Título: Como el bosque en la noche
Autor: Álvaro Bermejo
Publicación: Versátil, 2017
Páginas: 414
Como el bosque en la noche nos adentra en una geografía mítica,
la vieja Navarra, cuna de la cultura vasca. Un pequeño pueblo fronterizo con
Francia, Etxalar, se convierte en escenario de una serie de crímenes que
resucitarán todos los viejos demonios de la comarca. Los aquelarres de
Zugarramurdi quedan a un tiro de piedra, en Yanci se venera a un San Juan Xar
—San Juan el Viejo— que recuerda más al Basajaun de las leyendas ancestrales,
y Akerbeltz —el
carnero negro, emblema del diablo—, preside rituales de los que solo se
habla entre susurros.
Fue a la sombra de sus hayedos donde Orson Welles rodó escenas muy significativas de Campanadas a Medianoche, y también donde Merimée arraigó las peripecias de su Carmen, la gitana de Etxalar.
Fue a la sombra de sus hayedos donde Orson Welles rodó escenas muy significativas de Campanadas a Medianoche, y también donde Merimée arraigó las peripecias de su Carmen, la gitana de Etxalar.
Las hermanas
Echegaray tienen un poco de todo eso. Son descendientes de una bruja
particularmente temible —Laverna la Bella—, viven retiradas en una casona cuyo
nombre rinde un homenaje a la de Patricia Highsmith —Belle Ombre—, y,
ciertamente, su existencia es un tormento atemperado por su devoción hacia Luis
Mariano, el Rey de la Opereta. Nines, la menor de las hermanas, mata
accidentalmente a un inocente. Cree haberlo hecho sin testigos, pero al poco,
recibe una carta de chantaje. Lejos de arredrarse, Juana, la primogénita,
la que ha heredado la marca de las brujas, implementa una estrategia criminal.
Todo se complica cuando Nines sucumbe a la seducción del escritor, y aún más
cuando este ve en ella una encarnación de Mari, la Señora del Abismo.
Mis impresiones
No conocía a Álvaro Bermejo hasta toparme con esta
historia. Ya la portada me atrajo como un imán y además me llamó muchísimo la
atención su sinopsis por esas referencias a la brujería y la mitología navarra.
La novela ha sido ganadora del Premio València 2017 Alfons el Magnànim de
Narrativa.
“Corría
el invierno de 1964 —un invierno tan duro que creímos resucitar cuando llegó la
primavera—, España aún vivía en blanco y negro, bajo el régimen franquista.
Pero aquello, por más que implicara un cierto deshielo del nacionalcatolicismo,
suponía todo un escándalo. Hollywood había aterrizado en la comarca, nada menos
que con Orson Welles a la cabeza, para rodar Campanadas a medianoche.”
La novela transcurre a partir de 1964 en un pueblo de Navarra, muy
cercano a Francia, llamado Etxalar. Allí es donde viven dos hermanas, Nines y
Juana, estigmatizadas y rechazadas por los demás vecinos. Viven en Belle Ombre
con su madre, una casona alejada del pueblo y que les protege de quienes dicen
que son brujas. Su familia lleva el sambenito desde la existencia de una de sus
antepasadas considerada bruja, Laverna Echegaray o Laverna la Bella, cuyo
inquietante retrato permanece inmutable en la casa y observa la vida de sus
habitantes.
Nines ha crecido junto a Santúa, un hombre con la mente de un
eterno niño debido a una discapacidad. Con él se suele encontrar en el
cementero, a donde Nines va a recoger hierba fresca. Pero uno de esos días
Santúa intenta propasarse con ella y la joven en su intento de defenderse
comete un crimen. Le clava “el violín del sacamantecas”, el mejor cuchillo que
tienen. Las dos hermanas intentan borrar todo rastro del incidente, pero en un
lugar tan pequeño siempre hay ojos que ven lo que uno pretende esconder.
