Título: El cielo en un infierno cabe
Autora: Cristina López Barrio
Publicación: mayo de 2013
Páginas: 610
Toledo, 1625
El Santo Tribunal
de la Inquisición juzga a una bella y misteriosa mujer de la que se dice que
puede sanar y destruir con el roce de sus manos. Pero lo que comienza siendo un
proceso rutinario por brujería acaba revelando una trágica historia de amor
repleta de pasión, muerte, magia, orgullo y pecado.
Mi experiencia con
la novela
A la madrileña Cristina López Barrio, la conocí
previamente con La
casa de los amores imposibles, novela que obtuvo un éxito inmediato y que
aunque disfruté ampliamente también, en mi opinión, adolecía de ciertos
aspectos no tan positivos. Con su segunda novela, ya desde la primera página me
ha dado la sensación de que esta autora ha crecido, evolucionado y madurado
muchísimo como escritora. No sólo ha depurado su estilo sino que presenta una
novela con un resultado muy interesante.
El cielo en un
infierno cabe me parece una obra completísima que está muy elaborada y trabajada en cuanto
a trama y estilo como dos aspectos fundamentales. Cristina López Barrio ha
sabido tejer una historia apasionante demostrando mucho talento en lo que
seguro que es el comienzo de una carrera brillante. Se trata de una novela que
nos habla de la Inquisición, de fervor religioso, de brujería, de exorcismos y
milagros pero sobre todo nos cuenta una intensa historia de amor.
La historia se sitúa en Toledo en el año 1625. Una mujer
se encuentra retenida en la cárcel del Alto Tribunal de la Inquisición acusada
de brujería en espera de que se celebre el juicio que ha de determinar si es
acusada y condenada. La mujer se hace llamar Isabel de Mendoza aunque el
tribunal duda de que esta sea su identidad real.
Una de las testigos principales del juicio es Berenguela,
a quien siempre han llamado Berenjena, antigua lavandera del Hospicio de Santa
Soledad que afirma que la acusada se llama en realidad Bárbara de la Santa
Soledad y está dispuesta a contar su verdadera historia ante los miembros del
tribunal. Fue ella misma quien recogió al bebé recién nacido que llegó al
hospicio envuelto en un chal de seda azul y con las manos ardiendo de fiebre.
Pensaron que no sobreviviría demasiado y la niña se derivó a la sala de los
terminales. Fue acomodada junto a un bebé, que había sobrevivido a un incendio
y que se esperaba su muerte de forma inminente. Pero milagrosamente los dos
bebés sobrevivieron y crecieron en el hospicio con un vinculo extraordinario.
“De
todas formas, compartían para siempre un solo corazón, que les proporcionaría
la dicha o la desgracia. Eran cautivos de su condena. Pasara el tiempo que
pasase, permanecieran juntos o no, se hallaban unidos por el placer y el dolor
de pertenecerse, de no ser dueños de sus voluntad” (Página 290)
Personajes soberbios, llenos de matices, alejados del
maniqueísmo son los que protagonizan esta novela dotando de mayor fuerza y
rebeldía a los femeninos de forma que ensombrecen un poco a los masculinos. Como
eje principal tenemos a Bárbara a quien comenzaron a llamar “Niña Santa” por
ser dueña de un don extraordinario, a Diego, un niño chamuscado que
milagrosamente salvó su vida en un incendio y Tomás, un ángel de bucles
dorados. Tres personajes que forman un triángulo emocional jugoso y emocionante.
Sin duda otro personaje importante en la historia es Berenjena, narradora y
también huérfana del hospicio. Una muchacha curiosa y cuyo testimonio contiene
todas las claves de la historia. Un personaje con dos caras que aporta mucho
juego en la novela. Como acompañantes en la historia están las hermanas
Ludovica y la Urraca, la Blasa, la nodriza o la hermana Serafina. Los jueces
del tribunal también tienen cierto peso en la historia a través de cual
descubriremos en alguno de ellos una implicación personal.
