Los que me conocéis sabéis
de sobra que disfruto muchísimo con las novelas que tratan sobre el universo
femenino. Me gusta mucho asomarme a esas pequeñas ventanas de sus vidas, ver
cómo actúan y como se relacionan con los demás. Las mujeres de la familia Medina
no solo es la primera de la escritora andaluza María Fornet sino la última lectura
que me ha dado la oportunidad de, como digo, mirar a través de esas ventanas
ajenas.
Y además es una historia
donde la familia, otro de los temas que adoro en literatura, se entrelaza de
una forma fundamental. No podemos elegir nuestra familia, ya es algo que nos
viene impuesto aunque ¿podemos de alguna manera controlar la forma en que nos
relacionamos con ellos?
Seguramente Manuela Medina
no estaría muy segura de que contestar a esa pregunta. Hace bastantes años que
no tiene relación con los únicos familiares que le quedan cuando su prima
Estrella la llama para darle una mala noticia y requerir su presencia. Su madre
Dolores está a punto de morir y quiere encontrarse con ella.
De esta manera regresa al
hogar de su infancia. A la finca en Dos Hermanas en la que nació y creció y que
hace casi veinte años que no pisa. Sabe que su estancia allí no será fácil pero
la gravedad de la situación hace que sea algo de lo que no puede escapar. Poco después
de llegar descubre que quizás su prima y su madre hay algo no quieren que se
sepa…
Nos encontramos ante una
novela de secretos e intrigas familiares. Una novela que nos habla de las cosas
que en un momento dado nos vemos obligados por diversos motivos a esconder o a
tapar convirtiendo nuestra existencia en mentira. Pero una mentira solo se
puede ocultar con otra y al final construimos nuestro propio infierno
inventado. Porque nadie se siente a gusto en la mentira, porque hay veces que
es imposible dar marcha atrás… De esto será consciente Manuela cuando empiece a
indagar en el pasado de su madre hasta encontrar cosas que expliquen mucho de
lo vivido y que nunca llegó a entender.
Las mujeres de la familia Medina es una novela que nos habla de lo complicado que a veces resulta
relacionarse con los miembros de una familia pero también de la soledad que
implica mantenerlos alejados, de las raíces que sin darnos cuenta nos anclan a
un lugar y de aquello que no queremos pero no podemos evitar sentir.
Una novela cuya acción se
ubica en una finca en el pueblo andaluz de Dos Hermanas, lugar que la autora
explora para transmitirnos la garra y el carácter de sus protagonistas. Siempre
he pensado que la zona de la que procedemos marca en gran medida la forma en
que está construida nuestra mente. En este sentido me ha gustado mucho su ambientación.
Un lugar de tradición, de historia, donde las cosas se hacían de cierta manera
y no había nada más.
El centro del relato son
tres mujeres con sus diferentes caracteres y como se relacionan entre sí. Veremos ese choque creado por sus propias conciencias,
su moral, sus deseos u obsesiones. El momento que las une no puede ser más
delicado: la muerte. A pesar de todo, de esa crudeza que representa en la
novela se nos muestra tan natural como la vida. El momento de elegir un camino.
A pesar de ser la primera
novela que la autora ha publicado se nota percibe una forma muy personal de
escribir, con reminiscencias al realismo mágico. Con un estilo envolvente que
te atrapa y hace que te sientas muy cómoda dentro de la novela.
Pues ya solo me queda
definitivamente recomendar esta novela. Muy disfrutable.