Para mí la lectura de Como
el bosque en la noche ha ido de menos a más. La verdad es que me costó un
poco entrar en la historia y al principio me sentía incapaz de conectar con la
historia. Quizás parte de ello fue debido al estilo narrativo del autor que de
primeras se me hizo algo denso y al hecho de que la historia tardara en
arrancar pero a medida que iba avanzando la historia me gustaba más y más. Una
vez terminada la novela la valoración ha sido muy positiva por diferentes
aspectos que ahora os voy a comentar.
Una de estas cosas que me han hecho disfrutar de la novela ha sido
la maravillosa ambientación que consigue su autor. Estamos en un pequeño pueblo
de Navarra, pegado a Francia, y rodeado de bosques frondosos. No cuesta sentir
ese ambiente opresivo y enrarecido que generan los vecinos. Miradas de
desconfianza, viejos prejuicios y supersticiones y una idiosincrasia muy
cerrada. Nadie se libra del pasado.
Además, Navarra tiene una mitología y cultura muy rica en cuanto a
leyendas y creencias populares que iremos viendo cómo afectan a los personajes
de esta historia. Todo ello crea una sensación asfixiante en la novela. No es
que exista un componente fantástico, porque no lo hay, pero hay algo extraño y
oscuro que flota y se percibe en el ambiente. A mí estos temas me encantan y me
hacen disfrutar muchísimo.
Otro punto que considero muy bien logrado en la novela son sus dos
protagonistas. Nines y Juana Echegaray. Son dos hermanas prácticamente aisladas
del mundo y que se relacionan lo mínimo posible con la gente del pueblo. Juana
es una mujer que odia a los hombres y se siente a gusto tal y como está.
Apartada del resto del mundo y cuidando de una madre (también tiene una buena
historia detrás) que hace tiempo que nadie ve fuera del hogar. En cambio, Nines
es más abierta y sueña con tener una vida normal. Quiere escapar del pueblo, y
quizás casarse y formar una bonita familia. Un sueño que cree poder cumplir
cuando se enamora de un atractivo periodista que llega al pueblo buscando
información sobre Carmen, la gitana de Etxalar. Y Nines al entrar este
personaje en juego se irá planteando muchas cosas e irá evolucionando siempre
intentando encontrar la manera de hacer realidad sus aspiraciones.
Son dos personajes que tienen una psicología compleja y una
relación muy cerrada no exenta de conflictos. Iremos conociéndolas poco a poco
al igual que su historia familiar, que también es bastante oscura. Me ha
gustado mucho descubrir esos secretos que guardan las hermanas y que dan lugar
a cierta tensión en la historia así como esa relación tan contradictoria y
complicada que existe entre ellas. Se asemeja un poco a ese bosque en la noche al que hace referencia el título. Peligrosa, llena de escondrijos y en la que si una se adentra se puede perder.
Como apuntaba al principio la novela tiene un estilo que de
entrada puede resultar un poco denso y al que hay que acostumbrarse. Su autor
utiliza un lenguaje al que el excesivo uso de sinónimos y simbolismos, en mi
opinión, hace que la narración sea demasiado enrevesada en algunos momentos.
Esto junto a un ritmo pausado hace que puntualmente la historia se encuentre un
poco lastrada. Las referencias a la música también están ahí.
Pero como también os he dicho antes es una novela en la que hay
que avanzar y sumergirse en la complicada historia que nos presenta. Porque aún
no lo he mencionado pero una serie de asesinatos podrán en jaque al pueblo. El
final nos revela más de una sorpresa alguna que ya esperaba y alguna otra que
me ha pillado desprevenida.
Conclusión
De Como el bosque en la
noche me ha gustado sobre todo gustado su maravillosa ambientación y esa
relación tan oscura que mantienen los dos personajes que la protagonizan. Es una
novela que nos habla de la maldad humana a través de los secretos que esconden
sus personajes.