martes, 11 de diciembre de 2012

Como polvo de la tierra - Miguel Ángel Badal


El comienzo de la historia se sitúa en Cuenca en el año 1348 donde un médico judío, Aben Yosef Leví ha acudido junto a su esposa para refugiarse en la casa de su hermano. Acusado de la propagación de un mal conocido como el morbo o peste negra ha tenido que abandonar su hogar en la Villa de Cañete y la judería donde trabajaba como médico.
 
La terrible enfermedad se extiende sobre el reino de Castilla causando un gran número de muertos. Nadie sabe su origen ni cuál es la forma de contagio. Lo único cierto es que una vez la enfermedad hace presencia en una persona causando fiebres y bubas negras es imposible la recuperación.
Ante esta circunstancia Leví intentará luchar por todos los medios posibles contra la peste y sus consecuencias. Su situación se verá además agravada con la llegada de la guerra y el hambre.

Mi experiencia con la novela

Si sois aficionados a la novela histórica esta propuesta de Edicicones Tagus (sello de Casa del Libro) seguro que os interesa y cumple con creces vuestras expectativas.  La novela histórica me gusta aunque suelo ser bastante selectiva en este género. Prefiero las novelas que no avasallan con muchos datos históricos y agradezco enormemente que la novela me transporte a la época en que está ambientada. Es decir, prefiero la creación de ambientes a la rigurosidad documental o la compilación de mucha información sin entretenimiento.

“Como polvo de la tierra” es una de esas novelas que cuenta con una brillantísima ambientación y que muy lejos de llegar a agobiar con fechas y datos concretos consigue que disfrutemos de una historia de ficción situada en unos de los periodos mas oscuros de la historia de la humanidad.

El argumento nos narra las dificultades a las que debe sobreponerse un médico (en la novela denominado como físico), Aben Yosef Leví, debido a un letal brote de peste negra que asola la región de Castilla. Cuando además se produce la guerra de los Pedros que enfrenta a los reinos de Castilla y Aragóns su situación empeora dramáticamente. La población vive asediada por el hambre, las enfermedades, la pobreza y las malas condiciones higiénicas.

La historia comienza en Cuenca en el año 1348 pero el relato se remonta a unos cuatro o cinco meses antes narrándonos las circunstancias que obligaron al médico a huir de su hogar en la Villa de Cañete y buscar asilo en casa de su hermano. Los judíos fueron acusados de ser los causantes de dicho mal por haber envenenado las aguas.

Poco después Leví deberá volver a abandonar su ciudad natal para instalarse en Teruel donde lo pierde todo. Se verá en la más absoluta pobreza, mendigando y luchando contra esa enfermedad a la que no consigue dar remedio ni siquiera aplacar. Cuando estalla la guerra la situación se torna aún más delicada y su vida se convierte en una lucha diaria por sobrevivir porque además los judíos son perseguidos y atacados.

A priori el argumento me parecía muy atractivo y la verdad es que la novela me ha gustado mucho. A lo largo de su lectura he tenido la sensación de que me movía en una trama circular. El protagonista se ve atrapado en una especie de círculo vicioso donde situaciones parecidas se repiten una y otra vez a pesar de todos sus intentos por llevar una vida normal, ejercer su profesión y perpetuar su linaje.

Si algo he echado en falta en la novela son buenas descripciones de personajes. El protagonista principal si está bien retratado y llegarnos a conocerle a fondo pero de los muchos secundarios que aparecen tenemos únicamente breves pinceladas.  En ciertas ocasiones he tenido la sensación que su objetivo era rellenar la historia y sus figuras no son más que simples bosquejos que ayudan al protagonista a llegar a determinadas situaciones.

Leví se caracteriza por ser un hombre culto y honrado que ejerce la medicina por vocación, amante de su esposa y leal. Procedente de un largo clan de hombres dedicados a la ciencia también es un hombre comprometido con sus creencias religiosas.

Para recrear perfectamente la época la prosa tiene el sabor añejo de ese periodo. No es que sean fragmentos puntuales o palabras sueltas sino que desde principio a fin el libro parece haber sido engendrado en la época en la que transcurre la acción. Reconozco que por ello  me costó un poco entrar en la historia. La construcción de frases, el vocabulario el vocabulario muy formal y lleno de arcaísmos así como el uso de numerosos topónimos antiguos y palabras que definen conceptos judíos exigen un ejercicio de adaptación inicial pero que una vez superado este proceso permite disfrutar ampliamente de la novela. No es que sea difícil la compresión del texto pero si ralentiza su lectura el no estar acostumbrados a esa forma de expresarse. Al final de la misma se incorpora un glosario para aclarar muchos de los términos que aparecen en la misma, un detalle que es de agradecer.

La novela está narrada en primera persona por su protagonista y para ello utilizada dos medios. El primero de ellos es su diario personal donde anota para sí mismo lo que ocurre en su día a día y donde hay un espacio para sus sentimientos. También recoge sus experiencias y las enfermedades que trata así como sus remedios haciendo hincapié en la evolución de la peste negra. Un segundo medio es el que tiene forma epistolar, a través del cual informa a parientes o amigos de los cambios que se van produciendo en su vida. De estas dos formas tenemos acceso de primera mano además a los sentimientos y pensamientos que sufre Leví, cómo vive las desgracias y como afectan a su estado de ánimo.

Esta es una novela que cuida cada uno de los detalles y aspectos. Incluso las fechas están indicadas mediante el calendario hebreo que mide el tiempo de forma distinta al gregoriano y será a través de notas como consigamos saber su equivalencia.

Lo que más me ha fascinado de la novela es excelente e impecable recreación que el autor hace de la época. Se nota que está documentada y cuidada al detalle y desde su comienzo es capaz de trasladarnos a la época.

El libro se desarrolla entre 1348 y 1369, nos encontramos a mitad del siglo XIV, uno de los periodos más oscuros de la historia. La tasa de mortandad era altísima debido al hambre, las enfermedades y la guerra. La situación de la sociedad era muy precaria, la escasez estaba a la orden del día y la falta de higiene y alimentos hacía que la población asustada cometiera verdades barbaridades.

Cuando surgió el brote los judíos fueron acusados de provocar la enfermedad y envenenar las aguas. A partir de este momento se produce un enfrentamiento entre cristianos y judíos de forma que son atacados, castigados y aislados. Salir fuera de las juderías se convierte en un peligro para ellos e incluso Leví tendrá que abandonar su oficio.

Otra de las cosas que me ha gustado mucho de la novela es la multitud de conocimientos que aporta sobre el modo de vida y las costumbres judías de la época. Sus creencias y ciertos ritos en torno al matrimonio o la muerte son descritos en este libro. La comunidad judía se rige por el Torá o la Ley de Moisés que indica las pautas a seguir y que pueden resultar muy curiosos.

Conclusión

“Como polvo de la tierra” es una novela muy recomendable para los amantes del género histórico. Tanto el argumento como la construcción de la historia hacen de esta una novela solida, con la que además de disfrutar uno puede adquirir muchos conocimientos.
 
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** Gracias por el ejemplar a: