Título: Los caminos del mar
Autora: Magdalena Albero Andrés
Publicación: Roca editorial, septiembre de 2014
Páginas: 384
En el año 285 a.C
Irene tiene quince años y vive con su padre en Atenas. Su educación, que Kleón
ha cuidado con un esmero nada habitual para una mujer, la ha convertido en una
joven curiosa y culta. Sin embargo, todo su mundo se derrumba cuando él es
encarcelado. Irene queda bajo la tutela de Herófilo, un familiar médico con el
que huirá de Atenas. Durante una larga estancia en Creta, donde se ven
obligados a recalar, Irene acabará por adquirir conocimientos básicos de
medicina, suficientes para despertar su interés por continuar aprendiendo y
practicando. Así empieza su periplo por el Mediterráneo, que es a la vez un
viaje hacia el descubrimiento de sí misma.
En la aventura vital de la protagonista se cruzan no sólo los dos hombres a los que amará, sino también personajes históricos como Herófilo de Calcedonia, el rey Ptolomeo I o el filósofo Epicuro, y las mujeres anónimas -campesinas, esclavas, cortesanas y esposas de ciudadanos griegos-, que la ayudarán a convertirse en adulta. Las peripecias de Irene nos acercan a una época en que la ciencia médica daba sus primeros pasos y el arte y la filosofía formaban la conciencia colectiva y se planteaban dilemas no muy alejados de los que vivimos hoy. Una vida fascinante narrada en una novela imperdible.
Mis impresiones
Con una portada tan sugerente y una sinopsis tan atractiva
que destaca el papel de una mujer en la antigüedad era muy difícil que Los caminos del mar no llamará mi
atención. La opera prima de Magdalena Albero Andrés resultó ganadora del II
Certamen Internacional de Novela Histórica Ciudad de Úbeda.
Tras su lectura he podido que está muy conseguida y que
en absoluto podríamos relacionar con una primera publicación de un autor. Se
trata de una novela de corte histórico que entre sus puntos fuertes cuenta con la
impecable construcción del personaje que la protagoniza y la recreación
perfecta de los escenarios y el contexto histórico.
“Aquella tarde se llevó consigo todo lo que yo había sido
hasta entonces. Me arrancó de golpe la placidez de mis días, los planes de un
futuro que apenas había empezado a trazar y todo aquello que actuaba como
referente a mi alrededor. En pocas palabras mi padre me explicó qué había
dispuesto para mí. ”
Los caminos del mar
comienza en la ciudad de Atenas en el año 285 a. C. A sus quince años, la joven
Irene ve como su mundo se desmorona cuando descubre que su padre está a punto
de ser encarcelado después de haber sido calumniado y acusado de traición. Kleón,
que es el nombre de su progenitor, es la única familia que le queda en la vida
ya que su madre y hermanos murieron a causa de la peste cuando ella era tan
solo una niña.
Antes de verse privado de su libertad Kleón y ante la inviabilidad de seguir manteniendo el
compromiso de un matrimonio ya concertado, ha encomendado el cuidado de Irene a
Herófilo, un familiar médico con el que la joven viajará a Alejandría. Pero
algo ocurre en el barco que no llegan a la ciudad que les espera y se ven
obligados a permanecer retenidos durante algún tiempo en la isla de Creta.
Es a partir de este punto cuando Irene comienza a
enfrentarse a su nueva vida, obligada a superar muchos obstáculos en su día a
día, a afrontar todo tipo de situaciones y sobrevivir en un mundo sujeto a las
normas masculinas que intentará evitar que ella misma tome las riendas de su
vida. Pero aparte de crecer y fortalecerse conocerá el amor. Serán dos los
hombres que marquen su destino de forma definitiva….
Como os decía antes, Irene, la protagonista de esta
historia es un personaje trazado de forma impecable. Y no solo porque esté muy
bien definido, matizado y que resulta sólido a ojos del lector sino porque
tiene un carácter muy atractivo que nos hace conectar con ella desde las
primeras páginas. Se trata de una mujer valiente, fuerte y decidida que incluso
llega a sorprenderse a sí misma en ciertos momentos. Pero me ha gustado también
verla caer en momentos de debilidad, dejarse llevar por las circunstancias y
cometer errores, ya que esto la hace más humana. En los comienzos sabemos que
Irene perdió de forma prematura a su madre y su hermano, convirtiéndose su
padre en su único consuelo. Hasta ese momento habían sido dos grandes desconocidos
en una misma familia y cuando se reencontraron en el mismo hogar, sacudido por
el dolor, él se convirtió en su amigo, confidente, protector y maestro. Kleón
procuró siempre que su hija tuviese una educación muy completa.
Alrededor de ella existe un elenco de secundarios que
complementan su actuación, que van y vienen a lo largo de la historia y que
aportan tramas secundarias con las que se enriquece la misma. Así algunos que
destacan son Herófilo y su mujer Caledonia, que acogen a Irene, el joven
escultor Leandro, su madre Exome, Manetho, con quien Irene establecerá una
profunda relación, Areté, una hetaira o Linos. De estos algunos son personajes
históricos reales como Herófilo, cuyos aportes fueron muy significativos en el
campo médico, el rey Ptolomeo I o el filosofo Epicuro (el del famoso Jardín. )
Otro de los grandes aciertos de Magdalena Albero en Los caminos del mar es la presentación y desarrollo del contexto
histórico en que trascurre la acción. A través de Atenas, la isla de Creta o
Alejandría entre otras ciudades de Grecia, que son puntos de interés, se va
formando en nuestra mente una imagen muy exacta del modo en que se desenvolvía esa
sociedad en el siglo III a. C. La forma de vida, su gobierno, algunas de sus
costumbres, el funcionamiento de su día a día se mezclan con otro tema como es
la situación de la mujer en la sociedad. El contacto con Herófilo lleva a Irene
a adquirir ciertos conocimientos de medicina y a pesar de sentirse preparada
para ayudar a los enfermos vive en un mundo donde está tajantemente prohibido a
la mujer ejercer tal doctrina. Y además vemos como es una ciencia que aún está
por desarrollarse y que es importante experimentar con ella a la vez que ir
recopilando los nuevos descubrimientos.
A pesar de la multitud de aventuras que suceden a la
protagonista de la historia es una novela para leer con calma dejándose empapar
de todo lo que rodea a estas circunstancias. Los caminos del mar está narrada en primera persona por su protagonista
lo que aunque nos da una percepción algo reducida y muy personal nos permite
adentrarnos en las profundidades del personaje. Esta voz muy cuidada, de ritmo
tranquilo y detallista relata sin cometer excesos. Su autora encuentra el punto
justo para que resulte instructiva sin llegar a ser tediosa o pesada.
Conclusión
Los caminos del mar
es una buena novela para los amantes del género histórico. Entretenida, con una
maravillosa recreación del contexto histórico y un personaje interesante que
nos acompaña durante un recorrido por la Grecia clásica.