Título: El verano de las flores silvestres
Autora: Kathryn Taylor
Publicación: Ediciones B, enero de 2018
Páginas: 352
Zoe se enfrenta a
una difícil decisión relacionada con una intervención quirúrgica muy arriesgada
que debe salvarle la vida.
Espontáneamente
decide regresar a Cornualles, pues hace catorce años allí experimentó la mayor
felicidad de su vida... aunque también la peor pesadilla.
Ahora, por fin está
decidida a desvelar los secretos de aquel verano
Mis impresiones
A Kathryn Taylor la conocía con la trilogía Daringham Hall. Tres libros cuya lectura
me pareció muy agradable, fresca y sencilla con una historia que te atrapaba. Y
es lo mismo que esperaba encontrar en la novela de la hoy os voy a hablar.
“Zoe corrió por el sinuoso y angosto sendero
que discurría por la colina cubierta de hierba y no se detuvo hasta que llegó a
las ruinas de la torre de piedra, al borde del acantilado. Absolutamente sin
aliento se llevó las manos al dolorido costado y contempló el mar.”
Hace más de catorce años que Zoe no ha
regresado a Penderak en Cornualles en donde su familia, que tiene una empresa
constructora en la que ella misma trabaja, pasaba habitualmente las vacaciones.
El motivo es que la última vez que estuvieron allí pasó algo que destrozó a
toda la familia. Un suceso oscuro que no quedó debidamente aclarado.”
Zoe es una mujer que vive que vive en Londres y trabaja
para la exitosa empresa constructora de su padre. Hace catorce años vivió un
terrible acontecimiento en el lugar donde la familia veraneaba. Un pequeño pueblo
costero llamado Penderak en Cornualles. Desde entonces ninguno de ellos ha
vuelto a ser el mismo y Zoe vive con la sensación de que el caso nunca llegó a
resolverse debidamente. Muchas incógnitas quedaron en su mente desde aquel
momento en las que ella no deja de pensar.
Ahora le han diagnosticado una aneurisma y dentro de diez
días tiene que someterse a una operación quirúrgica que evite males mayores.
Sin embargo Zoe es consciente de los riesgos que corre y de que algo puede
salir mal. Decidida a cerrar ese capítulo de su vida antes de la intervención pretende
volver a Penderak para averiguar la verdad y poder así, cerrar ese tremendo
episodio de su pasado.
Aunque la cabaña, Wild Flower Inn, que siempre alquilaba
su familia no está libre, acuerda con la propietaria un cambio de residencia.
Rose, divorciada, con dos hijos y cansada de aburrirse en un lugar tan pequeño,
se marchará a Londres para liberarse y vivir alguna aventura mientras Zoe se
enfrenta al pasado y se reencuentra con el amor de su vida.
En El verano de las
flores silvestres he encontrado justo lo que esperaba y lo que me apetecía
encontrar. Una novela sencilla, fresca y que si bien tiene una cuestión
misteriosa por desvelar y que despierta tu interés su lectura no te produce
gran tensión por lo que su lectura resulta placentera a la par que entretenida.
A mí este tipo de novelas me vienen muy bien para desconectar, entretenerme y
relajar la mente. Me hacen evadirme y lo valoro mucho.
La historia tiene dos puntos de interés. Uno relacionado
con un turbio suceso que ocurrió en el pasado y que nunca llegó a resolverse
con claridad. Para ello Zoe tendrá que rebuscar en el pasado. El otro punto de
interés es el reencuentro de la protagonista con un viejo amor que justo perdió
el mismo día en que todo aquello ocurrió. El dolor hizo que perdieran el
contacto y ninguno de los dos supo más del otro.
Aunque parece que en la sinopsis destaca más el personaje
de Zoe, la historia se desdobla y no solo conoceremos sus andanzas en el pueblo
sino también las de Rose en Londres. Una mujer aburrida y agobiada por el
trabajo, los hijos y un ex marido que se ha desvinculado de ellos. Con la
sensación de aislamiento y tedio en Penderak, el viaje será refrescante y
revitalizador para ella y también vivirá una aventura amorosa aunque ¿será solo
algo pasajero?
Junto a estos dos personajes nos iremos encontrando una
serie de secundarios que completarán las tramas. Como Jack, que es la persona
de quien Zoe estaba muy enamorada en el pasado y cuyo reencuentro aviva esos
sentimientos. Jack es un buen hombre que tras años en Canadá ha regresado a su
tierra natal con su hijo Will. Todos los personajes me han gustado, me han
parecido humanos y creo que están dibujados conforme la historia requiere.
La historia está narrada a través de una voz narrativa en
tercera persona con un estilo muy ágil, fluido, fresco y con una buena presencia
de diálogos. Me han gustado los escenarios de Cornualles que nos acercan a un
entorno rural y tranquilo cerca de la costa. La historia sucede en la
actualidad en un pequeño pueblo costero donde todo el mundo se conoce y se
recuerda. Pero sobre todo también recuerda el pasado aunque haya dejado de
hablar de él.
Al final la historia nos habla del sentimiento de
pertenencia a un hogar, a cómo nos aferramos a las cosas materiales dándoles gran
valor sentimental e intentando conservar ciertos recuerdos que no queremos
perder. Pero también es una historia que nos habla del perdón, de que para
estar tranquilos y seguir hacia adelante hay que cerrar capítulos de nuestra
vida y darle un nombre a las experiencias traumáticas vividas.
Conclusión
El verano de las
flores silvestre es una lectura muy entretenida, fresca, amena y agradable
que te hace evadirte y que se lee con cierta relajación a pesar de su dinamismo
y su agilidad. Tiene un punto de suspense pero no es de esas novelas que te
ponen en tensión y que quieres leer a toda prisa sino que te piden disfrutar de
la historia y sus pequeños detalles.