Título: Alex
Autor: Pierre Lamaitre
Publicación: Alfaguara, octubre de 2015
Páginas: 383
Han
pasado varios años desde el caso del asesino en serie que trastocó para siempre
su vida, y el comandante Camille Verhoeven aún no se ha repuesta del todo
cuando un nuevo desafío vuelve a implicarlo personal y profesionalmente: Alex,
una mujer de treinta años, ha desaparecido. No es una mujer cualquiera, y
Verhoeven, sin sospechosos ni pistas, debe adentrarse en la investigación de su
personalidad para poder encontrarla, mientras ella agoniza en un almacén
abandonado. Cada minuto que pasa puede ser el último. Y él no se lo perdonaría
nunca.
El
autor de Vestido de novia e Irène vuelve a sacudirnos con este thriller escalofriante, una trama
diabólica e imprevisible que lo confirma como el rey de la novela negra. Alex catapultó a Lemaitre a la fama
internacional, al ser aclamado como el sucesor de Stieg Larsson; hoy su estilo
es reconocido como único e inconfundible y cuenta con una legión de seguidores.
Mis
impresiones
Cuando terminé Iréne
me sentí un poco huérfana y con ganas de mucho más. En aquel momento hubiese
cogido Alex, la segunda entrega de la
serie protagonizada por el inspector Verhoeven, y la hubiese devorado del
tirón. Aunque el caso de Iréne queda
bien cerrado y todo resuelto recomiendo empezar por esta. La razón es muy
simple porque en la segunda se desvela prácticamente todo el contenido de la
primera. Por si no lo sabéis aún hay dos novelas más publicadas que siguen la
estela del personaje, Rosy & John y Camille.
La novela comienza algunos años después
de lo acontecido en la novela anterior.
Desde que el comandante Camille Verhoeven se enfrentara a un despiadado asesino
que cambió su vida, ha pasado por hospitales y centros de reposo intentando
recuperar la salud mental perdida. Poco a poco consiguió volver a una vida
rutinaria y a la brigada en donde comenzó a trabajar en casos menores que no le
compliquen mucho la existencia.
Sin embargo cuando una mujer es
secuestrada en medio de la noche el comisario Le Guen le asigna el caso en
contra de su voluntad. Su resolución se presenta demasiado compleja ya que hay
sospechosos, no hay pistas y ni siquiera ha sido denunciada la desaparición de
la mujer. Nadie conoce su identidad. Mientras la policía intenta encontrar
alguna pista en la declaración de un testigo la mujer agoniza en una antigua fábrica
abandonada a las afueras de París.
Alex
es una de esas novelas increíblemente adictivas que
una empieza y no puede parar hasta terminar. La novela tiene escenas brutales
que te cortan la respiración y que te hace tensar todos los músculos del cuerpo.
Una de las razones es la división que hace Lamaitre de la trama en dos hilos
argumentales. Por un lado nos vamos a encontrar la investigación de la policía
a contrarreloj y por otro lado la vivencia del secuestro desde el punto de
vista de la víctima. Lo que esta tiene que soportar es quizás lo que más me ha
impresionado de la novela. En la faja de la novela nos indica: “No apto para
lectores sensibles” y es que hay algunas escenas muy crudas y bastante violentas
de forma pueden impresionar. Obviamente no voy a contaros nada.
A mí me ha resultado un libro muy
original y totalmente impredecible de hecho creo que la historia no sigue los
patrones habituales del género ya que el final de la novela no es cuando la
chica es recatada o encontrada muerta por la policía. Realmente el caso
comienza en este punto. No puedo decir mucho más porque creo que es una de esas
historias de las que cuanto uno menos sepa es muchísimo mejor pero varias veces
me ha sorprendido en su trayectoria.
Con respecto a los personajes creo que
es otro punto fuerte de la novela, construidos con profundidad y muchos matices
vamos viendo gran parte de su psicología. En Alex nos vamos a reencontrar con Camille Verhoeven, el policía que
llevará el caso del secuestro. Su corta estatura ya no nos sorprende pero el personaje
dará un giro espectacular. Si lo conocimos como un trabajador ejemplar con una
vida muy ordenada ahora todo eso ha cambiado. Quizás acercándose más al
prototipo de policía que suele protagonizar estas historias, con una carga de
un caso del pasado de la que es imposible pasar página. Siguen a su lado el
impecable y refinado Louis y el rácano Armand. Por otro lado Alex es un
personaje muy potente que se convierte en el centro del relato y el lector está
deseando reencontrarse con sus apariciones en la novela.
Alex está narrada a través de una voz en tercera persona omnisciente. Su
estilo es parco en palabras, muy visual y va a lo esencial, a lo que el lector
quiere leer. Como ya he comentado antes la historia se desglosa en dos hilos
argumentales. Por un lado seguimos al equipo de policía en sus pesquisas y por
otro lado tenemos la historia de la mujer secuestrada. Y estas se van alternando
en capítulos cortos lo que imprime muchísima agilidad a la novela. Además
cuenta con un buen ritmo que hace que no dejen de pasar cosas, que te mantiene
en constante tensión y cuyos giros argumentales dejan chafadas las ideas que
más o menos vas elaborando sobre la historia.
La única pega que puedo ponerle es que,
aunque en ningún momento pierdes el interés de la historia, llega un momento en
que te deja de sorprender y llegas a un final muy interesante que te impide
soltar el libro, sí, pero no es quizás tan espectacular como algunos de los
momentos anteriores vividos en esta historia.
Leyendo la novela uno se pregunta hasta dónde
puede llegar la crueldad humana, del sentimiento tan poderoso que debe ser el
deseo de venganza para mover a ciertas personas a actos bárbaros. Pero también
nos enseña que no hay víctimas ni verdugos, que todos en algún momento podemos
ser una cosa u otra.
Conclusión
Alex es un thriller psicológico oscuro, sorprendente e inquietante que
me ha hecho disfrutar muchísimo con su lectura. Por supuesto la recomiendo.