Título: Olivia o la lista de los sueños posibles
Autora: Paola Calvetti
Publicación: Martínez Roca, septiembre de 2013
Páginas: 252
Inesperados. Así son los regalos dignos de este nombre. E inesperado es el inicio de esta historia: pocos días antes de Navidad, Olivia, una joven tímida, soñadora y romántica, es despedida. Con la única compañía de una enorme caja donde ha guardado sus cosas, Olivia pasea perdida por la ciudad hasta que encuentra refugio en un bar. Sentada a una mesa, observa a los variopintos clientes que entran y salen, entabla surrealistas conversaciones con un camarero y se sumerge en su pasatiempo preferido: escribir listas… Todo ello bajo el manto protector de su abuela, que le hizo el regalo más especial: una vieja Polaroid con la que Olivia retrata los momentos más hermosos de su vida.
En la misma ciudad y a la misma hora aparece Diego, un joven abogado para el que también es un día especial; un día que quizá ofrezca un poco de paz a un dolor que ha marcado su infancia.
Si es verdad que el destino sigue reglas invisibles y es un poco caprichoso, tal vez, pero solo tal vez, justo en este momento los destinos de ambos se estén poniendo de acuerdo para encontrarse y reconfortarse…
Mi experiencia con la novela
A veces un hecho inesperado desencadena un terrible caos en nuestra vida. La ruptura con una pareja, un despido laboral, la desaparición de un ser querido son peligros a los que cualquiera de nosotros estamos expuestos. Cuando algo así ocurre no sólo se desencadena un tormenta de sentimientos, recuerdos o pensamientos sino que nos obliga a buscar un nuevo lugar en el mundo, a encontrar esa pequeña parcela que debemos ocupar y llenar el espacio que ha quedado libre. Esta es una de las bases sobre las que se construye esta bonita y encantadora historia.
Olivia o la lista de los sueños posibles, recién salida de la editorial Martínez Roca, lo hace con una portada atractiva e incluso divertida pero me ha sorprendido muchísimo porque no resulta tan ligera como su cubierta nos hace pensar. No es una novela para leer de pasada en poco tiempo sino que resulta necesario leer con tranquilidad, saborear sus palabras para sacarle provecho a la historia y comprender lo que su autora nos quiere contar. Mientras más avanzaba en la novela iba decelerando el ritmo de su lectura dejándome llevar por las reflexiones e ideas que contiene.
La novela comienza con una bonita imagen de dos niños que viven situaciones parecidas en un mismo momento y entre ellos a través de una mirada, sin ninguna palabra de por medio, surge una especie de conexión que les llevará a que su destino se una y aleje constantemente sin que ambos sean conscientes de ello.
“Y entonces, en esa fracción infinitesimal de tiempo, sucedió que sus dos almas se hablaron. Tal vez el silencioso diálogo permanecerá en alguna parte, dentro de ellos, hasta que el destino, o comoquiera que lo llaméis, decida manifestarse” (Página 10)
Años más tarde y a pocos días de la Navidad, Olivia, encargada de prensa en una agencia de comunicación, es despedida. Un hecho inesperado que trastoca su existencia. Con una tristeza increíble y de algún modo desorientada abandona el que hasta ese momento ha sido su lugar de trabajo, con una caja donde guardar lo poco que queda de ese tiempo y comienza a deambular por las calles de la ciudad bajo una nevada que enfría el cuerpo y el corazón. Evitando encontrarse con la intimidad de su hogar y sumergirse en la autocompasión se refugia en un bar donde gracias a la compañía de un agradable camarero y un chocolate caliente puede mirar por fin hacia adelante y comienza a hacer un repaso de lo que hasta ese momento ha sido su vida. Sus estudios, el primer amor, su primer trabajo y las personas que más le han marcado, prestando especial atención a los consejos que su abuela le regaló antes de marcharse. Su nueva vida comienza a partir de ese momento y empieza a planificarla mediante uno de sus pasatiempos favoritos, la elaboración de listas. Mientras observa los distintos y peculiares clientes que acuden al establecimiento, su Moleskine se va llenando de cosas en las que emplear el tiempo, cosas a las que renunciar y sus alternativas posibles u ocurrencias para ahorrar entre otras. Ideas factibles y que fácilmente se pueden conseguir.
