Hace unos días os hablé de Luzando, la primera novela de Paco Peñarroya. Y hoy os traigo una pequeña entrevista que el autor me ha concedido. Espero que os resulte interesante.
Luzando
es tu primera novela y he leído por ahí que comenzaste a escribirla en
un momento en que te quedaste sin trabajo. ¿Cómo te enfrentaste al reto
de escribir una primera novela? ¿Te has convertido en escritor por
necesidad o vocación?
Lo cierto es que siempre me ha gustado dejar volar la imaginación en
proyectos que ante todo supusieran una implicación de la gente que
estaba alrededor con el objetivo final de todos luego disfrutar del
acabado de tales proyectos. Hasta que en un momento concreto tal
objetivo era complicado en lo que refiere a buscar implicaciones y
dedicarle tiempo, por lo que me plantee, sin conocer este final, el
comenzar a escribir una historia, sin pensar que podía acabar en una
novela, y mucho menos de casi 600 página. Lo que sucedió es que conforme
me ponía a escribir me sucedía a mí a la inversa lo que le sucede al
lector ahora, que la historia me imbuía hasta tal punto de que no podía
dejar de desentrañarla, y así, dedicándole tiempo, porque luego por
circunstancias lo tuve al quedarme sin trabajo y pensar que seguir
escribiendo era una buena fórmula para tener ocupada mente y tiempo, al
final acabó siendo Luzando una realidad.
Sobre lo que pretendía buscar al ponerme a escribir, no coincide la
pretensión que tenía entonces con la que tengo ahora. Cuando comencé,
como te decía antes, más que vocacional lo hacía como hobby, además
hobby sano, pero ahora sí es cierto que necesito escribir, que me pica
el gusanillo de ponerme delante del ordenador y soltar en palabras todo
lo que encierro en la cabeza. Encima estoy luchando, en la inmensidad
del mar, con sacar la novela adelante, y tú sabes lo dificilísimo que
resulta esto, pero yo no quiero verlo como imposible y lo que menos
quisiera en el futuro es reprocharme en lo haberlo intentado. Así que en
ello estamos, buscando promoción y ¿quién sabe si al final la escritura
pudiera cubrir la necesidad? Ojalá.
Luzando
es una novela que se encuadra dentro del género negro pero que también
tiene algo de thriller. ¿Cómo surge la primera idea?
Cuando comencé la escritura de “Luzando” no existía una idea
preconcebida en mi cabeza sobre en qué género podría quedar encuadrada.
Cierto es que mi tipo de lectura preferido son las novelas de misterio,
de intriga, de suspense y sobre todo aquello que pueda generar
desasosiego conforme lo vas leyendo, y no es que me guste sufrir con la
lectura cuando al contrario lo que se debe de hacer con un libro delante
es disfrutarlo, pero esos son mis gustos. Un tipo de novelas que me
gustan, sin tener porque apasionarme, pero las lees amenamente, te meten
en la historia y te generan impaciencia en conocer el final de las
historias, son las de Dan Brown, y sé que esto puede resultar ridículo
si lo escucha un profano en materia literaria, pero es cuestión de
gustos. Y yo un poco quería moverme en un género de ese tipo a la vez
que en una forma parecida de contar las historias.
¿Cuál es ese aspecto que más te ha preocupado del proceso creativo? ¿Y cuál es que más complicado te ha resultado?
Si te soy sincero cuando comencé a escribir “Luzando”, para nada en
mente tenía cuál iba a ser el desenlace final de la historia, pero al
principio esto no me preocupaba. Lo que sucedió es que la historia iba
creciendo, iban surgiendo nuevas tramas y llegó un momento que sí es
verdad me encontré un poco agobiado ante el reto de encontrar un final
adecuado y dónde todas las tramas acabaran quedando resueltas. Buscar
este final, creo que perfecto para lo que ofrece la historia, sin duda
fue lo más complicado. Ahora también la alegría y satisfacción fue
inmensa cuando pase el texto a un experto, el escritor Joaquín Juan
Penalva, Premio de la Crítica Valenciana de 2016, para que me diera su
opinión y me sorprendió gratamente al decirme esas palabras que para mí
han quedado como grabadas: “La historia funciona con la precisión de un
reloj, y acaba dando la hora en punto”.
Por otro lado también recuerdo la enorme dificultad que me enfrente
para poder reflejar las escenas de acción sobre el papel. La acción no
es lo mismo verla en una pantalla grande que leerla, esto me supuso una
enorme dificultad, pero según las primeras opiniones parece que lo hemos
pasado con nota.
¿Cuál es el principal atractivo que cualquier lector podrá encontrar en Luzando?
Yo creo que es la agilidad con que se lee a pesar de ser un tomo de 600
páginas. Son capítulos cortos que conforme acaban te generan intrigas y
que quieres seguir leyendo para desentrañarlas, y lo único que
consigues es que aparezcan más dudas y misterios con lo que al final
quedas atrapado. También dentro de esa agilidad que te digo el lector va
a tener en sus manos un texto con una dialéctica muy mundana, muy
accesible, el lenguaje que la mayoría de las personas practican a
diario, y eso lo hace ser más cercano. Ten en cuenta que yo no puedo
presumir, ojalá, de tener ningún tipo de estudios lingüísticos.
