Título: Memorias de un asesino a sueldo
Autor: Daniel Ter
Publicación: Algón, enero de 2015
Páginas: 180
¿Por qué hay que aguantar ocho horas al día, cinco
días a la semana, veinte al mes y doscientos diecinueve al año, sentado tras un
escritorio? Y además hasta que cumplas sesenta y siete tacos o te mueras antes.
¿Hay algo que pueda explicar los madrugones y las cabezadas contra el cristal
helado de la ventanilla del tren de las siete y media? ¿De verdad llevas la
vida que soñaste alguna vez? Aquí vas a encontrar respuestas inesperadas a esas
preguntas impertinentes. Con situaciones ridículas, humor negro, momentos
esperpénticos, anécdotas entrañables, marrones a raudales, crisis de
autoconfianza, sermones morales y puñaladas traperas. Si lo empiezas no podrás
dejarlo. ¡Atrévete!
Mis impresiones
No siempre se
eligen de forma adecuada ciertas lecturas a pesar de que una que se va
conociendo y más o menos suele acertar. Todos tenemos ciertos patrones o clases
de novelas que nos harán sentirnos más cómodos o se adaptaran mejor a nuestros
gustos. Ya a veces queremos experimentar, explorar otros modelos diferentes
pero el resultado no siempre llega a ser satisfactorio. Y puede que esto último
es lo que me haya ocurrido con esta novela. En esta ocasión no he sido capaz de
conectar con el libro que hoy os traigo. Quizás yo esperaba encontrar otro tipo
de historia, otro tipo de humor o quizás es que no era para mí. A veces se
produce un desencuentro entre lo que el escritor propone y lo que el lector
espera encontrar.
Memorias de un asesino a sueldo no es una novela al uso sino como bien indica su
título es un libro de memorias ficticias, por lo que no encontraremos una historia
tradicional con un desarrollo que cuente con una introducción, un nudo y un
desenlace. Es más correcto indicar que es una recopilación de anécdotas narradas
de la mano de su propio protagonista, un delincuente que se gana la vida con el
crimen, mientras explora como es su vida a las que se suman muchas reflexiones
sobre el mundo que le rodea.
Porque este
personaje, del que creo que en ningún momento llegamos a conocer el nombre, en
vez de tener un trabajo convencional que le ancle a una rutina, a un horario
determinado o a un sueldo fijo está abierto a cualquier actividad delictiva que
le reporte beneficios económicos. Así en su día a día se dedica a asesinar,
robar, atracar, secuestrar o amenazar a quien se tercie. Y capítulo a capítulo intentará
desmontar todas esos tópicos o mitos de la profesión haciendo gala de un humor
muy negro. Porque según el protagonista de esta historia el cine ha hecho mucho
daño a la imagen que se proyecta del delincuente frecuentemente representado
por tipos duros capaces de atravesar puertas o asesinos fríos y calculadores sin
conciencia ni sentimientos. Pero ¿Puede un tipo completamente normal dedicarse
a esta profesión? ¿Cuáles son los motivos por los que alguien decide dedicarse
a eso? ¿Tiene conciencia? ¿Qué hace un delincuente en su tiempo libre?
Las situaciones
por las que va pasando este personaje son de diferente naturaleza algunas
ridículas, otras extravagantes, algunas extrañas o otras imposibles. Es cierto
que su autor intenta dar un toque de comicidad a las mismas pero yo en
particular no he conectado con este toque de humor que el libro contiene. Algunas
sí que me han resultado simpáticas pero en general no me ha resultado tan
divertido como hubiese esperado. Quizás sea el momento particular en que lo he
leído o quizás es que tampoco he terminado de simpatizar con el protagonista.
Es un personaje que he percibido de forma fatalista y que se me ha conformado
como una persona muy negativa.
Memorias de un asesino a sueldo realiza además una crítica brutal y muy descomedida
contra la sociedad actual a la vez que pretende hacer al lector reflexionar
sobre todo aquello que le rodea. Los temas que va tocando son de muy distinta
naturaleza pero que destacan por una visión muy pesimista de la sociedad mostrándonos
un mundo bastante podrido. Así nos hace cuestionar, por ejemplo, para qué
sirven valores como la educación, el trabajo o el esfuerzo si en el fondo
estamos condenados al fracaso. Otras cuestiones que sobrevuelan la conciencia
del protagonista abarcan temas como el orden social, la religión haciéndose eco
de los creyentes devotos que practican lo contrario a lo que la doctrina
sugiere, critica las malas prácticas de los gobiernos o la pasividad de la
comunidad internacional ante guerras, genocidios y la existencia de dictadores.
Temas muy serios que contrastan con el tono del novela y su contenido y que
resulta ser una mezcla que yo no he terminado de encajar.
“La vida es la mercancía
más barata del mundo. Se renueva constantemente. No tiene límite. No hay motivo
para no derrocharla” (Página 47)
Tampoco deja
atrás las reflexiones sobre temas más trascendentales que hacen referencia a
los secretos que esconde el universo, la búsqueda propia de la felicidad, sobre
la importancia del dinero o el materialismo en sí mismo. Daniel Ter propone
cosas muy interesantes aunque a mí personalmente me apetece más una sugerencia
que me permita plantearme esas mismas cuestiones por mi misma que el hecho de
que me lancen las preguntas de forma directa.
Memorias de un asesino a sueldo está narrada con un estilo sencillo, ágil, directo y
en ocasiones incluso desenfadado pero que mantiene las formas en todo momento.
La novela se estructura en sesenta capítulos de extensión muy breve y entre
ellos no se percibe una continuidad, es decir, cada capítulo cuenta episodios
independientes. Lo que si me gustaría destacar de forma muy positiva es que
algunas frases (como la que he copiado más arriba) me han parecido muy buenas, contundentes,
con mucho sentido común y mucho
significado.
Conclusión
Memorias de un asesino a sueldo no era un libro para mí y a lo largo de su lectura he
tenido mis altibajos con ella. A pesar de ello creo que es un título de
narración ágil y fluida que podrá disfrutar otro tipo de lector más
predispuesto al humor que el autor propone.