Título:
El invierno más largo
Autora:
Cecilia Ekback
Publicación:
Roca, enero de 2016
Páginas:
390
Laponia, 1717. Maija, su marido Paavo y sus dos
hijas, Frederika y Dorotea, han emigrado desde Finlandia a la Laponia sueca, en
la zona del monte Blackåsen. Paavo sufre de angustias y miedos incontrolables,
y tuvo que abandonar su trabajo como pescador. Ahora la familia vive en una
granja.
Una mañana, Frederika y Dorotea llevan a pastar a
las cabras a la parte superior del bosque. Allí encuentran el cadáver de un
hombre. Maija decidirá avisar de este suceso a los escasos y lejanos vecinos
del pueblo que se encuentra a un día de distancia a pie, un lugar tenebroso y
solitario que solo parece volver a la vida cuando las campanas de la iglesia
convocan a la gente a través de la nieve. Es allí donde incluso los enemigos
más antiguos de esa comunidad se reúnen y abandonan su aislamiento para verse
de nuevo.
Maija irá conociendo a cada uno de los lugareños en
su discreta investigación y se dará cuenta de que, así como la nieve oculta la
tierra, sus habitantes esconden los más temibles secretos. Todos dicen que la
muerte de ese hombre, quien resulta ser un miembro de la comunidad llamado
Eriksson, solo puede deberse al ataque de un lobo. Pero ¿qué animal salvaje
corta un cuerpo de esa manera, con tan limpias y estudiadas heridas?
Mis impresiones
Lo primero
que me llamó la atención de esta novela fue su portada porque me parece
misteriosa y muy evocadora, algo que cuadra perfectamente con la esencia de la
novela. El invierno más largo se
podría encuadrar dentro del género thriller aunque para mí este término se
queda un poco corto para definirla porque hay muchísimos más elementos en ella.
La historia
se desarrolla en 1717 en la Laponia sueca. Maija, Paavo y sus dos hijas de
catorce y seis años, Frederika y Dorothea han abandonado su hogar en Finlandia
para instalarse en la ladera del monte Blackåsen. Allí tendrán que vivir de la
granja que han cambiado por su antiguo barco de pesca ya que Paavo sufre miedos
irracionales que aparecen cuando se encuentra cerca del mar.
Una mañana
cuando Frederika y Dorothea están sacando a los animales a pastar por el bosque
encuentran en un claro el cadáver de un hombre con el estómago abierto y las vísceras
fuera. Los habitantes de la región se reúnen por primera vez en mucho tiempo y todo
el mundo parece estar de acuerdo en que el hombre ha sido víctima del ataque de
una fiera. Pero Maija está segura de que esa herida de corte tan limpio no ha
podido ser causada por ningún animal. Así, convencida de que un asesino anda
suelto, está decidida a indagar y descubrir la verdad aunque para ello tendrá
que desentrañar los secretos que celosamente guardan sus vecinos…
El invierno más largo es una novela original y atípica pero que tiene
muchísimos ingredientes que me han gustado muchísimo. Tiene una parte de
misterio y suspense que es la que hace referencia al posible asesinato de unos
de los lugareños y además cuenta con otras incógnitas que aportan un toque
paranormal y místico que a mí me ha fascinado junto con una ambientación
excelente. Como telón de fondo y completando los elementos anteriores nos
encontramos con unas pinceladas históricas del periodo en que se desarrolla la
acción.
La autora
consigue una ambientación magnifica y nos transmite a la perfección cómo se vivía
en aquel lugar y aquel momento en que se desarrolla la historia creando una
atmosfera asfixiante que llegan a experimentar sus personajes. Las
descripciones del entorno son muy detalladas y llegan a estremecernos en más de
una ocasión. La historia se desarrolla en las inmediaciones del monte Blackåsen
en donde las familias viven en diferentes asentamientos individuales prácticamente
aislados unos de otros. Me ha impresionado la dureza de la forma en que vivían
estas familias, sobre todo en un invierno extremadamente severo (invierno-lobo)
en el que desplazarse o conseguir comida podía suponer un verdadero problema,
sobre todo si las heladas o la lluvia
echaban a perder las cosechas. Pero además de estas condiciones inhóspitas el
monte Blackåsen encierra oscuras presencias, se producen desapariciones misteriosas
y los colonos viven marcados por las supersticiones. También me ha parecido
interesante encontrarme con los lapones, los indígenas que viven como nómadas y
que están muy aferrados a sus creencias paganas y al contacto con los espíritus
y el chamanismo. Pero la brujería era un mal contra el que el estado luchaba a
toda costa y como en el resto de Europa se producían las famosas “cazas de
brujas”.
Otro punto a
su favor, que antes os he comentado, es el contexto histórico donde se
desarrolla la historia. A principios del siglo XVIII en Suecia se estaba
produciendo una gran transformación. Liderada por el monarca Carlos XII se
encontraba inmersa en la Gran Guerra del Norte llevando el país más de ciento
cincuenta años en guerra, lo cual mermó considerablemente el número de habitantes
del país teniendo graves consecuencias para la agricultura. Pero costear una
guerra necesitaba un apoyo económico que se saldaba con altos tributos a los
habitantes y con la retirada a algunos nobles de sus privilegios. Al mismo
tiempo que se ofrecían tierras las tierras de los indígenas para cultivar se
llevaba a cabo un profundo proceso para cristianizar a la población.
Con respecto
a los personajes es una novela conducida por dos de ellos principalmente aunque
haya otros muchos que tienen presencia. Maija es la esposa de Paavo. Mientras
él es un hombre temeroso y acobardado que huye cuando las cosas se ponen
turbias (de hecho prácticamente desaparece a las pocas páginas en la novela),
ella representa la valentía y la fuerza. Primero para sacar adelante a su
familia en unas condiciones adversas y después para intentar descubrir al
asesino. El otro personaje es Olaus Arosander un sacerdote que en aquel momento
desempeña el cargo de controlar a los colonos, cristianizar a los lapones, predicar
y en definitiva llevar un poco las riendas de la comunidad.
El resto de
los personajes son los colonos que habitan la montaña. Todos ellos, incluidos
los protagonistas que anteriormente he citado, han llegado allí huyendo de
algo, guardan sus secretos y están construidos de forma enigmática. Son parcos
en palabras pero sus acciones los van determinando y nos transmiten esa
frialdad del entorno en el que viven.
El invierno más largo no es una lectura para tomar a gran velocidad, más
bien sugiere calma y dejarse invadir y disfrutar de todo lo que la autora
propone. Su estilo es enigmático, detallado, pero este ritmo lento (que quizás
no conecte con todos los lectores) es compensado con creces con el suspense y
el misterio que rodea a la historia. El desenlace nos descubrirá muchas
revelaciones y alguna que otra sorpresa inesperada culminando la novela de
forma perfecta.
Conclusión
El invierno más largo me ha parecido una novela original y un soplo de
aire fresco en el panorama literario actual. En ella se nos narra una historia
oscura y enigmática en la que su ambientación consigue trasladarnos
perfectamente al entorno donde se desarrolla su historia.