Aunque parezca mentira y nos creamos que todos somos muy progres y muy modernos siguen existiendo temas peliagudos que cogemos o explicamos con pinzas. Uno no sabe cuál es la frontera entre ser claro y realista y la de dar demasiada información. Quizás por eso el sexo es un tema que aún nos cuesta tratar con naturalidad. Sobre todo en ese momento en que tu hijo te pregunta y a ti te surge una duda peor ¿Hasta donde cuento?
Otra cosa que sucede es que estamos en la era de la sobre información. Si. Tenemos miles de canales para averiguar todo lo que queremos saber (en mis tiempos te llegaba la información contada a base de revistas que yo creo que hacían una labor social importante porque desmentían muchos mitos y en cierto modo ayudaban a una sociedad pudorosa). Pero también es un momento complicado en el que hay que tener cuidado. No todo lo que nos llega es cierto. Parece mentira pero aún a día de hoy muchos adultos creen cosas que no son ciertas o desconocen algunas importantes.
No todo el mundo es capaz por ello de vivir su sexualidad plenamente ni transmitirle esa idea a los jóvenes. La información es poder. Pero hay que saber transmitirla.
Hace poco me he encontrado con este libro y me ha parecido una obra genial. Es un libro sobre sexualidad que en principio parece estar dirigido para adolescentes pero que es una lectura intersante y amena para cualquier edad. Me parece una herramienta muy recomendable para nosotros los padres, que tarde o temprano nos enfrentamos a preguntas que no tienen porque ser incómodas si uno le da naturalidad al tema pero si a veces difíciles de adecuar a ciertas edades.
En Geografía bajo el ombligo nos vamos a encontrar un texto que aborda la sexualidad de una manera natural pero sin tabúes ni eufemismos y a la vez cuidando el contenido, es decir, la información al máximo posible. Y sobre todo, y para quitarle hierro, de manera divertida y con sentido del humor.
En mi opinión, condensa los puntos más esenciales afectan al ser humano. La homosexualidad, el contacto de tú a tú, el abuso, la fisionomía del cuerpo, las ETS, la reproducción, los métodos anticonceptivos, etc. Todo ello con un toque fresco, con recursos literarios originales (por ejemplo el juicio con personajes imaginarios), desmontando muchos de los tópicos que circulan, explicando otros, introduciendo anécdotas y mitos curiosos. Por todo ello ha sido un libro que he leido con interés y me ha parecido muy divertido y ameno. Y que por supuesto recomiendo. Yo no conocía lo que ocurre en una parte de la población de los niños nacidos en Salinas, en la República Dominicana. Son los Guevedoce, que al parecer nacen como niñas y a los doce años se les desarrollan los genitales masculinos. Toda una sorpresa de la naturaleza.
El libro viene además con ilustraciones de la mano de Cristiza Picazo, que siguen la tónica de sentido del humor del libro. Os dejo algunas de ellas.