Título: La luz que no puedes ver
Autor: Anthony Doerr
Publicación: Suma de letras, marzo de 2015
Páginas: 664
Un corazón puro puede brillar aun en la
noche más oscura. Y en el más terrible de los tiempos.
Marie-Laure vive
con su padre en París, cerca del Museo de Historia Natural, donde él trabaja
como responsable de sus mil cerraduras. Cuando, siendo muy niña, Marie-Laure se
queda ciega, su padre le construye una perfecta miniatura de su barrio para que
pueda memorizarla gracias al tacto y encontrar el camino a casa. A sus doce
años, los nazis ocupan París y padre e hija tienen que huir a la ciudad
amurallada de Saint-Malo. Con ellos se llevan la que podría ser la más preciada
y peligrosa joya del museo.
En una ciudad
minera de Alemania, el joven huérfano Werner crece junto a su hermana pequeña,
cautivado por una rudimentaria radio que ambos encuentran. Werner se convierte
en un experto en construir y reparar estos aparatos cruciales para los nuevos
tiempos, un talento que no pasa desapercibido a las Juventudes Hitlerianas.
Siguiendo al
ejército alemán, Werner deberá atravesar el corazón en guerra de Europa. Hasta
que en la última noche antes de la liberación de Saint-Malo los caminos de
Werner y Marie-Laure por fin se crucen. Y sus vidas cambien para siempre.
Mis impresiones
La luz que no
puedes ver es la ganadora del Premio Pulitzer de Ficción en 2015. Su autor
Anthony Doerr tiene cierto bagaje en literatura, ha obtenido diversos premios
con sus obras y en Estados Unidos es considerado uno de los mejores novelistas
en la actualidad.
Mi primera impresión, de las muchas mientras que tenido
leyendo esta novela, es que resulta muy original su construcción para un tema
ya tan manido en literatura (como en otras disciplinas) como es la II Guerra
Mundial. En realidad, este conflicto está ahí entre sus páginas pero el autor
consigue reducirlo al mundo de dos personajes. Uno que nos muestra el lado
alemán y otro que nos muestra la Francia ocupada. De este modo no tiene la
necesidad de recurrir a ciertos temas que es verdad que nos siguen conmoviendo
pero cuyas historias hemos escuchado muchas veces en diferentes versiones.
La novela comienza en 1934 en París. Es el lugar donde
Marie-Laure LeBlanc vive con su padre que trabaja como cerrajero en el Museo de
Historia Natural. A sus seis años unas cataratas congénitas sumen a Marie-Laure
en una ceguera perpetua e incurable. Aún así la joven ha aprendido a orientarse
y recorrer la calles de su barrio gracias a una maqueta que su padre ha
construido y ella ha memorizado. Cuando en 1940 el ejército alemán entra en
París, padre e hija huyen a Saint-Malo, una pequeña ciudad en la costa francesa
en donde vive su tío abuelo Etienne, un hombre que se ha recluido voluntariamente
en su hogar afectado por sus vivencias en la I Guerra Mundial.
Al mismo tiempo conocemos a Werner Pfenning, un niño de
siete años que vive con su hermana pequeña en un orfanato situado en un
complejo de minas de carbón a las afueras de Essen en Alemania. Es un niño
despierto y muy inteligente de cuyo futuro no puede esperar más que el trabajo
en las minas como todos los niños de su
condicion. Un destino del que escapa cuando encuentra una radio abandonada y su
curiosidad le lleva a convertirse en un experto en el funcionamiento de este
tipo de aparatos. Así logra entrar en el círculo de las Juventudes Hitlerianas
y más tarde en la Wehrmacht, con lo que tendrá que participar en la guerra.
La luz que no puedes ver está prácticamente construida
a través de imágenes y escenas que en conjunto nos cuentan una historia. La de
dos personas que aparentemente no tienen nada que ver la una con la otra pero
cuyas vidas están destinadas quizás a encontrarse en algún momento. Me ha parecido una historia diferente y muy
original por su construcción pero también porque nos muestra que en la Segunda
Guerra Mundial hubo niños a los que sin ser judíos ni haber pisado un gueto se
les partió la vida. Es una novela cruda y dura en muchos momentos.
Creo que durante su lectura hay que prestar especial
atención a los detalles y la novela está cargada de simbolismos. El Mar de
Llamas, un diamante del que se dice que guarda una maldición, unas cajas
rompecabezas o la novela de Julio Verne, Veinte
mil leguas de viaje submarino, nos acompañan durante todo su recorrido pero
es sin duda una radio la que tiene un poder vital en esta historia. Una radio
que es capaz de conectar a través de una luz invisible a personas que se
encuentran en diferentes lugares y no se conocen de nada.
Con respecto a los personajes al final no puedes evitar llevarte
algo de ellos. Los dos protagonistas son muy diferentes entre si pero hay algo
que les conecta, una especie de paralelismo en sus vidas. Marie-Laure es muy
joven cuando comienza a atisbarse la guerra y coincide más o menos con el
momento en que ella pierde la vista. Me ha gustado ver que el personaje no se
regodea en su propia desgracia e intenta amoldarse a su nueva circunstancia. Me
ha dado la sensación de que no solo es un personaje interesante, muy conseguido
y creíble sino que además Anthony Doerr consigue transmitirnos perfectamente cómo
percibe lo que le rodea y como se vive una guerra en la oscuridad. Privada de
la vista los sonidos, los olores, las sensaciones cobran más importancia y como
no puede ver lo que ocurre a su alrededor y los que le rodean le dan
información a medias para protegerla ella se cuestiona, se imagina, siente
miedo e inquietud.
Werner es un chico con una inteligencia superior, curioso
por naturaleza y solitario. Un chico que está centrado en sus radios y aunque
su labor será decisiva para el ejército alemán vive la guerra como algo ajeno
que no va con él.
La luz que no
puedes ver tiene una estructura de las que te dejan pegada a sus páginas. Debe
haber sido muy compleja su construcción pero para el lector resulta tremendamente
ágil su lectura. Son capítulos muy cortos
que se alternan focalizando la acción en los dos protagonistas y que además se
desarrollan en varios planos temporales a través de los cuales nos va
anticipando información para luego regresar al pasado e ir contando la historia
de forma lineal y desde el principio. Esto además nos genera la intriga de
querer saber cómo han llegado los personajes a ese casi punto final que se nos
adelanta. Al principio me chocó el estilo narrativo como lo hacen todas las
novelas que usan el verbo en presente pero a las pocas páginas ya me había
olvidado de ello porque estaba completamente atrapada en la historia. Muchos
detalles significativos, imágenes muy concretas, sensaciones nos llevan a un
final inesperado.
En total abarca el periodo de tiempo que transcurre entre
1934 y 1945 con algunas incursiones al futuro que nos aclaran el destino y
presente de estos personajes. Y el conflicto está ahí de fondo, sin
profundizarlo ni detallarlo, centrándose Doerr en los años de la ocupación
Alemania en Francia y sobre todo el Saint-Malo donde la resistencia encontró
una forma clandestina de luchar. Tampoco se echa de menos una contextualización
más amplia ya que es un periodo ampliamente conocido.
Conclusión
La luz que no
puedes ver me ha parecido una buena novela
y una lectura muy interesante. Anthony Doerr nos cuenta una buena historia de una forma muy atractiva y
con unos personajes que tienen vida propia.