lunes, 12 de febrero de 2018

No llores - Mary Kubica



Título: No llores
Autora: Mary Kubica
Publicación: Harper Collins, enero de 2018
Páginas: 315

En el centro de Chicago, una chica llamada Esther Vaughan desaparece de su apartamento sin dejar huella. Entre sus posesiones hay una turbadora carta dirigida a un “Cariño”, lo que hace que su amiga y compañera de piso, Quinn Collins, se pregunte dónde se habrá metido Esther y si será la persona que ella creía que era.

Mientras tanto, en un pequeño pueblo costero de Michigan, a una hora de viaje de Chicago, una misteriosa joven aparece en la cafetería donde Alex Gallo, un chico de dieciocho años, trabaja de lavaplatos. Inmediatamente el chico se siente atraído por su carisma y su belleza, pero lo que empieza como un inocente enamoramiento pronto se convierte en algo mucho más oscuro y siniestro de lo que él imaginaba.

Mientras Quinn busca respuestas sobre Esther y Alex se deja arrastrar por el hechizo de la desconocida; la maestra del suspense Mary Kubica ofrece al lector un viaje emocionante con un sorprendente final que demuestra que, por muy rápido que corramos, el pasado siempre acaba por alcanzarnos.

Mis impresiones

A Mary Kubica la conocí con Una buena chica, un thriller psicológico que me gustó y disfruté mucho y que fue la novela con la que la autora debutaba en la literatura. No llores es su tercera obra y como la segunda también se centran en el mismo género: el suspense psicológico.

“Viéndolo con perspectiva, debería haberme dado cuenta de inmediato de que algo iba mal. El ruido ensordecedor en mitad de la noche, la ventana abierta, la cama vacía. Más tarde, achaqué mi indiferencia a una serie de cosas, desde el dolor de cabeza hasta el cansancio, pasando por la estupidez absoluta.
Pero aun así.
Debería haberme dado cuenta de inmediato de que algo iba mal.”

La historia se sucede a través de dos líneas argumentales que se desarrollan de forma paralela en el tiempo y alternativamente. Por un lado nos centramos en un barrio de Chicago llamado Andersonville en donde Quinn Collins despierta una mañana después de una noche de fiesta y excesos y descubre que su compañera de piso, Esther, ha desaparecido. Todo indica que Esther se fue por la escalera de incendios. Mientras espera, pasan las horas y la joven no vuelve Quinn comienza a cuestionarse qué ha pasado y al entrar en su habitación descubre una serie de pistas que parecen revelar que su compañera no era quien decía ser.

Por otro lado nos situamos en un pequeño pueblo de Michigan en el que vive un joven de dieciocho años llamado Alex Gallo. Un día aparece repentinamente una joven en el bar en donde trabaja (para mantener a un padre que no hace más que gastarse lo poco que tiene en alcohol). No es la temporada en la que suelen acudir turistas y a Alex no le pasa desapercibida su presencia. La joven le atrae irremediablemente y se da cuenta su fijación por la consulta de un psiquiatra que hay al otro lado de la calle. Su comportamiento en un tanto extraño e intentará acercarse a ella de cualquier manera.

Estas son las dos líneas argumentales que principalmente se van desplegando poco a poco en una historia en que muchos interrogantes se van instalando en la mente del lector. ¿Es la misma chica quien desparece de un lado y aparece en otro? Una pregunta cuya respuesta parece muy obvia pero en esta novela no hay que dar nada por sentado. Si lo es ¿Por qué ha llegado al pueblo? Y si no ¿Dónde está Esther? La autora juega un poco con las percepciones del lector, cambiándolas según se desarrollen los acontecimientos, y sobre todo con esos dos puntos de vista limitados que nos presentan sus dos narradores.

Son dos los personajes que dirigen principalmente la historia. Por un lado tenemos a Quinn, una chica que trabaja como ayudante de proyectos para un prestigioso bufete de abogados que apenas le ofrece la posibilidad de vivir fuera de casa, una de sus prioridades. Por esto buscó una compañera de piso y Esther se convirtió en una gran amiga. Un personaje que pasa por varias fases durante la novela. De la sorpresa inicial, la incredibilidad, la duda, la preocupación, la culpa, hasta la completa paranoia. Quizás Esther la ha abandonado porque es una mala compañera de piso, porque no paga las facturas, porque es desordenada. Pero también cree que si le ha pasado algo y ella esa noche se hubiese quedado en casa podría haberlo evitado. Estas entre otras premisas que baraja el personaje.

Alex es un joven inteligente, despierto y sensible que se siente muy solo. Todos sus amigos del pueblo se han ido a la universidad mientras él decidió quedarse en el pueblo y trabajar en un restaurante que odia y vivir junto a un padre que sumido en el alcohol está siempre ausente. Además vive traumatizado por el abandono de su madre cuando era muy pequeño, una mujer lejana y fría que nunca se dio demasiado afecto ¿Porque se marchó? Cuando aparece la joven desconocida siente la posibilidad de acercarse a ella y se queda un poco colgado. Al final solo busca un poco de cariño. Es un personaje que psicológicamente está muy bien desarrollado.

También hay más personajes en la historia. Algunos de ellos, aunque en principio parece que no tengan mucha trascendencia, a la larga veremos que tienen su razón de ser.

La autora tiene un estilo narrativo y fluido que se toma con agilidad y que no cuesta nada leer. De hecho es una de esas novelas que quieres y puedes devorar. He disfrutado mucho de la tensión que se respira en la novela, de ese aire enrarecido que aparece en torno a la desparecida y como de forma sostenida Mary Kubica nos va dando la información a modo de piezas de un puzzle que tenemos que ir encajando. Los dos narradores lo hacen desde su perspectiva particular por lo cual es necesario que se emita cierta información que de otra manera no hubiera tenido sentido esconder al lector.

Los secretos saldrán a la luz al final y para mí la mayoría han sido inesperados. Como he dicho antes hay otros detalles y apuntes que en principio puede parecer que no tengan mucho que ver con la historia pero al final todo lo que nos cuenta tiene un sentido y una razón de ser.

Conclusión

Tensión, suspense, incógnitas y secretos por descubrir son las premisas de No llores. Una novela perfecta para evadirse de todo y dejarse arrastrar por las conjeturas que vas elaborando mientras los personajes narran sus historias. Es una historia que seduce y atrapa y que sobre todo resulta muy entretenida.s