La historia nos llega fragmentada en dos partes que
suponen un punto de inflexión en la historia. En la primera de ellas nos narra
la llegada de Bárbara al hospicio, sus primeros años y el magnífico don que
posee a través de sus manos capaces de curar. También nos hace partícipes de
las investigaciones que Berenjena lleva a cabo, cuya intuición le hacía
presagiar que esa niña era especial y
que algo extraordinario se escondía en ella. Alentada por su propia curiosidad
comienza a hilvanar la historia para averiguar quién fue la madre de la extraña
muchacha de manos prodigiosas. En la segunda parte será la propia Bárbara quien
nos hable de su vida y lo que ocurrió
después del momento en el que abandonó el hospicio. Y es en este punto cuando
la historia se inunda de magia, de hechizos, metáforas y llegaremos a conocer
una hermandad secreta con un objetivo particular.
La historia comienza en el año 1625 en Toledo cuando se
celebra el juicio contra Bárbara pero en realidad, de forma retrospectiva, se
nos narran los hechos que sucedieron los veinticinco años precedentes y que se
desarrollan en escenarios de Madrid donde muy cerca de la Puerta del Sol se
aloja el Hospicio de la Santa Soledad. Será en Toledo donde se celebre el juicio. Resulta
admirable la labor de documentación que ha realizado la autora para ambientar
la novela. Al final del libro nos habla como se ha inspirado en la inclusa de
Madrid para describirnos el convento donde llegaban los niños huérfanos,
aquellos que sus padres no podían cuidar o los que suponían una vergüenza que
esconder. Nos habla de las monjas, trabajadoras, nodrizas y cuidadoras que
ejercían allí su labor. Cómo descartaban los niños que daban por desahuciados y
como alimentaban y cuidaban a los que seguían hacia adelante.
Una importancia fundamental desarrolla en la historia el
Tribunal del Santo Oficio que dentro de la jerarquía de la Inquisición y
formado por varias personas se ocupaba de evaluar las pruebas y emitir un
dictamen contra los acusados de obrar en contra de la Iglesia Católica.
Espeluznantes eran los métodos de tortura susceptibles de ser utilizados para
hacer confesar a los detenidos a menudo por denuncias injustificadas y falsas.
…huir el rostro al claro desengaño,
beber veneno por licor suave,
olvidar el provecho, amar el daño;
creer que el cielo en un infierno cabe,
dar la vida y el alma a un desengaño;
esto es amor, quién lo probó lo sabe.
Estos son los versos de Lope de Vega en que se inspira el
título de la novela. Y como en ellos mismos en la novela el amor juega un papel
primordial. La autora nos narra la combinación de amor y pasión existente en un
triángulo amoroso en el que sus protagonistas se mueven desde el cielo (disfrutar
del amor) al infierno (el sufrimiento que provoca).
El estilo de Cristina López Barrio en esta novela, como
en la anterior, es personalísimo haciendo gala de una prosa rica en metáforas,
con cierto lirismo y que evoca a la literatura sudamericana con ciertos toques,
y en su justa medida, de realismo mágico. Mantiene un ritmo constante en toda
la novela que procura que no decaiga el interés. Para narrar utiliza tres voces
diferentes. Un primera narrador en tercera persona nos sitúa en el espacio y el
tiempo, que es el momento en que se celebra el juicio para dejar paso a los
otros dos narradores, Berenjena y Bárbara, que en primera persona desarrollan
realmente la acción de la novela. Al hablarnos ellas mismas, sus puntos de
vista, sentimientos y referencias personales quedan muy patentes en la
historia.
A pesar de que a mitad de la novela se descubre gran
parte de la intriga que nos acompaña desde un principio, de alguna manera
consigue que sigamos enganchados al relato y despertar nuestro interés por descubrir
lo que queda por contar.
En su desenlace la autora ha optado por final abierto a
las diferentes interpretaciones del lector, consecuente con la historia aunque
deja todos los interrogantes matizados y resueltos.
Conclusión
Sin duda os recomiendo leer esta interesantísima novela
sobre el amor, la pasión, brujería, hechizos, magia y la inquisición,
exorcismo, asesinatos y venganza. Una novela narrada de forma espectacular con
cierta dosis de intriga y unos personajes inolvidables.
Podéis acceder a la ficha en el siguiente enlace: http://www.megustaleer.com/ficha/L354267/el-cielo-en-un-infierno-cabe