Follet nos narra distintos puntos de vista a través de distintos
personajes, que confluyen distintos estados y características. Nos encontramos
con distintas nacionalidades, británicos, rusos, alemanes, estadounidenses,
etc, también encontramos distintas clases sociales, desde aristócratas y
miembros de la alta sociedad con elevado poder económico hasta obreros que se
juegan la vida diariamente en una mina de carbón.
Los personajes
no solo tienen características distintas sino que piensan de forma distinta,
unos quieren la guerra y otros luchan por la paz, encontramos personajes
conservadores en contrapunto con la actitud liberadora y reaccionaria de
algunas mujeres en la novela que no quieren seguir a la sombra.
Pero no todo en esta novela es guerra o política, porque en esta novela
también encontramos historias de amor. Amor entre personas de distintas clases
sociales, entre personajes de países enemigos en la guerra, amor por interés o
amor pasional. Historias de amigos y enemigos.
Mi experiencia con la novela
Recupero mi opinión sobre esta novela aprovechando que acaba de publicarse
la última de Ken Follet titulada “El invierno del mundo” por si alguien tiene dudas a la hora de acercarse a
la trilogía “The century”.
En esta novela el autor nos acerca a la primera guerra mundial y la
revolución rusa. En la segunda parte la historia se centra en la segunda guerra
mundial y la tercera parece que va a estar ambientada en la guerra fría.
No es necesario leer estas novelas en orden porque aunque los personajes
están relacionados por vínculos familiares las historias son independientes. A mí me gusta leerlas en orden pero si lees la segunda y tienes curiosidad por ver como vivieron los padres de los protagonistas puedes alterar el orden sin perderte nada.
Es una novela coral caracterizada por el gran numero de personajes que
pasan a través de sus páginas aunque muchos de ellos concurren en familias. Personajes muy distintos y con vivencias también muy distintas.
La familia Williams se ha dedicado tradicionalmente a la minera pero con el
tiempo los retoños de la familia, Ethel y Billy se convertirán en parte
fundamental y activa en la situación política mundial. Ethel al luchar por los
derechos de las mujeres y Billy al formar parte del ejército en la guerra.
El conde Firtzherbert es uno de los hombres más ricos de Gran Bretaña
gracias a su herencia. Un hombre a quien la guerra le produce interesantes
perspectivas a la hora de conseguir un reconcomiendo militar en el ejército y
desmarcarse de su carrera hasta ese momento. Su hermana Maud es una mujer
luchadora que pugna por los derechos de las mujeres.
Los hermanos Grigori y Lev Peshkov que viven en San Petersburgo y trabajan
en una fábrica de trenes y se ven afectados por la revolución rusa. Incluso uno
de ellos debe huir de su ciudad natal.
Walter Von Ulrich, un aristócrata alemán enamorado de una mujer británica
de ideas liberales y revolucionarias. Todo lo contrario de lo que sus padres
esperan de él. Es un personaje que lucha constantemente por la paz desde su
puesto de trabajo en la embajada alemana.
Gus Dewar el último consejero del presidente Wilson. Su máxima aspiración
es llegar a trabajar en la casa blanca.
En la novela también aparecen personajes reales que han tenido su lugar en
la historia. Woodrow Wilson, el 28º presidente de Estados Unidos, el rey Jorge
V de Inglaterra, Wiston Churchill, miembro del parlamento británico, o Lenin,
el jefe del partido bolchevique. Aunque Follet mezcla realidad y ficción, según
el mismo reconoce, las palabras que pone en boca de ellos o hechos que
sucedieron bien pudieron ocurrir de forma que ha intentado ser lo más fiel
posible a la historia verdadera.
A pesar del gran numero de personajes que concurren en la novela en ningún
momento resulta agobiante ni corres el riesgo de perderte entre ellos por la
forma en que se nos van presentando, paulatinamente y relacionando unos con
otros.
Todos están muy bien definidos y destaca la variedad de caracteres que recoge
en la historia. Los hay de todas las nacionalidades, rusos, alemanes, británicos
o americanos pero también de distintas clases sociales, la clase obrera, la
burguesa o aristocrática que viven de forma muy distinta la guerra y tienen
unas opiniones muy distintas. Aunque sus
personalidades están llevados al extremo, los hay muy buenos y muy malos. Pero
sin duda, es capaz de emocionarnos con sus historias y crear figuras con las
que es muy fácil empatizar. Sabe lanzar
el gancho con tramas personales que que enganchan y que inmediantamente nos posicionan a favor o en contra de los personajes.
La novela transcurre entre 1911 y 1923 y se divide en tres partes, bien
ordenadas presentando en la primera de ellas las causas que llevan al conflicto
bélico seguido de la guerra y sus consecuencias. Paralamente a la guerra hay otros muchos temas como la revolución rusa. La religión que comienza a separarse de la vida cotidiana de de las personas ya que la fe comienza a ponerse en duda. El amor en sus diversos ámbitos, por interés, el imposible que se da en personas que deberían odiarse porque sus países están en guerra. La opresión de la clase trabajadora y su lucha por los derechos. El feminismo y la incorporación de la mujer al mundo de la política así como el reconocimiento de sus derechos. Y sobre las consecuencia de una guerra muy cruenta que causó estragos en la población.
Es evidente que Follet ha encontrado una fórmula mágica para conquistar a
los lectores y sus libros venden millones de copias. A mí, desde luego ha
conseguido conquistarme con este tipo de novelas. Su éxito, en mi opinión, radica en la capacidad que tiene para mezclar
historia con fantasía añadiendo historias muy humanas que te enganchan. Es
cierto que sus libros no cuentan con una gran técnica literaria pero sabe
narrar de forma que llega al lector. Su prosa es sencilla y lineal, cercana y
acogedora. Problamente nunca gane el nobel pero habrá vendido millones de libros.
La novela, a pesar de sus más de mil páginas, me duró muy poco en su
momento y estoy deseando coger “El invierno del mundo” porque sé que me a
encantar. Para mí, Follet es una apuesta segura. Además el tema de la segunda
guerra mundial es uno de mis favoritos.