Título: Lo que moja la lluvia
Autora: Adriana Abenia
Publicación: Espasa, abril de 2013
Páginas: 275
Tras publicar su
primer libro, Cecilia, una joven incapaz de librarse de los demonios de su
pasado, recibe la inesperada oferta de un misterioso editor francés: escribir
su segunda novela en un apartamento a su disposición en el corazón de
París.
Impulsiva, Cecilia
acepta. Para su sorpresa, una vez allí, descubre que el piso es una réplica
exacta del que aparece en su novela y que el editor es su vecino, un hombre que
le atrae mucho pero que, por algún extraño motivo, despierta en ella temores
dormidos y abre una vieja herida que se resiente con la lluvia.
Mi experiencia con
la novela
A muchos de vosotros os sonara el nombre o la cara de
Adriana Abenia por sus trabajos como
periodista en conocidos programas de televisión. Lo que
moja la lluvia es su primera incursión en el mundo literario y según la
propia autora ha desvelado fue concebida en una noche de insomnio. No veo la
televisión demasiado pero las escasas ocasiones en las que me he encontrado con
algunas de sus apariciones en la pequeña
pantalla me ha dado la impresión de ser una persona con mucha simpatía y
desparpajo y esta es justo sensación que me ha dejado su opera prima.
Lo que moja la
lluvia es un libro ligero, entretenido y con cierta magia pero que a pesar
de ello cuenta con un elemento fundamental y es la compleja psicología de los
personajes. Cuando hablo de magia no me refiero a ella en el sentido de que la
novela contenga fantasía ni elementos sobrenaturales y más tarde, cuando os
hable en profundidad sobre ello, lo entenderéis.
La novela comienza narrándonos un episodio que vivió su
protagonista, Cecilia, cuando tenía trece años de edad y, como era habitual, la
familia pasaba sus vacaciones de verano en un pequeño pueblo de la Costa
Dorada. Hasta ese momento su infancia había sido feliz dentro de una familia bienvenida
y marcada por recuerdos placenteros. Pero este verano algo sucede que la hizo
cambiar definitivamente y perder la inocencia de forma brusca. Las
consecuencias psicológicas de este incidente han sido determinantes para
construir su futuro.
Quince años más tarde, Cecilia es periodista y lleva viviendo
dos años en el pequeño pueblo ibicenco
de Santa Agnes de Corona, un lugar tranquilo donde ocupa una casa payesa
propiedad de su amiga Valerie. Ha elegido este idílico paisaje para escribir su
primera novela titulada Lo que moja la
lluvia que ambientada en París y ya publicada está cosechando un éxito
considerable. En ella, Cecilia, ha creado un personaje muy especial, Ada, que
representa todo lo que a ella le gustaría ser pero que no es capaz y a través
de la cual narra en la novela algunas de
sus vivencias personales y episodios significativos en su vida.
Cuando un importante editor francés le propone un
interesante contrato en París para escribir la que será su próxima novela casi
sin pensarlo acepta. Se trata de una oportunidad única que está dispuesta a
aprovechar y sacar el máximo partido. La editorial le ofrece un piso que podrá
ocupar durante su estancia en la ciudad de la luz. Pero las sorpresas no hacen
nada más que comenzar cuando descubre atónita que es una réplica perfecta del ático
que ocupaba Ada, la protagonista de su libro.
Hasta ese momento el libro es agradable y entretenido
pero lo más interesante comienza a suceder cuando Arnau, el editor, que además
es su vecino entra en escena. Es un tipo
muy atractivo de mirada enigmática que quiere sacar de Cecilia lo mejor de sí
misma y que todo sea volcado en la historia que ha de escribir.
Mientras el personaje de Cecilia está perfectamente definitivo
y desde el principio conocemos tanto sus sensaciones como su forma de vida, el
personaje de Arnau se nos muestra rodeado de un halo de misterio que le hace tan
atractivo como desconcertante. Ella está marcada por la experiencia traumática
que le ocurrió a los trece años, y aunque la autora no la desvela en principio,
el lector la puede intuir. De ella se desprende el miedo y el rechazo a los
hombres. El carácter de Arnau sin embargo es voluble, extraño. Tan pronto se
muestra hablador y afectuoso como distante y frío lo que causará distintas
sensaciones en Cecilia.
La relación que se establece entre ambos personajes es oscura
y perturbadora. Cecilia siente una atracción inmediata por el editor que a la
vez le causa cierto temor y le trae como recuerdo viejos fantasmas del pasado. Aún
así sólo desea estar a su lado. Entre ellos se construye un juego psicológico
que crea una atmosfera inquietante en el lector.
Con un tono intimista la autora trata el tema de la
infancia a través de los constantes recuerdos de su protagonista y como afecta
esta época de forma determinante al desarrollo personal. La protagonista está
cargada de miedos a los que deberá enfrentarse y que manifiesta a través de
diversos sueños y en los que a veces se confunde el mundo onírico con la
realidad.
La historia está narrada, en primera persona, a través de su protagonista con un lenguaje
claro, cercano y pulcro. Frases cortas y directas. Adriana Abenia ha puesto un cuidado
especial a la hora de describirnos los ambientes y enfatizar los pequeños detalles
que rodean la historia. Esta minuciosidad crea un ambiente que desprende cierta
magia y con cierto toque bohemio. París es una ciudad muy atractiva y la autora
sabe aprovechar tanto este escenario como el ático donde vive la protagonista
para infundir melancolía y desasosiego en el lector. Un detalle que no quería
dejar de comentar es que la novela cuenta con cierto lirismo, hay muchas frases
que contienen bonitas metáforas pero también hace un uso excesivo de los
adjetivos. Prácticamente cada sustantivo lleva una cualidad asociada lo que
engrosa en ocasiones innecesariamente la novela.
Durante toda la novela se mantiene cierto misterio. El
lector puede predecir que algo va a ocurrir pero sin adivinarlo hasta llegar a
un desenlace que puede tener varias interpretaciones y que deja una sensación
de inquietud.
Conclusión
Lo que moja la
lluvia es una novela que sorprende tanto en su forma como en su contenido.
Amena, entretenida, que se lee con mucha facilidad pero también inquietante y con
un desenlace curioso. En ella encontraremos amor, pasión, recuerdos de infancia
y cierto toque de oscuridad.