Título: ¿A qué sabe la luna?
Autor: Michael Grejniec
Traducción: Carmen Barreiro
Publicación: Kalandraka, enero de 2016 (Reedición)
Páginas: 36
Edad: + 5 años
Tamaño: 19,5 x 29 cm
Hacía mucho tiempo que los animales deseaban
averiguar a qué sabía la luna. ¿Sería dulce o salada? Tan solo querían probar
un pedacito. Por las noches, miraban ansiosos hacia el cielo. Se estiraban e
intentaban cogerla, alargando el cuello, las piernas y los brazos…
¿Quién
no ha soñado alguna vez con darle un mordisco a la luna?
Un libro tan redondo y sabroso como la luna
llena. Los animales de la selva nos mostrarán que las cosas compartidas siempre
saben mucho mejor.
Mis impresiones
La publicación
que tengo entre mis manos de ¿A qué sabe
la luna? es de este mismo enero pero
supone reedición número vigésimo cuarta desde que en 1999 se publicara por
primera vez en este sello. Esto nos dice ya algo porque cuando un libro está
bien pensado, es interesante y atrapa al público no pasa de moda. Y gracias a
sellos como Kalandraka podemos disfrutar de clásicos de todos los tiempos.
La
historia nos cuenta como hacía mucho tiempo que los animales estaban intrigados
deseando averiguar el sabor de la luna. ¿Dulce o salada? es la pregunta que se
hacían constantemente. Todas las noches se estiraban en intentaban alcanzarla
para coger un pedacito de luna y llevársela a la boca. Pero ningún animal podía
llegar hasta a ella.
Una
noche la tortuga decidió subir a la montaña más alta. Allí la luna estaba más
cerca pero tampoco podía tocarla. Así que se le ocurrió llamar al elefante que
se subió encima de ella pero tampoco logró alcanzarla ya que la luna se alejó
un poco pensando que era un juego. De la misma forma llamaron a la jirafa y la
luna seguía alejándose. Luego vinieron la cebra, el león, el zorro, el mono y
por último el ratón que formaron una torre muy alta. ¿Lograrán todos los
animales alcanzar la luna y probarla? ¿Qué sabor tendrá?
El
autor de esta historia, creada en 1993, es el polaco Michael Grejniec en la nos
habla por una lado de lo importante que es la colaboración en equipo para
conseguir los objetivos que en soledad resultan imposibles de lograr y como si
actuamos así el triunfo compartido sabrá mejor. Los animales en esta historia
han trabajado juntos, han aportado cada uno su granito de arena y por esto
estan satisfechos. No importa el tamaño que tenga uno, desde el mayor hasta el
más pequeño puede ayudar. Pero la historia también nos habla de que a veces
perseguimos quimeras imposibles o deseos imposibles cuando tenemos a nuestro
alrededor cosas más cercanas o asequibles. Al final el paraíso está más cerca de nosotros
mismos de lo que pensamos.
Gracias
a su estructura basada en las repeticiones y las acumulaciones de personajes
está especialmente recomendada para los primeros lectores a quienes les resultará
fácil seguir el hilo de la historia.
Las
ilustraciones son sencillamente maravillosas. La historia trascurre bajo un
cielo nocturno y una gran luna que nos muestra su sonrisa. Son imágenes muy
significativas, sencillas y con un toque de humor. Están realizadas en papel-cuché
y por ello dan la sensación de relieve y movimiento, parece que pudiéramos
acariciar su textura.
Por
ultimo destacar la preciosa edición, sumamente cuidada y a la que acompaña como
obsequio un medidor de altura que podemos colocar en la pared.
En
conclusión, ¿A que sabe la luna? es
un precioso álbum ilustrado, elegante y sugerente, con aires de fábula. Un
clásico que conquista por su sencillez y el mensaje que entraña. No defraudará
a mayores ni pequeños.