Título: Lo que aprendí de mi pingüino
Autor: Tom Michell
Publicación: Plaza & Janés, febrero
de 2016
Páginas: 256
Conmovedora y encantadora. La
historia real de un joven profesor inglés y un pingüino, una amistad
extraordinaria en la Argentina de los años sesenta.
¿Qué harías si un pingüino al que acabas de
rescatar no quisiera separarse de ti? ¿Te atreverías a cruzar una frontera con
él en autobús y dejarle formar parte de tu vida?
Inglaterra, años 70. A sus 23 años, Tom Michell está soltero y con ganas de ampliar
horizontes. Cuando le ofrecen un puesto de profesor en un internado inglés de
Argentina, acepta encantado pese a la fragilidad política y económica que vive
el país.
Durante unas vacaciones en Uruguay, Tom rescata a
un pingüino atrapado en un vertido de petróleo. A partir de entonces, se
establece entre ambos una relación muy especial. El pingüino se las arregla
para hacerse entender y dialogar con Tom, quien decide llamarle Juan Salvador.
Tras limpiarlo, reanimarlo y darse cuenta de que el pingüino no piensa volver
al mar bajo ningún concepto, Tom entiende que no le queda más re medio que
llevárselo de vuelta a Argentina. Es el principio de una insólita amistad y de
una convivencia que durará varios años. Esta criatura tan sociable como excéntrica
se convertirá, entre otras cosas, en la mascota del equipo de rugby del
internado, en el confidente del ama de llaves, en el anfitrión de numerosas
fiestas en los aposentos de Tom y en el entrenador de natación más estrafalario
de la historia...
Juan Salvador transformará la vida de todos, desde
la del niño más solitario del colegio hasta la del propio Tom, quien en este
libro único nos relata las experiencias vividas durante aquellos años con su
entrañable e inimitable amigo el pingüino.
Mis impresiones
Lo que aprendí de mi pingüino me llamó la atención por lo
original de su historia, la amistad de un hombre y un pingüino que supone una
mascota bastante atípica. Aunque en realidad no sabía muy bien que esperar de
ella, como la enfocaría su autor y si habría algo de ficción en ella. Me parece
difícil moldear personajes animales sin caer en humanizarlos y forzar su papel
en la historia. Todo lo que se relata en este libro le ocurrió en realidad a
Tom Michell hace ya más de cuarenta años habiéndola contado miles de veces a su
familia y ahora gracias a Plaza & Janés nos llega contada en un libro.
La historia
comienza en Inglaterra en los años setenta. Tom Michell es un joven de veintitrés
años a quien su familia le ha infundido el amor y el respeto por la naturaleza
y lo animales. Inquieto, aventurero y con ganas de viajar y conocer mundo
decide aceptar un puesto de profesor en un elitista internado inglés situado en
Argentina a pesar de que el país vive inmerso en cierta inestabilidad política
y económica que augura problemas.
Una vez
asentado allí decide viajar a Uruguay en sus vacaciones. Sin embargo cuando
pasea por una playa de Punta del Este se encuentra con un horrible escenario.
Un vertido de petróleo ha arrojado a la playa cientos de cadáveres de pingüinos
de Magallanes que emigraban y murieron en su viaje. Pero entre tal masacre se
da cuenta que hay un pingüino que está vivo e intenta levantarse. Su primer pensamiento
es acabar con su vida y su sufrimiento pero en el último momento decide rescatarle
e intentar quitarle toda la suciedad que tiene encima.
Así comienza
una relación muy especial con Juan Salvador (o Salvado) Pingüino, el nombre que
le pondrá a esta pequeña criatura. Por diversas circunstancias se verá obligado
a llevárselo a Argentina en donde transformará la vida de Tom y de todos
aquellos que viven en el internado, sobre todo la de un niño muy especial.
Lo que aprendí de mi pingüino es la historia de una amistad
especial entre un hombre y un pingüino pero también es una historia de superación
y adaptación a las circunstancias que nos muestra que los animales pueden hacer
por nosotros mucho más de lo que esperamos. Y así el autor establece un
paralelismo entre el pingüino y uno de los personajes que aparecen en la novela
aunque de este tema prefiero no desvelar mucho más. Me ha gustado leer esta pequeña historia en la
que además se remarca el amor a la naturaleza aunque quizás yo esperaba mayor
intensidad emocional de la que he encontrado aun habiendo en ella momentos mágicos.
Como
personaje Juan Salvador tiene un gran identidad, es original y que se gana la simpatía
del lector de forma inmediata. Es un superviviente. El autor consigue
reflejarlo en el punto exacto para que sea creíble como personaje en que por un
lado empatiza con el ser humano y es capaz de crear un vínculo especial y por
otro su comportamiento es el propio de un animal reflejado con naturalidad. Por
ello me ha resultado una historia muy real tanto por la presentación de los
personajes tanto como por las relaciones que se van estableciendo entre ellos.
Todos los que rodean a Juan Salvado no pueden evitar la curiosidad y sentirse
atraídos por un pingüino de forma que cada uno aportará algo para su cuidado
sacando de cada uno de ellos lo mejor que tiene.
Aunque en el
relato lo esencial es la relación que el pingüino establece con las personas que
le rodean su autor deja constancia de la situación tan complicada que se vivía
en Argentina en los años setenta. La inflación que devaluó la moneda hasta
hacerla casi inservible, la pobreza, la amenaza de un golpe de estado, la
inestabilidad del gobierno de Perón entre otras cosas que incluso hicieron que
perdiera valor el simple hecho de tener un trabajo aun siendo una de las cosas
imprescindibles para vivir a parte de generar una sensación de incertidumbre y
miedo. Estos apuntes son muy breves y no entra en profundidad aunque si nos dan
una idea muy breve del contexto.
El estilo
narrativo de Tom Michell es muy detallista narrando de forma muy completa sus
vivencias pero a la vez con tanta fluidez que la novela prácticamente se lee en
una sentada. Así nos hacemos una idea muy cercana de los escenarios que va
transitando y de los personajes que nos vamos encontrando. En la novela se
mezclan momentos divertidos con otros más emotivos en los que nos hace
reflexionar sobre el hombre y la naturaleza.
A lo largo
del relato nos encontramos con ciertos fragmentos que nos hablan sobre la vida, curiosidades, las
costumbres y la morfología de los pingüinos. Pero el autor los inserta
convenientemente y con brevedad de forma que no suponen un lastre dentro de la historia
ni te llegan a desconectar de ella.
Por ultimo
señalar que me ha parecido un bonito detalle que en la edición de este libro,
que ya es bonita de por sí misma, se inserten ilustraciones sencillas.
Conclusión
Lo que
aprendí de mi pingüino es una historia sencilla que te conquistará con una
criatura adorable y una historia muy humana.