Al mismo tiempo, en otra parte de la ciudad, otro personaje llamado Diego aparece en escena con la esperanza de que ese día ocurra algo especial y ver por fin aliviado el dolor que siente por algo que ocurrió en el pasado que marcó su infancia y condicionó tanto su familia como su futuro. Dos personajes sólidos y realistas que reflejan a la perfección los jóvenes adultos de una sociedad en que los problemas sentimentales, laborales y familiares asfixian a muchos.
Olivia y Diego son personajes muy intensos que conoceremos a fondo a lo largo de la novela. Ella a punto de cumplir los treinta y cuatro años, es independiente, práctica, resuelta y amante de la palabra. Él es solitario, responsable y poco hablador, abogado pero apasionado de la física. Entre ambos protagonistas existen evidentes paralelismos, incluso nacieron en el mismo año. Los dos además están marcados por la pérdida de un ser querido que representaba un pilar básico en su vida y como el tiempo tiene una importancia fundamental en la novela les ocurrió en el mismo momento.
No son muchos más los personajes que aparecen en la novela, al menos físicamente. Salvo la figura de Manuel, el amable y servicial camarero o los diversos clientes que van pasando por allí el resto de personajes se presentan en forma de recuerdos. Gran importancia cobra en la vida de Olivia la figura de su abuela, la mujer que le enseñó a amar la literatura y que un día le puso una Polaroid en las manos abriéndole un nuevo mundo de posibilidades y fomentando su imaginación. En cambio para Diego, esta figura es representada por su hermano, que hizo algo que condicionó a toda la familia.
Esta es una novela que se construye a partir de pequeñas coincidencias, de caprichos del destino que unen y alejan a dos personajes cuyas vidas tienen trayectorias paralelas, que se han cruzado constantemente y cuyas almas se han tocado sin que ellos pudieran percibirlo. ¿Pueden dos personas haberse encontrado infinidad de veces en la misma situación y pueden no reconocerse? ¿Qué ocurriría si por fin se encontrarán? ¿Se hablarían sus almas?
Una de las cosas que más me han gustado de esta novela es el estilo con que la autora escribe una historia tan original y fresca. Con un prosa juguetona, con mucho sentido del humor, ideas ingeniosas y detalles sugerentes la novela no tiene un argumento muy definido sino que es un compendio de recuerdos. Algunos tristes, otros divertidos, de reflexiones sobre el pasado y los sueños por cumplir. En ella no hay muchos diálogos pero aún así se lee de forma fluida y amena. Olivia o la lista de los sueños posibles no cuenta con una acción trepidante o giros inesperados, es simplemente el relato de la intimidad de dos vidas. Recuerdos, emociones, deseos, esperanza, dolor, muy parecidos a los que todos nosotros hemos vivido alguna vez.
La novela se estructura mediante capítulos en los que se intercalan las narraciones dedicadas a cada uno de los protagonistas. Los que se centran en Olivia están narrados en primera persona por ella misma de forma que todo lo que nos va contando pertenece a su subjetividad y su propia visión del exterior y los títulos se van definiendo mediante las horas del único día en que transcurre toda la acción. En cambio, la parte referida a Diego, está narrada en tercera persona y el título de sus capítulos se indica con un sencillo Él.
Como telón de fondo Paola Calvetti no se olvida de la inmensa crisis que atenaza el mundo y critica abiertamente la precariedad de los empleados frente al derroche que los altos cargos siguen permitiéndose, a los despidos que se excusan con la crisis y la delicada situación laboral de la juventud que se ve imposibilitada de vivir con sus propios medios y de forma independiente. La juventud se eterniza y aunque adultos nunca terminan de desprenderse de la dependencia.
Si toda la novela tiene un halo de magia que rodea a sus personajes, el capítulo final es de una gran sensibilidad y delicadeza. De esos que se leen con el corazón encogido y dejan un buenísimo sabor de boca.
Conclusión
Olivia o la lista de los sueños posibles es una novela que nos habla de los caprichos del destino pero que también nos ofrece una esperanza para los momentos más duros. Una obra que a pesar de su no muy extensa longitud da muchísimo de sí y ofrece al lector buenos argumentos para leerla.