lunes, 16 de marzo de 2020

Los años impares - María Sirvent


No sé muy bien cómo empezar esta reseña y tampoco sé muy bien que es lo que puedo contaros de este libro. Bueno, en fin, voy a empezar por el principio. Esta novela me llamó la atención por su sino por su sinopsis (algo que es lo normal), que comienza diciendo:

“Mi madre es ese tipo de mujer a la que siempre le sobra día. Para ella, el mundo empieza alrededor de las tres de la tarde, cuando ya está fregada la cocina. Luego se sienta en el sillón y ve la telenovela de la uno y entonces es feliz, blanda y feliz. No es cariñosa, no tiene aficiones y apenas sale de la casa. Lo que más le gusta es irse a dormir, se pasa la mitad del día esperando que llegue la noche para irse a dormir.”

El caso es que a mis se me activaron todas las alertas y mi mente comenzó a aventurarse, conjeturar e ideas. Y me hice una idea equivocada de la historia que iba a encontrar. Entono el mea culpa pero también creo que es una de las contraportadas con menos parecido a la historia que he leído en mi vida.

Ni siquiera sé muy bien que contaros del argumento. Es una historia coral que en la nos camos a encontrar con la existencia vital de un grupo de personajes que en principio no sabemos muy bien ni que tienen que ver unos con otros ni cuál es el objetivo de la novela. Es difícil adelantarse y saber qué es lo que la autora quiere contar.

Y es que no solo que el libro no tiene nada que ver con lo que inicialmente intuía sino que su arquitectura también es rara. Constantemente cambios de persona, de época y de lugar y tardamos algún tiempo en situarnos. Pero a la que vez que ocurre todo eso el libro a la vez que superas esa cosa raruna que tienes y que no puedes identificar la autora te atrapa con su forma de narrar y con lo que cuenta.

En muchas ocasiones predomina la exposición de las emociones y pensamientos a través de un narrador en tercera persona que sabe capaz perfectamente su esencia. Un libro que es imposible que se te haga tedioso o aburrido ya que de vez en cuando nos encontramos con momentos más distendidos en lo que prima el sentido del humor. En ellas hay historias muy diferentes que tratan de temas muy humanos como los son el fracaso y el triunfo, los sueños incumplidos, la vida que se presenta de una forma que no espera.

Así tenemos la historia de Manolo, que emigró en los setenta de su pueblo, Argamasilla de Alba, a Mallorca y cuya vida transita en la monotonía de ir y venir. O a José Antonio, que ha empezado a trabajar en el mismo bar que Manolo a pesar de que sus aspiraciones son otras. O a Nieves, que siempre ha soñado con triunfar en el mundo de canción.  O Adela, Howard y Paca. Todos ellos pertenecen a la misma familia. Todos ellos están anclados a un lugar que les corta las alas. Porque ellos quieren volar aunque no pueden. Sus historias se entrelazan y quizás todos ellos tengan algo en común. Esa búsqueda de la felicidad.

Y también es un repaso de las últimas décadas de nuestro país, de cómo ha cambiado la sociedad. Desde aquellos primeros valientes que se iban a buscar la vida a la zona costera en verano hasta la importancia de las redes sociales en nuestros días.

En definitiva, Los años impares es una novela narrada de una forma original y un poco extraña. No ha resultado ser lo que esperaba pero ha sido una lectura interesante y entretenida.