En
la novela juegas un poco con lo sobrenatural, con plantear la duda al
lector sobre el origen de lo que sucede en la novela. ¿Cuál es el
mensaje, si lo hay, que quieres transmitir con ello?
Para mí si existe un mensaje claro en esto, y ese es el de que nada es
lo que parece. Aquello que nos puede parecer bueno, puede que no lo sea
tanto, ni al contrario con todo lo negativo. Y esto es lo mismo aplicado
a los tintes sobrenaturales con que salpico la historia. ¿Qué hay de
sobrenatural en ciertos hechos que no sabemos explicar? ¿O simplemente
es que nuestra mente no acepta lo a veces tan evidente y prefiere
achacarlo a un origen más intrigante? En definitiva es una forma de
jugar con el lector. A mí en particular no me gusta que cuando me
cuentan una historia me la den tan mascada, me gusta pensar, averiguar,
tomar mis decisiones. Todo eso es con un único objetivo, el de disfrutar
con la lectura de esta historia de “Luzando”.
Luzando
está narrado con sencillez y agilidad pero de fondo se observa una
trama muy compleja con diversas líneas argumentales que se desarrollan
de forma paralela ¿De qué medios te has servido para darle cohesión a
todo eso?
Como te decía al principio, mi mente funciona como un desordenado
contenedor en el que surgen esas ideas en forma de tramas. Mira, cada
uno tiene una virtudes y yo considero mi imaginación como una de ellas,
por eso cuando no consigo imaginar me agobio, me pasaba escribiendo.
Esta vez lo que hubo que hacer fue plasmar en un borrador las tramas,
sobre todo para que una no estropease o chafara a la otra a destiempo, e
ir desarrollándolas. Luego es trabajar en un proceso de documentación,
que hoy en día es todo muy accesible con lo fácil que es de encontrar
todo en Internet y a partir de ahí intentar que todo resultara lo más
coherente posible. Una técnica que a mí me encanta es la de tomar un
suceso real de la historia y ficciona sobre él. Piensa que la historia
nos ofrece muchísima información y datos sobre hechos pasados, pero en
muchos de ellos quedan coletillas que no están aclaradas del todo, y eso
es lo que me sirve a mí para a veces justificar ciertas tramas.
Luzando
es también una novela muy visual en la que sus escenarios contribuyan a
crear esa atmosfera de misterio que se respira. ¿Cómo se crean en tu
imaginación? ¿Te inspiras en algún lugar en concreto?
La pequeña aldea de Luzando yo la tenía en mi mente situada en el norte
de España, en esos valles cerrados de los Pirineos, lo que pasa es que
al ir desarrollándose la historia y tener que situarla cerca del mar,
todo acabo descolocándose en mi mapa geográfico mental. Lo que al final
es cierto es que la situación del lugar no es determinante para la
historia, por lo que es otro punto que dejamos para la imaginación del
lector.
El
Inspector Marcos es quien se ocupa de investigar oficialmente el caso.
Un policía por vocación que en muchas ocasiones compara su trabajo con
la visión que se da en las películas o las series ¿Qué opinas sobre los
tópicos que se repiten en este tipo de personajes? ¿Lo has tenido en
cuenta a la hora de crearlo?
Yo al inspector Marcos lo califico desde el principio como una persona
“justa” en todo el amplio abanico de significados que tiene la palabra.
En realidad me parece que a veces hasta abuso de esta simpleza que le
otorgo al personaje para que me lo ponga todo más fácil a la hora de su
participación en la historia. Entiéndeme, no lo presento como una
persona atormentada por su pasado, porque si fuera así tendría que
atender a ese mismo pasado. No le incluyo amoríos, para que en cierto
modo el hombre no se distraiga en su verdadero cometido que tiene en la
historia. Tan sólo algunos hechos heroicos, a la vez que absurdos, como
el incidente de la cobra que se relata en un episodio. Lo pongo en una
sección policial como es el Departamento de Policía Portuaria, que en
realidad no existe tal sección policial como tal, pero lo que hago con
ello es simplificar todavía más el mundo laboral que rodea a este
personaje. En definitiva, he creado un personaje cuyo único cometido y
responsabilidad en la vida es dejar seguir su instinto y resolver los
casos que se le presentan. Ah… y como responsabilidad sí que le coloco
un perro que encontró en la calle “Watson”, hasta en eso es simple, para
darle nombre al perro de un policía.
Es
más cuando escribía sobre el Inspector Marcos siempre me venía a la
mente el actor Javier Gutiérrez, no sé porque, pero bueno… si alguna vez
se lleva “Luzando” al cine o a la televisión, y de mí dependiera,
lucharía porque fuera interpretado por este actor.
Para
un escritor que empieza no siempre es fácil encontrar apoyo editorial
¿Cómo ha sido tu experiencia? ¿Cómo has vivido todo el proceso?
