Título: Max y los superhéroes
Autora: Rocío Bonilla
Ilustraciones: Rocío Bonilla y Oriol Malet
Publicación: Algar, febrero de 2017 (2ª edición)
Páginas: 44
Edad: 6 a 8 años
A Max le fascinan
todos los superhéroes, pero tiene uno favorito. En realidad, se trata de una
superheroína: ¡Megapower! Ella es valiente, puede programar computadoras y
desactivar bombas, tiene ultravisión y una fuerza descomunal… Pero lo mejor de
todo es que Megapower es diferente a los otros superhéroes, y Max sabe muy bien
por qué.
Mis impresiones
En casa ya conocemos a Rocío Bonilla por algunos de sus
trabajos anteriores y nos gustan mucho sus historias porque siempre esconden un
mensaje muy emotivo.
Algar acaba de lanzar la segunda edición de este álbum
ilustrado en el que conoceremos a un niño llamado Max. A Max, como a casi todos
los niños de su edad, le fascinan los superhéroes. En carnaval siempre fue su
disfraz favorito. Cuando su abuelo Pepe le contaba historias de héroes antiguos
escuchaba siempre muy atento y era una afición que compartía también con sus
amigos a través de los videojuegos. Siempre esperaba ansioso la última entrega.
Sin embargo un día Max se dio cuenta de quién era realmente
su superheroína favorita. Se llama Megapower y es capaz de hacer muchísimas
cosas a pesar de que le dijeran que una chica no podía ser tan fuerte. Podía
hacer cosas tan espectaculares como manejar todo tipo de robots, podía dominar
a cualquier animal, tenía además una ultravisión especial que le permitía saber
que ocurría al otro lado de la pared….
Con esta historia Rocío Bonilla hace un bonito homenaje a
las madres. Esas mujeres que injustamente son olvidadas y cuyo trabajo nunca se
reconoce como se merece. Son capaces de hacer miles de cosas a la vez, de estar
pendientes de sus hijos, de sacar tiempo para jugar, cuidarles y darles mimos
sin descuidar otros asuntos. Hay una etapa en la vida, sobre todo cuando somos
pequeños en que todos nosotros dependemos de nuestras madres para todo. Son capaces
de resolver cualquier problema que nos surja, apaciguar nuestros temores y
crear un entorno seguro y afectivo. Por ello se convierten en unas
superheroínas. Luego cuando nos convertimos en madres también llegamos a
comprender todo ese esfuerzo y trabajo dedicado.
La verdad es que me ha encantado el mensaje que tiene
esta historia. Un final muy emotivo y bonito que yo creo que ayudará a los
niños a recapacitar sobre las relaciones con sus progenitoras. Aunque los niños
siempre devuelven con creces todo aquello que les damos me gusta mucho la idea
de que se refleje esa admiración de alguna manera.
Y con respecto a las ilustraciones me han parecido muy
originales. En algunas de ellas se reconoce la mano tan característica de Rocío
Bonilla que imprime su sello personal en la creación de espacios y personajes. En
ellos utiliza muchos colores pero muy suaves creando imágenes dulces, con
muchos detalles y realistas. Otras, que supongo que serán obra de Oriol Malet,
nos evocan al estilo de esos cómics antiguos con el uso incluso de esas
onomatopeyas tan características para poner sonidos a las acciones, estrellas y
el punteado tan característico del arte pop.
Por todo ello creo que es un libro, original, ocurrente, entretenido
y muy atractivo visualmente que pone en relieve las relaciones madre e hijo.