viernes, 11 de enero de 2013

Una familia feliz - David Safier


La familia Van Kieren no está pasando por su mejor momento. Cada uno de sus miembros se encuentra frustrado de una manera diferente y es incapaz de sentirse a gusto con los demás. Emma, la madre, roza la cuarentena y es la propietaria de una pequeña librería infantil que está a punto de irse a pique. Frank es el padre que tiene un trabajo que le absorbe demasiado y no le aporta nada. Ada es una adolescente que pasa por un momento complicado. La comunicación con sus padres está completamente rota, en el instituto apenas aprueba  y está empeñada en conseguir que el chico que le gusta le haga caso. Y el más pequeño de la familia, Max, es un muchacho introvertido que tiene dificultades con las relaciones sociales y prácticamente vive aislado en su mundo.

Pero no todo acaba ahí, porque tras una fiesta y gran discusión todos los miembros de la familia son hechizados por una bruja y se convierten en monstruos: una vampira, Frankenstein, la momia y el hombre lobo. Y es a partir de este momento cuando la familia se embarca en un precipitado y accidentado viaje para buscar la fórmula que les permita volver a ser quienes eran.

Mi experiencia con la novela

El escritor alemán David Safier se ha convertido en un conocido escritor de historias de humor. Desde que nos sorprendió con su ópera prima, Maldito karma, ha ido repitiendo una y otra vez esta fórmula que tantos libros le ha hecho vender. Los lectores han aceptado de maravilla sus publicaciones y la que es su cuarta novela, Una familia feliz, vuelve a presentar una historia imposible llena de fantasía y narrada, como siempre, en clave de humor.  Su siguiente novela, Muh!, ya ha visto la luz en Alemania, su país natal, y seguro que dentro de unos meses la encontraremos en las estanterías Españolas.
Las propuestas de David Safier no sólo son ideales para desconectar y evadirse sino que además suelen contener como trasfondo un tema delicado que invita al lector a reflexionar. Si las dos primeras giraban en torno al tema religioso, en esta ocasión el eje principal es la familia. Temas siempre muy tradicionales.
Si en sus novelas anteriores apostó siempre por una protagonista femenina, en este caso son cuatro los personajes principales en esta novela y alrededor de los cuales gira la historia. Cuatro miembros de una familia que están prácticamente enfrentados entre sí. Por diversos motivos, ya sea rutina, trabajo o desidia cada uno ha decido emprender un camino distinto al del resto. Pero cuando una bruja les convierte en monstruos la familia deberá permanecer unida para deshacer el hechizo.  Los cuatro emprenderán un largo viaje en el que quedará patente que ya no son una familia feliz.
Además viajarán acompañados de Cheyenne, una anciana que ha vivido mucho y Jaqueline, la típica abusona del instituto. En el camino se enfrentarán a problemas de diferente índole, situaciones disparatadas e incluso deberán conocer a otros monstruos.
Como os he dicho antes, Safier vuelve a emplear la misma técnica para narrarnos la historia. Sigue sin complicarse en cuanto al estilo de la prosa. Sencilla y directa aunque no por ello resulta simplona. Los diálogos abundan y se caracteriza sobre todo por su  agilidad y la gran cantidad de acción que conlleva la historia. Todo el relato está salpicado de situaciones disparatadas, imposibles y grotescas por las que tienen que pasar los protagonistas y que son el alma del relato. Cada uno de los capítulos en los que se divide la historia está narrado por los distintos personajes por lo que no sólo tenemos distintas visiones de los hechos sino que en todo momento sabemos cómo se encuentran los personajes y que va pasando por sus cabezas.
Al igual que hizo en Jesús me quiere se introducen a lo largo de la historia algunos dibujos que ilustra varias de las escenas y que considero son lo mejor del libro.
Aunque el desarrollo de la historia es totalmente surrealista, sus personajes, al menos lo que representan en torno al eje familiar, son modelos con los que más de uno se podría identificar. Con un estilo de vida y una problemática que se encuentra a la orden del día. En ninguno de sus libros de Safier se hace un profundo análisis psicólogo de ellos pero tampoco es necesario porque sabe infundirles la chispa necesaria para que el relato funcione. Son sarcásticos, descarados y con mucho desparpajo.
Maldito karma y Jesús me quiere me parecieron un soplo de aire fresco en la literatura del momento y su lectura incluso me arrancó alguna sonrisa que otra. Pero quizás sea porque el factor sorpresa y la frescura han desaparecido o porque no he cogido esta novela en el momento adecuado que su lectura no me ha dejado una impresión igual de positiva.

En el desarrollo del libro todas las situaciones que se producen me han parecido más forzadas y no tan hilarantes ni tan divertidas como las que sucederían en sus predecesoras. De hecho el libro no me ha procurado tantas sonrisas como cabría esperar. Sigue siendo una historia entretenida y divertida pero el nivel de humor me ha parecido bastante más bajo que en las primeras. Si las anteriores las leí en apenas un par de sentadas en esta ocasión he necesitado algo más de tiempo para finalizar la historia.
No es que la novela no me haya gustado, que en cierto modo, sí que lo ha hecho. El argumento me parece muy original y su lectura resulta divertida y me sigue pareciendo una buena opción a la hora de intercalarlos entre libros más extensos o de temática más complicada. En ella se sigue haciendo gala del buen humor y buen rollo que caracterizan todas sus obras pero me ha costado más encontrar su lado humorístico.
 A la vez es una historia que trata como trasfondo un tema muy serio. Los conflictos familiares que enfrentan a sus miembros. En ocasiones porque la comunicación se complica debido al estrés o el poco tiempo disponible, los conflictos con los adolescentes o la falta de seguridad que afectan

En el último tramo la novela se vuelve algo repetitiva, previsible y el interés argumental comienza a decaer para llegar a un final demasiado dulzón y evidente. Ninguno de sus libros se libra de la moralina final.
Conclusión
Una familia feliz ha sido una pequeña decepción para mí. Quizás esperaba algo más de la novela o quizá no era el momento adecuado. Me parece una novela recomendable para aquellos que disfrutaron con sus novelas anteriores.

Situaciones imposibles, disparatadas, humor, ironía y desparpajo es lo que encontraremos en esta novela aunque, para mi gusto, en dosis más comedidas que en las anteriores.