lunes, 16 de septiembre de 2019

El pintor de almas - Ildefonso Falcones


Ildefonso Falcones es un autor muy irregular en su obra literaria desde mi punto de vista. Lo conocí hace bastantes años ya con una primera novela que me gustó y covenció: La catedral del mar. Aunque es verdad que está hecha a imagen y semejanza, más de lo razonable, de Los pilares de la tierra (que es una de mis novelas favoritas). El resto de sus novelas han pasado por mis manos con mayor o menor fortuna. Algunas me han hecho disfrutar y sin embargo, otras, me han parecido tediosas y lentas. 
Más en este último grupo estaría El pintor de almas, la novela de la que hoy os voy a hablar. Hay autores que son fieles a un estilo. En él se sienten más cómodos y es lógico que no se alejen mucho de ese registro. Pero también saben que la fórmula les ha funcionado con aterioridad y ¿porque no repetir?.
Y es que esta novela tiene todos los ingredientes del best seller de manual en el género de ficción histórica: una época convulsa, personajes con fuertes ideales que nadan a contracorriente y dramas personales que se van entrecruzando con la realidad política y social del momento. Puedes cambiar el nombre de los personajes, puedes darle otro oficio y puedes mover un poco las fechas pero la esencia es la misma. 
La historia arranca en Barcelona durante el primer año del siglo XX. Dalmau es un joven de firmes creencias que trabaja como pintor en una fábrica de cerámica. Su padre murió siendo castigado por sus creencias. Las mismas que le infundó a él y que tienen su madre y hermana, Montserrat, con quienes vive. Al igual que también comparte su novia Emma. 
Su jefe, Manuel Bello, es un hombre conservador, católico y burgués que le intentará atraer hacia su mundo. Un ambiente exento de peligro en el que su vida tendría mayores y mejores oportunidades pero ¿como renunciar a sus creencias? ¿como ser desleal a su familia y la causa por la que murió su padre? 
No hay mucho más que contar a nivel de trama que sea resumible ya que en la novela sucederán bastantes más cosas con diferentes tramas y subtramas que van protagonizando sus distintos personajes. Aunque en general creo que puede ser una buena novela para los amantísimos del género a mí me ha parecido desde el inicio algo lenta y me ha pasado bastante factura. Por momentos sentía que la novela no avanzaba y necesitaba que pasara algo más que las tipicas tramas que mueven a sus personajes por historia de (des)amor, de lealtades, de la exploración de sus convicciones éticas o morales, de ambición, etc... 
Con respecto a sus personajes están bien construidos aunque más o menos los hemos visto ya en otras historias parecidas. Dalmau es el personaje cliché de estas novelas. Es un joven talentoso (la pintura será un arte muy presente en la novela) que podría tener un futuro brillante si se posicionara "en el lado correcto" pero esta entre los revolucionarios, los anarquistas que luchan contra el sistema y que por ello no pueden entrar en él. No voy a detenerme en nombrar a los demás porque la mayoria están de un lado o de otro y eso es lo que les caracteriza principalmente. 
Hay una cosas indiscutible y es que se nota que Falcones se ha currado y mucho el contexto histórico. Es claramente perceptible que no ha dejado ningún detalle al azar. Pero tanto hablarnos del movimiento obrero, de la lucha de clases, de levantamientos resulta abrumador y por momentos se come a la ficción. Y es algo que se ha repetido en alguna de sus otras novelas. Es una recreación excelente del contexto en el que viven sus personajes pero para mí resulta excesiva y termina por aburrirme. 
Así mismo la ciudad de Barcelona, que es donde se desarrolla la acción y que ya hemos visto en otras novelas, está minuciosamente recreada y nos deja una imagen muy contorneada de la misma de forma que incluso parece que quiere igualarla al protagonista de la historia. Al igual que no se le pueden poner pegas al estilo narrativo del autor. Elegante, trabajado, cuidado e inmaculado. 
Por todo lo dicho El pintor de almas me parece la típica novela de ficción histórica que tiene muchas tramas, algunas más entretenidas que otras, que se deja leer, que gustará en diferente medida a los diferentes lectores según su aficción a la historia. Pero a mí particularmente me ha resultado excesivamente lenta y muy poco o nada original.