Título: La reina del azúcar
Autora: Dolores García Ruiz
Publicación: Versátil, marzo
de 2015
Páginas: 556
Intensa y vibrante, una
novela que jamás olvidarás
Un cuaderno con las memorias de Inés Belmonte, conocida en Melilla como «la reina del azúcar», aparece en un archivo militar entre documentos confidenciales. El juez Prieto abre una investigación, mientras el comandante Fonseca, fascinado por el contenido de los recuerdos de esta mujer, se enfrenta a una misión crucial: encontrar en el archivo de la Comandancia el original del Tratado de límites, y evitar una guerra entre España y Marruecos. Al iniciar sus pesquisas ninguno de ellos imagina que estas memorias cambiarán radicalmente sus vidas.
La reina del azúcar nos lleva a la Melilla exótica y cosmopolita de principios del siglo xx, en un viaje insospechado que comienza en París. En esa ensoñación al borde del mar que es la Melilla de la época, tendrá lugar la apasionante y dramática historia de amor de Inés Belmonte con el doctor Eduardo Vidal en el marco de las guerras del Rif. Y su particular historia de superación, que la llevará a levantar un imperio industrial y a mantener silenciado el secreto que tan celosamente oculta.
Mis impresiones
Quizás al lector que se encuentre por primera vez con La reina del azúcar entre las manos le
pueda sugerir que está ante una novela más de paisaje por su evocadora portada
pero lo cierto es que yo la veo más cercana a una novela de ficción con tintes
históricos a pesar de que se desarrolla en un destino que puede resultar exótico.
Ha sido una grata sorpresa su lectura y me ha atrapado de principio a fin.
Todo comienza cuando entre unos archivos desclasificados de
la Comandancia Militar de Melilla se encuentra el diario de una mujer llamada
Inés Belmonte que en 1959 plasmó sus memorias en un libro de contabilidad. Ante
lo insólito de este hecho el juez Jorge Prieto abre una investigación de forma
inmediata y ordena que se interrogue a Mercedes, una anciana que es la única
descendiente de Inés Belmonte que queda viva y vive en Valencia.
Mientras esto sucede al comandante Daniel Fonseca se le
asigna una misión de vital importancia para las relaciones hispano-marroquíes.
Se trata de averiguar dónde se encuentra el documento original donde se plasmó
el Tratado de Límites con el objetivo de evitar un conflicto político entre
ambas naciones. Lo que ambos personajes no saben es que la aparición de ese
diario cambiarás sus vidas de forma determinante.
Las memorias de Inés Belmonte se remontan a principios
del siglo XX y narran una vida muy intensa desde que siendo muy joven se
trasladara desde París a Melilla junto a su familia. Su padre, un ingeniero que trabajaba en una
gran compañía minera, fue destinado allí para realizar una delicada misión. Pero
una vez instalados en su nuevo hogar sucederán una serie de hechos que pondrán
a prueba a Inés y será ella quien, a pesar de su juventud, se vea obligada a
tomar las riendas de su propia familia.
La reina del azúcar
tiene una trama vibrante que tiene engarzadas muchas otras historias y que
resulta muy compleja. Son muchos los ingredientes que harán disfrutar al lector
de una novela desarrollada a través de dos líneas argumentales situadas en dos
contextos temporales distintos pero íntimamente relacionadas. En ella nos vamos
a encontrar secretos familiares, historias de amor, de superación, odios y
venganzas que se funden con los conflictos que dieron en la época.
Os comentaba al principio que tiene un cierto carácter histórico
a través del cual la ciudad de Melilla se convierte en una protagonista más de
la historia. Nos llevaremos la imagen de una ciudad en plena ebullición que
progresaba gracias a la construcción del puerto y la mano de obra de los
colonos que hasta allí llegaron para explotar las minas de hierro. También hará
un repaso por los conflictos que marcaron la en la vida ciudad como la Guerra
del Rif (cuando las tribus rifeñas se alzaron contra el gobierno) o como
incidió algunos años después el Desastre de Annual también en la población. La
verdad es que ha logrado captar por completo mi interés en este punto ya que
Melilla es una ciudad de la que apenas tenía información. Algunas de las cosas
que se cuentan en la novela me han impactado.
Un personaje al que me ha gustado mucho conocer es Inés
Belmonte, una mujer que al principio se nos presenta con una imagen poco amable
pero cuando el lector se sumerge y conoce su historia no puede evitar
comprenderla. Vemos su desarrollo desde que es prácticamente una niña hasta que
se convierte en una mujer respetada a quien llaman “la reina del azúcar”. Un imperio
perdido que levantó de la nada gracias a su tesón, su valentía y su fuerza. No
tuvo miedo a trabajar duro para mantener a su familia (después de que su padre
las abandonara y su madre perdiera la razón), también fue enfermera durante la
guerra visionando todos los horrores de la misma y enfrentándose a muchos
peligros. Una mujer curtida que a veces toma ciertas decisiones drásticas que
puede que nos cueste entender y estas afectarán de forma contundente a toda su
familia. También la conoceremos su lado más humano al verla enamorada y
protegiendo a sus hijos.
Con respecto a los personajes secundarios todos están desarrollados
de forma correcta y entre los del pasado y los del presente hay un número
considerable de figuras de diversa naturaleza que se mezclan con la aparición de
personajes históricos reales como un explorador francés llamado Gabriel
Delbrel.
La narración de La
reina del azúcar está muy cuidada desarrollando la trama de forma sólida y creíble.
Dolores García hace mucho hincapié en mostrarnos los escenarios así como
ofrecernos una idea exacta del contexto por lo que la novela avanza en general
a un ritmo medio aunque no quiere decir que no existan partes donde se acentué más
la acción sobre otras. Como os he dicho
antes, son dos hilos argumentales los que la conforman que no se van
desarrollando de forma alternativa como cabría esperar en este tipo de
historias. Uno nos narra el presente (situado al principio y al final de la
novela) a través de una voz en tercera persona
omnisciente que se mueve entre los diversos personajes y una situada en el
pasado (que se desarrolla en su parte central) que nos narrará en primera
persona la propia Inés Belmonte. Esta última es la que más peso y trascendencia tiene en la novela y la que a mí
personalmente más me ha gustado.
Conclusión
A parte de una novela muy entretenida La reina del azúcar me ha resultado una
lectura interesante que tiene un toque de saga familiar, un toque de novela
histórica y cierta intriga narrada además con mucha pasión.