Título: La hipnotizadora
Autora: Barbara Ewing
Publicación: Suma de letras, 2012
Páginas: 424
Pero cuando todo parece ir mejor que nunca, comienza a sucederse una serie de acontecimientos que hace que Cordelia vuelva los ojos al tortuoso pasado que la atormenta, unos acontecimientos que las vincularán con un escándalo que puede arruinarlas y destruir todo lo que aman.
En el contexto del Londres victoriano, en medio de la parafernalia y la tramoya del mundo del espectáculo, Barbara Ewing nos brinda una historia de revelaciones y misterios, en la que además refleja vivamente el regusto de una época ampulosa, hermosa y mágica como la del teatro londinense del siglo XIX.
Mi experiencia con la novela
Desarrollada en Londres en el año 1838 la historia nos narra cómo sus dos protagonistas, Cordelia y Rillie, pierden sus trabajos como actrices y se ven obligadas a ganarse el sustento de otra manera. Las dos mujeres ya han cumplido los cuarenta años, viven en una de las zonas más pobre de Londres y cada vez hay menos trabajo en el teatro para ellas.
Casi desesperadas y como última salida deciden montar un gabinete de freno-mesmerismo sobre cuestiones matrimoniales en donde aconsejarán a las jóvenes parejas antes de casarse y sobre todo ayudarán a descubrir a las muchachas jovenes las “complejidades” de la noche de boda. Cordelia tiene algunas nociones básicas porque observó como su tía Hester lo practicaba cuando ella era niña. Si en principio ambas mujeres son conscientes de que el consultorio no es más que un timo con el tiempo Cordelia se dará cuenta de que tiene un don especial para desarrollar la frenología y el mesmerismo, un tema que se ha puesto de actualidad en la sociedad y que levanta constantes discusiones.
Gracias a su delicadeza y habilidad, las consultas se convierten en todo un éxito. No pocos son los clientes que acuden a visitar a Cordelia en busca de sus consejos y pronto las mujeres cuentan con grandes ganancias que incluso les permiten establecerse en una zona mejor de Londres, con un elegante consultorio y una casa bonita. Pero todo se viene abajo cuando la protagonista se ve implicada en un asesinato que descubrirá ante la sociedad un pasado doloroso que ella desea ocultar a toda costa.
En mi opinión una de las mayores riquezas de esta novela es la construcción de los personajes. Atractivos, cercanos, sólidos y con diversas facetas. Aunque he nombrado a las dos amigas desde el principio realmente es Cordelia Preston a quien llegaremos a conocer mejor y quien destaca en la narración. Un personaje con una gran fuerza que conecta inmediatamente por el lector. Con una vida un tanto complicada y unas circunstancias personales dolorosas es un ejemplo de superación y humildad.
Resulta muy interesante cuando nos va contando su infancia, cuando vivía en un sótano con su madre, una actriz que se buscaba la vida como podía, y su tía Hester, una conocida y exitosa mesmerista y como ella absorbió algunos de los conocimientos de las dos mujeres. La autora también consigue emocionarnos con los dificultosos primeros años de juventud de Cordelia.
Todos los personajes que rodean a la protagonista están dibujados maravillosamente y la autora nos los muestra con sus debilidades, sus cualidades y sus defectos. Con la parte que les hace buenos pero sin obviar su lado más negativo. Amaryllis Spoons, a quien conocemos como Rillie, es otro personaje con bastante peso en la historia y que acompañara a la protagonista en todas sus andanzas. Además me gustaría destacar otros personajes que acompañan a estas dos mujeres. Monsieur Roland, que ayudará a Cordelia a desarrollar su don, Regina, obsesionada con los crímenes que narran los diarios baratos o la señora Spoons, madre de Rillie y que ha perdido totalmente la cabeza. Todos ellos resultan muy humanos y son capaces de infundirnos sentimientos.
Otro punto a destacar en la novela es la maravillosa ambientación con la que nos sorprende la autora. Nos encontramos en el húmedo y frío Londres casi a mediados del siglo XIX ofreciéndonos el modo de vida de la época, las formas de pensar, el limitado papel de la mujer en la sociedad, los tabúes sexuales, los privilegios de la alta sociedad y las dificultades de las clases humildes e incluso la lucha entre la medicina convencional y las diferentes opciones alternativas. Además da unas bonitas pinceladas sobre el mundo del teatro en aquella época.
Tras esta historia se esconde una crítica social, a las convenciones, a los prejuicios y la falsedad de una sociedad que juzga sin pruebas, a los escasos escrúpulos de la prensa que miente sin pudor con tal de tener una noticia suculenta.
Tengo que reconocer que hasta llegar a este libro no había escuchado nunca las palabras mesmerismo y frenología. Por si vosotros tampoco estáis al tanto el primer termino hace referencia a una especie de doctrina que trata de curar el dolor del cuerpo humano a través del traspaso de energía de una persona a otras (simplificando mucho, claro está) y que parece ser el origen del hipnotismo y el segundo termino designa una antigua teoría que defendía que a través de la forma de la cabeza se podía definir exactamente los rasgos de la personalidad. Dos conceptos que me han parecido muy interesantes y que me han obligado a indagar por la red.
A la hora de narrar la autora cuenta con gran versatilidad en cuanto al tono de la novela. Barbara Ewing juega constantemente con los sentimientos del lector, ofreciéndole por un lado escenas francamente emotivas, creando situaciones divertidas, aportando una dosis de intriga y todo ello narrado de forma amena, con un estilismo cuidado y mucha sutileza. Más o menos a mitad de la novela cambia la percepción y se vuelve quizás más oscura y menos desenfadada para enfatizar el drama que viven las protagonistas.
Conclusión
La hipnotizadora es una novela que recomiendo. Con un argumento apasionante donde cabe el amor, la venganza, el odio, la amistad, la fidelidad, la intriga. Narrada con pulso firme, con personajes que emocionan y se alejan de los clichés.