Título: Un chica de barrio
Autora: Maureen Lee
Publicación: Maeva, mayo de 2013
Páginas: 445
Liverpool, años cuarenta. La pequeña Joe pierde a su querida madre siendo una niña y deber dejar el humilde apartamento en el que vivía y mudarse a casa de sus tíos. Las cosas no siempre son fáciles para ella, pero nunca deja de soñar con una vida mejor. Su existencia da un giro cuando conoce a la anciana Louisa Chalcott, una excéntrica y famosa escritora para la que empieza a trabajar como señorita de compañía en la mansión Barefoot House. Este encuentro supone el inicio de una vida llena de sorpresa y acontecimientos inesperados, como un viaje a Nueva York, en el que conoce al atractivo y carismático Jack Coltrane, o una insospechada carrera profesional como editorial que la conducirá hasta done, tal vez, siempre había soñado llegar.
Mi experiencia con la novela
A pesar de que Maureen Lee escribe el tipo de historias que se encuentran en la categoría de mis favoritas aún no había tenido la oportunidad de acercarme a ninguno de sus libros. Hoy os traigo la reseña de Una chica de barrio que es su última publicación y cuya sinopsis, al igual que sus anteriores novelas, me resultaba tremendamente atractiva.
La historia nos sitúa en Huskisson Street, un barrio de Liverpool, en el año 1938. La pequeña Joe Flynn tiene tres años y vive de forma modesta junto a su madre en la buhardilla de una antigua mansión transformada en habitaciones individuales. Mabel, su madre, es una joven prostituta que tiene problemas de adicción al alcohol. A pesar de ello, de tener en muchas ocasiones que esperar en las escaleras a que se vayan las visitas masculinas y pasar muchas noches sola, Joe se siente feliz y muy unida a su madre.
Cuando comienza la Segunda Guerra Mundial y Alemania ataca la cuidad Joe pierde a su madre en un bombardeo y se ve obligada a trasladarse con su tía Ivy, una mujer que echó de casa a la madre de Joe antes de que ella naciera y que no tiene la menor intención de proporcionarle a Joe el mínimo cariño aunque si se encargará de cubrir sus necesidades básicas. Ivy sólo tiene ojos para su querido Vince, un hombre a primera vista encantador, aunque con el tiempo Joe se dará cuenta de que es demasiado encantador…
Poco después también se ve obligada a abandonar esta casa y comienza a trabajar para una escritora malhumorada y excéntrica, Luisa Chalcott, que cambiará su vida de forma irremediable.
Aunque parece que os he contado prácticamente todo el argumento de la novela en realidad todo esto ocurre aproximadamente antes de finalizar el primer tercio de la misma. Es en este punto cuando comienza la vida real de Joe, una muchacha con una infancia complicada que con mucho trabajo consigue hacerse un hueco en el mundo y cumplir algunos de sus sueños a pesar de sus pocas perspectivas iniciales. En esta historia encontramos muchos reveses del destino, situaciones dolorosas, tremendamente tristes en las que Joe sufrirá pérdidas, desengaños pero también es una historia de amor, de superación, de ganas de agarrar la vida y reconducirla.
Maureen Lee condesa casi toda una vida en algo más de cuatrocientas páginas por lo que en la historia se producen algunos saltos en el tiempo y omisiones intencionadas. Ocurren muchísimas cosas en torno a la vida de Joe, y pasa por diferentes periodos en su vida. Conocemos su niñez, su adolescencia y en la persona que se va convirtiendo a través de los años cuando ya es adulta. La historia se estructura de forma lineal comenzando en el año 1938 y abarca hasta el 1989, cincuenta años que dan muchísimo de sí.
Me ha gustado especialmente la construcción de personajes que no están encorsetados en un único papel. Es imposible no empatizar y sentir cariño por Joe, la protagonista, que a pesar de todo lo que ha sufrido consigue ir siempre hacia adelante y se convierte en una mujer fuerte, hermosa y con las ideas muy claras. Quizás lo lógico es que este personaje, tan necesitado, hubiese recurrido a las oportunidades fáciles que se le presentaban pero siempre va más allá, a experimentar, a vivir la vida y conseguir lo mejor. En muchas ocasiones se equivoca y sus decisiones resultan no ser las más acertadas pero acepta su destino sin caer en el dramatismo.
El resto de los personajes que intervienen en la historia se caracterizan, al igual que Joe, por su increíble humanidad de forma que parecen de carne y hueso. No resultan ni ángeles ni demonios, un detalle que aprecio mucho en los libros porque dota de mucho realismo a la historia, sino que actúan movidos por las situaciones, intereses o una cuestión en particular de forma que aunque sus actos no sean generosos o su comportamiento cruel en ocasiones sí que resultan perfectamente entendibles al lector.
La tía Ivy por ejemplo, se ve obligada a hacerse cargo de Joe y le ofrece un trato muy frío y distante pero en realidad no creo que sea una mujer mala. Simplemente está tan enamorada de su marido que es incapaz de ser objetiva y percibir algo más en el mundo de forma que lucha porque nadie ni nada entorpezca esta relación. Menos mal que Joe cuanta con los Kavanagh que es el concepto más aproximado a familia que conocerá. Una familia numerosa que Joe admira y envidia y que con el tiempo tomará un gran cariño correspondido por todos sus miembros. En ella encontrará a su gran amiga Lily, una niña engreída y caprichosa que en más de una ocasión nos saca de quicio. También está Ben, con quien Joe comienza una relación en la que a pesar de su juventud establecen un compromiso real y planes para el futuro.
Y por supuesto está Jack Coltraine, un dramaturgo que conoce en Nueva York y que será uno de los principales motores que mueve la vida de Joe. Con él vivirá una pasión sin límites aunque a mí es un personajes que no me ha terminado de caer bien (y esto es una apreciación muy subjetiva).
A parte de estos podría seguir nombrando infinidad de personajes que a pesar de ser secundarios resaltan por su atractivo en la novela como Louisa Chalcott, personaje que me ha fascinado por su mentalidad abierta con sus dos ambiciosas gemelas.
Como escenarios principales en la novela, hay una parte que se desarrolla en distintos barrios del Liverpool natal de la autora (escenario que comparten muchas de sus otras novelas) y otra parte en la ciudad de Nueva York. A pesar de que la autora no se hace pesada en describirnos estos lugares sí que conseguimos hacernos una idea más o menos definida de sus estilos de vida. Desde barrios humildes o marginales hasta aquellos en que viven familias acomodadas y disfrutan de ciertos lujos. Además su desarrollo centrado en los albores de la mitad del siglo XIX nos enseña un estilo de vida algo diferente al actual que está muy bien plasmado en la novela. Las consecuencias de la Segunda Guerra Mundial, el papel de la mujer en los años 50, su dificultad para encontrar un empleo y el papel secundario al que estábamos relegadas en el plano laboral, y la fundación de una editorial en los años 70-80.
El estilo narrativo de Maureen Lee me ha parecido sumamente agradable y termina enganchándote a sus páginas. Es cercana, amena, ágil, accesible pero destaca por ser muy directa, no se pierde en ambages y se centra mucho en las circunstancias que rodean a la protagonista. El narrador en tercera persona hace que tengamos un amplio conocimiento de la historia, con las justas descripciones y con la presencia de muchos diálogos agilizan mucho esta lectura que se escapa de las manos.
Conclusión
Una chica de barrio es una lectura agradable y emocionante que entretiene, que está bien narrada y cuyos personajes resultan atractivos. Por algo tienen tanto éxito los libros de esta autora. Yo estoy segura que volveré a caer en alguna de sus otras historias.