Comencé al año con una novela de una de mis autoras favoritas, Almudena Grandes, que tiene proyectado hacer un repaso por varios episodios de la Guerra civil Española. Como siempre, volvió a conquistarme con su prosa y un personaje femenino con mucho carcter. Inés y la alegría nos narra lo que ocurrió en el Valle de Arán, un episodio poco conocido sobre el cual ha construido un excelente relato.
Otra de las novelas que he leído este año y su descubrimiento se lo debo a Pedro (El buho entre libros) es Por favor cuida de mamá, un libro narrado con mucha sensibilidad y cariño que despertó en mí mucha ternura. Una historia con caracter intimista y que emociona.
Mi hermana del alma es un bonito relato sobre el valor de la amistad y el amor fraternal. Una historia muy sensible que se desarrolla en la exótica India.
El invierno del mundo es la última apuesta de Ken Follet para conquistar al lector con la Segunda Guerra Mundial y conmigo sin duda lo ha conseguido.
Felix Modroño ha sorprendido a todo el mundo con una historia que contiene un poco de todo. Con la dosis justa de amor e intriga construye una historia de perdidas y anhelos.
La delicadeza es una historia que nos hará reflexionar sobre el amor, la vida y la fuerza del destino. Con unos personajes inolvidables es una historia capaz de llegar al corazón.
Una saga familiar sugerente y perfectamente recreada que nos lleva hasta la isla de Fernando Poo.