martes, 28 de julio de 2015

La mujer de gris - Ana Maria Villalonga



Título: La mujer de gris
Autora: Anna Maria Villalonga
Publicación: Navona, junio de 2015
Páginas: 160

 ¿Podemos meternos en el interior de otro ser humano? ¿Podemos saber qué conduce a un hombre a acosar a una mujer que ni siquiera le gusta? Ésta es la historia de una persecución apasionante, llena de giros inesperados, donde nada es lo que parece. Una novela sutil, intensa, de gran profundidad psicológica. Un viaje al interior de unos personajes atrapados sin remedio entre los tentáculos de una realidad a menudo incomprensible.

Todo comenzó como un juego para desafiar a la rutina. No se le ocurrió que, a veces, los juegos se nos escapan de las manos, imposibles de controlar.

Mis impresiones

“Un hombre solo siempre está en mala compañía”

Con esta cita de Paul Valéry se abre el preámbulo de esta historia. Y es que quizás son los momentos en los que estamos solos en los que nuestra mente se dispara, comienza a maquinar y puede llegar a ocurrencias increíbles. A veces el aburrimiento, la rutina nos asfixia y sentimos la necesidad de cambiar nuestra propia vida. Y quizás en ese momento encontremos la solución de la forma más inesperada posible.

"La mujer no tenía ningún atractivo especial. Ni guapa ni fea, ni alta ni baja, ni joven ni vieja. Un personaje gris entre la masa gris. Con un pañuelo al cuello.
La idea se le metió en la cabeza sin previo aviso, pero enseguida le gustó. Se dijo que, al fin y al cabo, se trataba de una actividad inocua. Quizá alguien podría considerar que coqueteaba con el límite de la ley o, como mínimo, con aquello tan repetido hoy en día: la violación de la intimidad. Sin embargo, no le importó."

Al comienzo de esta historia conocemos a un hombre que vive en una total apatía y soledad. Tan solo unos meses antes había muerto su padre, con quien siempre vivió, un hecho que sucedió al mismo tiempo que la pérdida de su trabajo cuando le prejubilaron de su empleo en un banco. Desde entonces se había recluido en casa y se distraía leyendo libros y viendo películas de video. Pero no se siente satisfecho y vemos como el personaje se debate entre seguir enclaustrado y potenciar su agorafobia o salir al exterior y ver como es el mundo que le rodea.

Por fin una mañana se decide a salir a pasear y sin saber dónde ir ni muy bien la razón termina sentado en la barra de un bar tomando un té. Allí se fija en una mujer bastante gris. Nada tiene que destaque entre las demás, no le resulta atractiva ni quiere entablar ningún tipo de relación con ella. Pero cuando la mujer se marcha se da cuenta de que se le ha caído un pañuelo que llevaba en el cuello. El hombre recoge el pañuelo y sale tras su dueña con la intención de devolverlo. De esta forma comienza la historia de una percusión, la de un hombre que se obsesiona con una mujer y se convierte en su sombra…

Creo que La mujer de gris está encuadrada dentro del género de novela negra aunque en mi opinión es más una historia de suspense e intriga psicológica que otra cosa. No esperéis una novela de ritmo trépidamente ni de acciones sobrecogedoras pero que nos encontraremos una historia interesante que atrapa desde el principio, que nos inquieta, con algún giro inesperado en la historia, alguna que otra sorpresa e incluso momentos en que se despertará nuestra compasión. Me quedo con la transformación paulatina que se va produciendo en el personaje principal, claramente visible a ojos del lector. La forma en la que responde a los estímulos que va recibiendo. El dibujo de lo que pasa por la mente del personaje es tremendamente preciso y somos capaces de comprenderlo a la perfección.

 “Todo comenzó como un juego para desafiar la rutina. No se le ocurrió que, a veces, los juegos se nos escapan de las manos, imposibles de controlar” (Página 14)

Tímido, reservado, soñador son los principales adjetivos que definen al protagonista de esta historia. Un sexagenario del que no llegaremos a conocer su nombre aunque tampoco es un dato que a la larga nos importe. Un hombre infundido en una vida solitaria y aislado de todo contacto humano. Un hombre al que parece no interesarle nada, que no tiene ninguna ambición ni ningún sueño pero en quien un objeto tan simple como un pañuelo va a desencadenar un torbellino de emociones y nuevas experiencias. Cansado de “no vivir” decide desafiar a la rutina y por primera vez va a experimentar auténticas emociones.

Unos pocos personajes más completan la galería de protagonistas. Y al conocer a la mujer de gris, que ella que tiene un nombre, nos daremos cuenta de que estamos rodeados de personas grises en las que quizás nunca nos hemos fijado, personas que aparentan una completa normalidad e incluso una vida anodina. Pero tan solo hay que profundizar un poco, rascar en la superficie para comprender que todos cargamos con nuestros pesares, con situaciones que no podemos controlar, que a veces somos víctimas de los demás.

Y todo esto condensando en una novela que no llega a las ciento sesenta páginas, narradas de forma sutil, con ritmo medio pero constante que se acusa al final y con muchas referencias al cine (sobre todo a Vértigo del maestro Hitchcock). La mujer de gris está narrada en tercera persona del presente a través de una voz omnisciente (un tiempo narrativo que siempre me llama la atención y que aquí funciona a la perfección al transmitir la sensación de inmediatez y acción) que en ciertos momentos le cede la narración al personaje principal de forma que tenemos una visión desde fuera y una desde dentro.

Conclusión

La mujer de gris es una novela que te atrapa y que se lee prácticamente de una sentada. Una lectura que a pesar de su corta extensión alcanza cierta profundidad en el tema que toca y de la que me gustaría retratar sobre todo el perfil que la autora construye del personaje principal. Muy recomendable.
 



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