Título: La
balada del café triste
Autora: Carson
McCullers
Publicación:
Seix Barral, enero de 2017
Páginas: 161
Bajo el título de
uno de ellos, La
balada del café triste, se
agrupan en este libro varios de los relatos más significativos de la singular y
sutil narrativa de Carson McCullers, que han accedido ya a la consideración de
clásicos de la moderna literatura norteamericana y constituyen incursiones en
la silenciosa, secreta y sagrada intimidad del alma de sus personajes.
Narrados con un prodigioso sentido de la construcción, los relatos de Carson McCullers alcanzan una resonancia interior que va mucho más allá de su sencilla y directa observación de la realidad. El mundo punzante, desesperanzado y profundamente poético de Carson McCullers constituye, en palabras de Edith Sitwell el legado de «una escritora trascendental».
Narrados con un prodigioso sentido de la construcción, los relatos de Carson McCullers alcanzan una resonancia interior que va mucho más allá de su sencilla y directa observación de la realidad. El mundo punzante, desesperanzado y profundamente poético de Carson McCullers constituye, en palabras de Edith Sitwell el legado de «una escritora trascendental».
Mis impresiones
A Carson MacCullers la conocí con El corazón es un cazador solitario. Una novela que me pareció muy
peculiar y con un gran fondo sociológico. La
balada del café triste fue publicada originalmente en 1943 y es una
colección de seis relatos. Ahora el sello Seix Barral ha recuperado algunos
títulos en conmemoración del centésimo aniversario del nacimiento de su autora.
El primero de estos cuentos y el más extenso es La balada del café triste que nos lleva
a una enorme y vieja casa en el centro de un triste pueblo en donde vive miss
Amelia Evans (como la llamaba todo el mundo), una mujer un tanto peculiar.
Dueña de sí misma, rica, amante de los pleitos y con un carácter muy fuerte poco
se sabe de ella, salvo que una vez se casó y el matrimonio duró poco más de
diez días.
La casa parece estar en ruinas pero en tiempos pasados
albergó un café. Y a ese momento nos vamos a remontar en el relato. Cuando
Amelia recibe la visita inesperada de un jorobado que asegura ser un pariente,
el primo Lymon. Cualquiera hubiese aposado a que la protagonista lo echaría a
patadas. Sin embargo, no sucede nada parecido y el primo Lymon se convierte en
un vecino más del pueblo.
Este es el punto de partida de una peculiar y nada
convencional historia de amor a tres bandas en la que la autora sugiere más que
cuenta. No hay escenas románticas ni vamos a encontrarnos la descripción de
sentimientos amorosos. De hecho prácticamente no sabemos qué ocurre entre sus
personajes. El lector conoce los hechos pero desde un punto de vista exterior
sin que tengamos acceso a las intimidades de sus personajes. Y desde ahí
podemos obtener nuestras propias conclusiones. Es un relato descarnado y ácido
pero construido con frases hermosas y muy delicadas.
Uno de los aspectos que más carácter da a esta novela son
sus personajes. Amelia no es la típica dama sureña. Es más bien una mujer alta
y desgarbada con un carácter independiente, solitario, huraño, rudo y conflictivo
a quien solo le interesa sacar el dinero a los demás. Con la aparición del
primo Lymon surge de forma espontánea la creación de un café. Al principio solo
es una reunión de vecinos ocasional, pronto es frecuentado por todo el pueblo.
Quizás porque Lymon Willis, pequeño y jorobado, representa todo lo contrario a
lo que es Amelia. Es una de esas personas abierta, habladora y carismática a
quien no le cuesta relacionarse con los demás y ganarse demasiado pronto su
confianza. El último en discordia es Marvin Macy, el ex marido de Amelia, que
acaba de salir de la cárcel y es temido en el pueblo.
“En primer lugar, el amor es una experiencia
común a dos personas. Pero el hecho de ser una experiencia común no quiere
decir que sea una experiencia similar para las dos partes afectadas. Hay el
amante y hay el amado, y cada uno de ellos proviene de regiones distintas. Con
mucha frecuencia, el amado no es más que un estímulo para el amor acumulado
durante años en el corazón del amante. No hay amante que no se dé cuenta de
esto, con mayor o menor claridad; en el fondo, sabe que su amor es un amor
solitario”
Tres personajes atípicos y con mucha personalidad aunque
quizás ninguno de ellos encuentre su hueco en la sociedad. No quiero aclarar mucho
al respecto pero entre los tres se van generando una maraña de relaciones y
atracciones inesperadas. Carson McCullers nos habla del sentimiento de amor que
no tiene por qué ser correspondido, que surge entre personas que en principio
pudiera parecer que no tienen nada en común o ser la última persona esperada en
el mundo. Además la autora pone en relieve que el amado puede cambiar debido al
amante. Y gran parte de esos cambios los veremos en sus personajes. Como
también vemos esas reacciones de los vecinos del pequeño pueblo donde se
desarrolla. La incertidumbre ante un hecho inesperado, la sorpresa ante ciertas
reacciones o el estupor ante la incomprensión de lo que ven. Porque es una
comunidad tan pequeña todo se sabe, de todo se habla.
“El amado teme y odia al amante, y con
razón: pues el amante está siempre queriendo desnudar a su amado. El amante
fuerza la relación con el amado, aunque esta experiencia no le cause más que
dolor.”
La balada del café
triste es una novela muy aguda en la que la autora insinúa, como ya he
dicho, más que cuenta y será el lector quien deba sacar conclusiones a través
del comportamiento de sus personajes. Es un relato corto pero muy significativo
que está narrado con un estilo muy cuidado, con frases muy acertadas y
sugerentes la novela.
El resto de los cuentos son de mayor brevedad (por lo que
no me voy a extender tanto en ellos) aunque seguimos viendo algunas características
que se hicieron notorias en el anterior. Personajes nada convencionales, historias
cargadas de emociones y muy reveladoras del comportamiento humano.
En Wunderkind (que
bien podría ser autobiográfica) nos habla de una niña que asiste a clase de
piano en casa del profesor Bilderbach, donde también pasa algunos días. La niña
es considerada como un prodigio para la música aunque ella está cansada y
agobiada de las grandes exigencias que supone la práctica del piano y siente
que nunca llegará a nada en la música en contraposición de lo que se espera de
ella.
En El jockey
conocemos a un jinete que no quiere aceptar que su carrera en la competición ha
terminado. Seis meses atrás había tenido un accidente que le había sacado fuera
de juego. Mientras los demás son conscientes de ello él se niega a admitirlo. .
Madame Zilensky y
el rey de Finlandia tiene como protagonista también a una pianista. En este
caso no es una niña sino una mujer que da clases en la universidad. La mujer
trabaja con mucho ahínco pero dice cosas demasiado extrañas…
En El transeúnte,
un hombre se hace consciente del paso del tiempo tras la muerte de su padre. Un
encuentro con su ex esposa le producirá un cambio en su forma de ver la vida.
Dilema doméstico
nos muestra la preocupación de un hombre que deja todos los días sus hijos al
cuidado de una esposa que tiene muchos problemas con el alcohol. Y a pesar de
esa tensión que le genera la situación la sigue queriendo.
Un árbol. Una roca. Una nube nos narra como un joven de
doce años conoce la historia de un desconocido que se encuentra en un bar. Este
le hace partícipe de lo que ha sido su vida amorosa.
Conclusión