martes, 25 de febrero de 2014

Volverán las naranjas - Xisela López



Título: Volverán las naranjas
Autora: Xisela López
Publicación: Espasa, enero de 2014
Páginas: 148

Una historia de amor escrita con mensajes, sujeta al ahorro de caracteres y al abuso de los puntos suspensivos; una historia de amor única, como lo son todas en realidad. En un móvil, aparentemente perdido, alguien encuentra cientos de mensajes en los que una mujer y un hombre, aparentemente desconocidos, escriben con libertad sobre todo lo que les importa o inquieta. Pero ¿queda el mundo virtual tan lejos del mundo real?

Mi experiencia con la novela

Hay literatura a la que una acude sin más afán que el de entretenerse y pasar un rato agradable sin mayores complicaciones. Ese fue mi objetivo principal al acercarme a Volverán las naranjas y eso es lo que he encontrado por lo que la novela ha cumplido sobradamente mi expectativas. Se trata de una historia que su autora, Xisela López, olvidó durante algunos años en un documento de Word  y que por casualidad llegó a manos de su novio, el cual la editó como un regalo de cumpleaños para ella. Unos meses más tarde la editorial Espasa se fijó y decidió añadirla a su catálogo.

La tecnología abarca muchos aspectos de nuestra vida  y en los últimos años hemos podido comprobar que también se incorporado con total naturalidad al mundo literario, constituyendo las redes sociales una forma de expresión a la que acuden muchos autores para construir sus novelas. Lo primero que nos llama la atención es que Volverán las naranjas se desarrolla a través de mensajes de móvil (la historia sucede antes de que el whatsapp apareciera en nuestra vida) enviados por dos personas que se han conocido de manera casual cuando una de ellas se equivoca de destinatario.

La historia comienza cuando tras producirse un accidente de tráfico durante la noche con víctimas mortales una bolsa con las pertenencias de la pareja que iba en unos de los coches colisionados llega a la mesa de trabajo de Álex, policía en la oficina de atestados de Lugo, que está de  guardia. Entre sus enseres personales encuentra un móvil que se ilumina y tiene un mensaje sin leer. Mientras elabora el informe y buscando si la causa del accidente estaba relacionada con el uso del teléfono decide leerlo.

“Hurgar en la vida de los demás te hace sentir un intruso, y este mensaje me hizo sentir especialmente incómoda, era tan personal…. pero también despertó en mí una enorme curiosidad: el destino había querido que aquél fuera el último mensaje de alguien… ”

Si en principio Álex se encuentra leyendo un mensaje muy personal pronto se da cuenta de hay un histórico de 704 mensajes guardados en el móvil y escritos entre dos personas que despiertan su interés de forma inmediata.

Los mensajes comienzan en marzo de 2008 cuando alguien se equivoca y por error le envía a Elisa, uno de los protagonistas, que debería haber leído otra persona. Poco a poco estas dos personas comienzan a conocerse a través de breves frases que intercambian amparados en que su anonimato les permite ser ellos mismos y confesar algunas cosas que no podrían decir a personas de su entorno.

Decir que esta novela tiene dos líneas argumentales sería demasiado porque la parte que protagonizada Álex, narrada en primera persona al estilo convencional,  sirve simplemente para introducir, contextualizar y situar la historia la verdadera trama que se desarrolla entre los meses de marzo y junio de 2008. En ella vamos conociendo cómo evoluciona la relación de dos personas que no se han visto nunca pero que mantienen el contacto a través de su teléfono móvil. Una de ellas es Elisa y a la otra la conoceremos por su número, 618 88 48 25.

Poco a poco y a medida que avanza la relación las confidencias van apareciendo y se atreven a mostrar sus preocupaciones o incluso sus problemas hasta que surge algo entre ellos que parece ir más allá de la amistad. En ese momento, casi a mitad de la novela, hay una revelación sobre uno de los personajes que supone un giro argumental muy interesante y que cambia la relación de estas dos personas de forma definitiva.

A pesar de que esta historia no supera las ciento cincuenta páginas de extensión y la brevedad del texto que contiene, me ha sorprendido como su autora es capaz de trasmitir como se sienten estas dos personas y ofrecer incluso giros argumentales que cambian el rumbo de la historia. Los mensajes están escritos de forma coloquial,  con sentido del humor y cierta chispa. Además se estructura en cincuenta y cinco capítulos muy breves que agilizan mucho su lectura. Es evidente y dado el formato que tenemos una versión muy limitada de la historia donde en algunos momentos nos falta información ya que se aluden en los mensajes a ciertas escenas que no hemos presenciado y no sabemos cómo se han desarrollado.  Aunque ello tampoco nos impide comprenderla.

Como ya os he adelantado, Volverán las naranjas no es más que una historia de amor en la que se abordan temas como el estancamiento de las relaciones por la rutina y la monotonía diaria, las dudas cotidianas que ello genera, las ganas de abandonarlo todo frente a la ilusión que genera el conocer a una nueva persona, el flirteo y los primeros momentos de una relación. Pero sobre todo la necesidad de sentirse escuchado y comprendido.

“Me dedico a ti cada día, eso es lo importante, soy el que te escucha, tu conciencia virtual, el que da emoción a tus días con un simple «Hola»” (Pagina 36)

En el fondo lo que nos está contando Xisela López no es más que una historia sencilla y realista, basada en relaciones normales, con sus más y sus menos, sus momentos de ternura, de intimidad y los pequeños altibajos emocionales que todos sufrimos.

Conclusión

Volverán las naranjas es una historia muy entretenida que se lee de un tirón en poco más de una hora. Me ha resultado fresca y ocurrente y tenerla a mano me parece una buena opción para esos momentos de desgana en que te apetece algo más ligero y sencillo.

Calificación: