miércoles, 3 de julio de 2013

Una casa respetable - Jaime Molina García



Título: Una casa respetable
Autor: Jaime Molina García
Publicación: Sepha, 2013
Páginas: 281


La Habana, finales del siglo XIX. Un joven emigrado español sumido en la miseria asciende hasta la aristocracia local mediante una envenenada alianza de sorprendentes consecuencias. De vuelta a España, Celestino Navoa carga consigo un misterio que habitará en la mansión que hace construir en Granada, la Casa de las Torres. Desde ese momento, la casa se convertirá en el principal personaje de una saga familiar en la que, como en un calidoscopio, asistiremos a la imagen fragmentada de una historia en la que se combinan y se reflejan el poder, la venganza, el deseo, la locura y la muerte. Abocados todos sus moradores a un destino inexorable, la casa se convertirá en el legendario testimonio de unas vidas oscuramente enfrentadas a una fatal realidad regida por una fuerza ciega. Los actos y las pasiones presentes de cada personaje, más allá de su voluntad, se verán arrastrados como una proyección del pasado, en una emocionante narración que ahonda en el denso abismo de la soledad humana.

Mi experiencia con la novela

Una casa respetable, segunda novela de Jaime Molina García que obtuvo el premio Juan Valera en 2009, se nos presenta como una original  saga familiar alejada de los todos los estereotipos que presentan este tipo de novelas.

Este libro ha supuesto una muy grata sorpresa entre mis lecturas. Por un lado tenemos un forma diferente de narrar y una saga que abandona el típico papel predominante femenino para centrarse durante tres generaciones en los varones de la familia Navoa. Para que me entendáis mejor iré explicándome paso por paso.

La historia comienza contándonos como un artículo publicado en un periódico granadino sobre la demolición secreta y durante la noche de la mansión Navoa, también conocida como la Casa de las Torres, genera un gran interés y un intenso debate entre los lectores. Se trata de un edificio que no cuenta con grandes aspiraciones arquitectónicas pero que acogió exquisitas recepciones a las que acudía  gente notable de diversa índole, desde ministros, obispos o embajadores hasta nobles y políticos. En ella se negociaban alianzas secretas, tratados de política, confabulaciones e incluso se proyectaban asesinatos y extorsiones.

Una casa donde algunos decían que un ente espiritual habitaba sus paredes producto de las vergüenzas y actos cometidos por el Navoa que la construyó.

Debido al interés del público se comienza a publicar una serie de entregas donde se desvela la curiosa y agitada vida de sus miembros. Comenzando por don Celestino, que construyó la mansión hasta su hijo Horacio o su nieto Aquilino de cuyas vidas mucho se podía hablar. 

El libro se estructura en dos partes. En la primera de ellas el autor nos narra la vida de Celestino Navoa, emigrante que desembarcó en Cuba desde España con lo puesto y sin equipaje dispuesto a hacer fortuna y se topó con la más absoluta miseria y todas las puertas cerradas. Tal fue su desesperación que incluso valoró el suicidio como una posible salida. Pero un cambio en su suerte le llevó a la mansión de un millonario donde se vio obligado por las circunstancias a casarse con su hija, una mujer tan fea que nadie la quería en matrimonio. Y así fue como el miserable Celestino llega a convertirse en don Celestino, aristócrata y nuevo rico con acceso a la flor y nata de la sociedad  cubana. Muchas cosas pasarían en aquella que nunca fue su tierra hasta que años después huyó de manera precipitada.

En la segunda parte, Celestino regresa a España, construye una mansión en Granada y el autor nos introduce en la vida  y las andanzas de su hijo Horacio y su nieto Aquilino. Dos personajes cuyas vidas dan muchísimo de sí y están marcadas por la anarquía y la desproporción. De vida disoluta, desordenada, envueltos en escándalos, el destino anuncia la tragedia a la que están unidas sus vidas.

Esta novela nos habla de excesos, de poder, de codicia, de amor, de vergüenza, de actos deleznables, de tres generaciones de una misma familia en la que sus miembros se mueven por la pasión, entre la locura y el desenfreno. Una saga condenada a la decadencia y fortísimamente condicionada por el pasado.

Una de las primeras cosas que nos llama al comenzar a leer esta novela es que aquí no hay un solo narrador, ni siquiera dos ni tres sino multitud de ellos. La novela avanza en la primera parte a través de entregas que se publican en el periódico granadino “Diario del siglo XXI”, que basadas en un diario que entrega el abogado de Celestino construyen sus memorias. En la segunda parte serán los lectores del periódico quien a través de su cartas nos cuenten diferentes anécdotas, rumores, experiencias, historias, o sucesos relacionados con los miembros de esta familia. Serán antiguos sirvientes, amigos de la familia, personas que no los llegaron a conocer pero escucharon sus historias quienes tomen la voz. Son estas dos circunstancias, las que hacen que la historia nos llegue fragmentada con lagunas o incoherencias o incluso partes que provienen de la imaginación de los redactores para completar u ordenar. Los narradores hablan de oídas en muchas ocasiones, por lo que no existe ninguna veracidad en este versiones que se contradicen con otras de ellas a menudo pero que aportan mucha riqueza a la narración.

Si en principio este batiburrillo de historias y narradores puede parecer incómodo al lector, en realidad supone un delicioso juego de verdades y mentiras en el que el lector puede decidir que toma y que deja. Jaime Molina, como ya he dicho, utiliza multitud de narradores anónimos con muy diversas perspectivas y diferentes experiencias con la familia para hacernos llegar la historia de forma  amena y ágil, original y a la vez cuidada y con personalidad. Con un marcado estilo periodístico en el que sobran el lirismo y los recursos estilísticos, la historia es concisa y mantiene un buen ritmo a lo largo de su extensión.

Más allá de los personajes la verdadera protagonista en la Casa de las Torres, una casa solariega construida en la ciudad de Granada a principios del siglo XXI por la orden de Celestino Navoa y diseñada por un arquitecto indiano que se enriqueció en las Américas. Tal y como su precursor deseaba, la casa se edificó a imagen y semejanza de otra casa que se levantaba sobre el suelo de La Habana. Una casa en la que se hablaba de la existencia de un fantasma que al final puede existir o no como tal, que puede ser producto simplemente de la imaginación o la mala consciencia porque este elemento sobrenatural no mueve objetos, no cierra puertas, no crea situaciones extrañas pero oprime a sus protagonistas y les rodea de un halo de desconcierto.

Las historia nos ambienta en dos localizaciones concretas entre finales del siglo XX y principio del XXI en las ciudades de La Habana y Madrid. Dos escenarios muy distintos que comparten el personaje de Celestino Navoa. En aquella época, España representaba la pobreza y la miseria para las clases más bajas y no pocos fueron, al igual que el protagonista, los que surcaron el Atlántico intentando enriquecerse en las colonias. En Cuba, prosperaban las haciendas e ingenios que explotaban la caña de azúcar y reportaban gran riqueza a sus avariciosos propietarios. Otros de los acontecimientos históricos por los que pasa la historia son la Guerra de Cuba, la II Republica, la guerra civil y la dictadura Franquista hasta finalizar aproximadamente en los años ochenta.

Conclusión

Os invito a que toméis la lectura de Una casa respetable. Una historia emocionante, diferente y evocadora, narrada con pulso firme  y de forma original. Una novela que engancha irremediablemente en su primera parte y nos hace leer casi del tirón la segunda.