Bueno, cuando me decidí a editar “Luzando” lo primero que pensé, porque
parecía lo más fácil, era la autoedición. Lo que ocurre es que
rápidamente me di cuenta que esto era más para una aventura dijéramos de
un día, que para tener un futuro. Enseguida deseche la idea y tras
registra la novela la mandé a varias editoriales, y “Max Estrella
Ediciones”, siempre lo diré, fue la que hizo sentir escritor en las
primeras conversaciones que tuve con ellos.
Ahora ya conozco un poco más el mundo editorial y sé que igual de
complicado es para ellos que para mí, porque editoriales hay muchísimas y
las grandes son las que más fuerza tienen. En Max Estrella ellos han
puesto ilusión y fuerza en mi novela, y si ganan ellos gano yo, y
viceversa. Por lo que lo he dejado todo en su manos y les he dado plena
libertad para que puedan disponer de mí en cualquier acto de promoción
en cualquier lugar de nuestra geografía. Y ahora… en eso estamos.
¿Qué esperas que te reporte Luzando a nivel personal o económico?
(Risas) De momento a nivel económico más reportarme, me ha costado,
pero tenemos fundadas esperanzas en que todo llegue, y cuando digo
tenemos lo es por la editorial, la distribuidora, por mí y por supuesto
por mi esposa Luisa que es la que está viviendo cerquísima de mí esta
aventura, que es así como no lo hemos tomado. Respecto a nivel personal
creo que “Luzando” ya lo ha reportado todo. Yo recomiendo a todo el
mundo que intenten escribir porque ver luego el resultado final es lo
más parecido, no sé cómo decirlo, casi a como tener un hijo.
Y como lector ¿Cuáles son tus autores y libros de cabecera? ¿Hay alguno que te haya servido de inspiración?
Complicado responder con total certeza a estas preguntas, porque
dijéramos que yo soy lector otoñal, es más de joven me daba más bien
picores lo de tener que leer, siempre he sido más de cine. Pero también
tengo mi historia sobre cómo descubrí la lectura para zambullirme en
ella de lleno. Todo empezó en un más o menos 32 o 33 cumpleaños que mis
hermanas me regalaron “Caballo de Troya” de J.J. Benítez, aquel tipo de
historia mezcla histórica, intriga y ciencia ficción, me atrapo para
desde entonces no dejar de leer, salvando las distancias algún bache en
el tiempo. En todo ese tiempo he leído casi de todo, se me resisten las
novelas románticas, pero entre los géneros de la novela negra,
histórica, suspense y ciencia ficción me he estado moviendo. La
inspiración la he tomado prestada un poco de cada una de ellas, del
mucho cine y series que también veo y de mi propio imaginario.
Y respecto a los libros que ahora mismo tengo en cabecera tengo que
decir que hace poco estuve por Madrid y compre en un segunda mano un
pequeño surtido de libros de bolsillo con novelas de Vázquez Montalbán,
Dashiell Hammett y algunos antiguos de literatura nórdica, que me
encanta. Además tengo que volver a leer “La fiesta del Chivo” de Vargas
Llosa, porque la novela en la que ahora estoy enfrascado versa alrededor
de las autocracias y dictaduras y esta historia de Vargas Llosa, me
encantó en su momento y quiero volver a revisarla.
¿Cuál es la novela publicada que te hubiese gustado escribir?
“El Código Da Vinci”, no te digo más (Risas).
¿Te ves como escritor de género negro o piensas tocar diversos géneros en el futuro?
En principio cada vez que le doy vueltas a la cabeza para pensar en una
historia me sale novela negra, por lo tanto de momento ahí nos vamos a
encasillar. Aunque lo que también voy recopilando en una libreta que
tengo son pensamientos, ideas y sketches en tonos humorísticos, en plan
monólogo. Por lo que no descarto escribir un libro humorístico en un
futuro… eso sí, no será de 600 páginas.
Y por último he leído que ya estás trabajando en un nuevo libro. ¿Me puedes dar un pequeño anticipo?
Sí, ya lo llevo por la mitad y a diferencia de “Luzando” en este sí que
he planificado todas las tramas del principio hasta el fin por lo que
lo que ahora estoy haciendo es transcribirlo. El problema es que a veces
cuando estoy con esta nueva historia me siento insatisfecho, pensando
“…no es lo mismo que Luzando, aquel era mejor.” Y fíjate que las
personas que han leído los primeros borradores, mis lectores cobaya, me
dicen que es mucho mejor que “Luzando”, más agresivo, más intrigante.
Bueno, veremos como queda. Se llamará “Matrice”, que es el nombre romano
con que se conocía Madrid, y sin ser continuación de “Luzando” sí que
recupero algún personaje en esta nueva historia que se desarrolla
enteramente por distintos puntos, muy reconocibles e impactantes, de la
capital española. Como te digo son lecturas completamente independientes
una de la otra. Y al contrario de “Luzando” cuya temática gira en torno
a la religión, en el caso de esta nueva historia las tramas son más de
tintes políticos.
Mi agradecimiento a Francisco por el tiempo dedicado.