre ha admirado a su abuela Addie: disfrutó de un matrimonio
perfecto, tuvo tres hijos y una carrera profesional de éxito en una época en la
que pocas mujeres la tenían. Pero cuando la familia se reúne para celebrar los
noventa y nueve años de la abuela, un pariente la desconcierta con
insinuaciones acerca de un secreto de familia largo tiempo sepultado que afecta
directamente a Addie y que podría cambiarlo todo...
Cuando sus
padres mueren, Addie, de tan solo seis años, se traslada a Ashford Park, la
gran mansión inglesa de sus aristócratas tíos. Allí crece, en el apogeo de la
sociedad eduardiana, pero en realidad siempre siente que no pertenece a ese
lugar. Su hermosa prima Bea se convierte en su amiga y aliada. Pronto, una
guerra cambia la faz de Europa de manera irrevocable, afectando también a Addie
y a Bea y a todos los que están a su alrededor, en particular al fascinante y
atractivo joven que está empezando a salir con Addie. ¿Qué sucede cuando
aparece finalmente algo que no se puede compartir?
Mi experiencia con la novela
A pesar de que
Lauren Willig tiene un amplio bagaje como escritora y sus libros se han
convertido en best seller en Nueva York, su ciudad natal, no ha sido hasta la
publicación de su último título que esta autora ha llegado hasta nuestro país.
Ashford Park es una historia que disfrutaran aquellos lectores que tengan predilección
por las sagas familiares donde la autora construye alrededor de los personajes
una gran historia de amor con cierta dosis de dramatismo y mucha intriga.
Secretos familiares, amistad, celos, sentimientos no correspondidos hacen de esta
novela una buena elección para los amantes del género.
La trama se compone
de dos historias entrelazas que unen pasado y presente a lo largo de casi cien
años en una misma familia. En 1999,
Clementine Evans, a quien su familia llama cariñosamente Clemmie, es una
abogada de éxito que a sus 34 años se ha visto obligada a sacrificar el amor en
pos de su brillante y prometedora carrera en un bufete de Manhattan del cual
espera ser socia en un futuro próximo.
Siempre ha mirado de forma idílica la vida de su abuela Addie, una mujer
que disfrutó de un matrimonio perfecto y que supo combinar a la perfección con una carrera de éxito como
escritora. Sobre todo porque ella no ha logrado hacer lo mismo y su reciente
ruptura con su pareja la trae de cabeza. Pero
en la fiesta de celebración de su nonagésimo noveno cumpleaños, Clemmie
descubre que nunca llegó a conocer la verdadera vida de su abuela ni quien fue
realmente cuando su tía le insinúa que en la familia hay secretos que ella no
conoce. Es entonces cuando se propone desenterrar el pasado.
La otra línea argumental nos sitúa en Londres a
principios del siglo XX, cuando Addie llega a Nairobi en Kenia, para
reencontrarse con su prima Bea después de cinco años en los que prácticamente
no habían tenido contacto. Pero pocas páginas después dentro de esta línea y
remontándonos a 1906 cuando descubrimos como Addie, con tan solo nueve años, pierde a su padres en un accidente de tráfico
y su tutela es encomendada a un tíos que viven en la mansión Ashford Park. Si
bien para su tía no es más que un gran incordio por sus modales rudimentarios y
su origen humilde, su prima Bea la recibe como una hermana y las dos muchachas
crecen con un vínculo que parece inquebrantable aunque unos años más tarde la
segunda guerra mundial no solo cambia el mundo sino que las dos muchachas
cambian de forma irremediable. Dos mujeres muy distintas, una chispeante y
atrevida y la otra apocada y tímida que competirán por el amor de un mismo
hombre.
