Título: Laberintos
Autor: Manuel Osuna
Publicación: Círculo Rojo, octubre de 2014
Páginas: 188
Un monasterio medieval, el Titanic, un videoclub o la piscina municipal. En cualquier lugar pueden suceder historias inquietantes y aterradoras. Manuel Osuna presenta 13 relatos de suspense –varios de ellos ganadores en certámenes literarios–, que atrapan y que son como los caminos de un laberinto: retorcidos, angustiosos, con giros inesperados y finales impredecibles.
Mis impresiones
Habitualmente cuando tengo a mano un libro de relatos lo voy leyendo poco a poco, picoteando uno de ellos cada vez y en diferentes momentos y días. Esta es la forma en que más los disfruto pero ha sido esta la primera ocasión en que un libro de este género me engancha de tal forma que lo leí prácticamente en dos sentadas, intrigada por la cuestión de conocer la forma en que su autor me iba a sorprender en el siguiente relato.
Laberintos, del madrileño Manuel Osuna, es un recopilatorio de trece relatos que me han parecido muy bien pensados y muy bien escritos. Cada uno de ellos capta nuestra atención inmediatamente y nos engancha proponiendo un misterio y nos sorprende al final con una vuelta de tuerca. Son historias que pretenden inquietarnos, estremecernos o incluso causarnos terror y su autor lo consigue a la perfección.
Si bien la temática de estos relatos es común girando alrededor de lo oscuro cada uno de ellos nos situará en un escenario completamente distinto y nos contara una historia diferente. Algunos de ellos nos ofrecen una nueva versión de historias ya conocidas que el autor versiona e imagina de forma diferente. Desde emplazamientos tan conocido como es el Titanic o la catedral de Notre Dame hasta lugares tan comunes como una piscina pública, la consulta de un dentista, un videoclub o la pista de un circo. En ellas encontraremos personajes muy variopintos como un enterrador, una familia de bañistas, una sádica costurera o una periodista que se entremezclan en algunos de los relatos con personajes ficticios muy conocidos como Sherlock Holmes o el flautista de Hamelín.
Una de las historias que más me han gustado ha sido la titulada como Certificado de defunción. En ella acompañamos al protagonista en el recorrido que existe hasta el cementerio atravesando el bosque durante una noche en que arrecia una terrible ventisca para trasladar un ataúd. En una situación así puede ocurrir cualquier cosa. Es un relato con una ambientación increíble en el que su autor logra hacer sentir al lector por completo las sensaciones de agobio y asfixia que vive el protagonista y que llega a poner los pelos de punta. Este cuento evoca a las estremecedoras historias del famoso Edgar Allan Poe que tanto me inquietaron en mi niñez.
Otro que ha llamado mi atención sobre los demás ha sido La manzana podrida que nos traslada a un monasterio en el siglo XIV para contarnos una historia en la que se nos avisa de el punto de vista en que percibimos la realidad no siempre tiene que ser el correcto y que detrás de ciertos actos por malos que nos parezcan se pueden desprender cosas positivas.
Dos relatos que me han parecido muy originales también son El dentista de Baker Street e Indigestión. En el primero de ellos veremos como el mismísimo Sherlock Holmes junto a su peculiar compañero de aventuras Watson intenta resolver la misteriosa desaparición de un paciente ya anestesiado en la consulta de un dentista. En el segundo de ellos seremos testigos de cómo un día de relax para unos veraneantes se convierte en una gran pesadilla.
En Los crímenes del videoclub nos encontraremos con un asesino muy cinematográfico que defiende la industria del celuloide a capa y espada. Había una vez un circo nos muestra una siniestra manera de promocionar el negocio en tiempos difíciles. Campanero nos ofrece otra visión del jorobado más famoso de la literatura pero a mí quizás es la que menos me ha gustado. Catorce corderitos es otra historia que nos dejará sin respiración al conocer una situación desesperante para sus catorce protagonistas. La mascota del Titanic nos ofrece una versión muy distinta de la desgracia sucedida a uno de los grandes ingenios de la evolución. En Mundo Diversión viajamos hasta un tétrico parque de atracciones que nos deja con cierta inquietud. El caso de la costurera caníbal nos hace cuestionarnos si existe el crimen perfecto. Noche de castigo en Hamelín versiona el famoso cuento de los hermanos Grimm. Y Bañistas nos narra la historia de una obsesión insana con nefastas consecuencias.
Estas historias tocan un amplio abanico de temas tales como asesinatos en serie, el instinto de supervivencia, canibalismo, venganzas, errores humanos, paranoias colectivas, perversiones, intereses macabros o amor incondicional. La mayoría relacionadas con el lado más oscuro del ser humano o la muerte. Son historias tenebrosas que atrapan.
El autor puede presumir de un estilo directo, claro y sencillo pero cuidando los detalles y consiguiendo además mucha fluidez y dinamismo en cada historia. A resaltar la excelente ambientación y la forma en que consigue crear entornos opresivos y asfixiantes que producen cierta inquietud en el lector. Otro aspecto destacado es la intriga con la que te enganchan y te invitan a seguir leyendo, ya no solo dentro de un mismo relato sino que te apetece conocer las sorpresas que te depararán los siguientes.
Conclusión
Sé que a muchos de vosotros el género de los relatos os apetece menos pero en esta ocasión os recomiendo que si tenéis la posibilidad de leer Laberintos le deis una oportunidad porque realmente merece la pena. Es una recopilación de relatos originales, bien pensados y planteados que intrigan y sorprenden pero que sobre todo nos entretienen.