Como es habitual en
este tipo de historias los personajes femeninos son lo que llevan la batuta y
en los cuales se centra todo el interés. Existen personajes masculinos
bosquejados de forma somera en favor de los femeninos los cuales están construidos
de forma sólida, carismática y atractiva. Clemmie es una mujer de hoy que casi
obsesionada con el trabajo y conseguir una brillante carrera ha descuidado
otros aspectos de su vida, inclusive conocer la historia de su familia y
renunciar a un compromiso matrimonial. Aunque Addie es un personaje común en
los dos hilos temporales prácticamente no la conoceremos en la actualidad pero
si nos haremos una clara idea de su infancia en el castillo y su juventud. Una
mujer con firmes ideales y un corazón enorme que tuvo que adaptarse a sus
circunstancias y luchar por independizarse y no sucumbir, en aquella época, a
la idea de la comodidad de un matrimonio por interés. Junto a las indudables
protagonistas me gustaría resaltar la figura de Bea, prima de Addie, una mujer
arrebatadora, elegante y glamurosa que atrae la atención allá donde va. Un personaje
complejo que consigue brillar en todo el relato. De clase aristocrática se casó
con un hombre adecuado a su posición pero no a su corazón lo que le lleva a
tomar ciertas decisiones que van marcando su vida.
A parte de los
personajes uno de los puntos fuertes de esta novela es la excelente
ambientación de cada uno de los escenarios en que se desarrolla la historia. La
parte más actual se desarrolla en las calles de Manhattan. Un escenario común
entre el pasado y el futuro es la ciudad de Londres que comparten dos de sus protagonistas,
Clemmie y Addie, aunque en épocas distintas. La primera para conocer la ciudad que
es hoy y la segunda para mostrarnos una sociedad clasista, rígida, donde los
convencionalismos sociales de principios del siglo XX son primordiales y el
papel de la mujer queda relegado a un segundo plano inactivo. Fiestas y
presentaciones de la alta sociedad, modales inmaculados, lujo y esplendor que
esconden decadencia e hipocresía. También hay una parte que se desarrolla en
Kenia situada en una plantación de café que aporta cierto aire exótico a la
novela.
Un punto esencial
en la novela y que actúa como elemento desencadenante de ciertos sucesos es la
Segunda Guerra Mundial que en la novela la autora no desarrolla pero cuyas
consecuencias son esenciales para los personajes ya que cambian su forma de vida
y sus pensamientos. Para ello posiciona a sus dos protagonistas de forma clara
y antagónica. Mientras Bea, criada en la opulencia, observa ajena el cambio que
el mundo vive en el momento sin preocuparse ni pensar en las consecuencias,
Addie se involucra en el sufrimiento que conlleva la guerra y contribuye
trabajando como enfermera.
Aunque el comienzo
de la novela no es un alarde de originalidad pasadas pocas páginas la trama va
adquiriendo interés y los sucesos y emociones que van surgiendo captan
completamente el interés del lector. En esta historia se repiten ciertos
elementos que son comunes a este tipo de novelas y ya los hemos visto en más de
una ocasión, como ejemplo me gustaría citar la abuela que enferma y desencadena
el interés de uno de sus familiares que comienza a tirar del hilo y descubrir
que fue de su vida.
Quizás el final no pertenezca al grupo de esos que leemos con el
corazón en vilo, pues la autora no se juega la baza en la última página y va desentrelazando
poco a poco los secretos aunque reservando una sorpresa para un final que viene
siendo previsible conforme se acerca.
La autora cuenta
con una prosa firme, cuidada, creando una buena ambientación sin extenderse en
tediosas descripciones y manteniendo un ritmo uniforme a lo largo de toda la novela.
Es capaz de enlazar el presente con el pasado de forma coherente y aunque el
interés se centra en la historia pasada también tiene algo que contar algo
alrededor de Clemmie. Aunque en algunas partes me ha dado la sensación de que
la autora se precipita y los acontecimientos se desarrollan de forma demasiado rápida
dejándonos la sensación de que nos quedamos con ciertas lagunas en la historia
o escenas que nos hubiese gustado conocer.
Conclusión
Ashford Park es una buena elección para aquellos que disfruten de las sagas familiares.
Se trata de una historia bien narrada, con personajes interesantes, ricos en
matices y atractivos que se lee de forma placentera y que deja un buen regusto
en el lector.