Cuando a Lola, una
joven pediatra, la abandona su pareja se frustran todos sus deseos de ser madre,
una cuestión que últimamente le obsesiona. Huyendo del dolor se traslada a vivir a Mataró, un lugar
donde comenzar una nueva vida alejada de los recuerdos y donde emprender una
nueva vida.
Una mañana en la
consulta conoce a dos inmigrantes gambianas.
Aminata es una madre de familia, analfabeta y con unas costumbres muy
arraigadas que no terminan de encajar en nuestro país mientras su hija Binta es una muchacha muy despierta e
inteligente que ha crecido en España y sueña con ir a la universidad y ser como
las mujeres occidentales.
A menudo entre madre e
hija se producen choques y desencuentros. La diferencia entre la cultura en que
ambas ha sido educadas les hace ser muy diferentes y les resulta casi imposible
encontrar un punto en común. Cuando definitivamente Binta descubre que nunca
llegará a ser como esas mujeres que le rodean se abre una brecha insalvable en
su vida.
Estas tres mujeres,
Lola, Amita y Binta descubrirán que quizás tengan más cosas en común de las que
esperaban y entre ellas nace un vínculo que tiene un objetivo común.
Mi experiencia con la
novela
El fruto del baobab
es una de las últimas publicaciones de la editorial Espasa. Un libro de los que
más me ha llamado la atención entre sus novedades. Cuenta con una bonita
portada, sugestiva y sencilla que con la imagen de un baobab, un árbol
africano, evoca una historia exótica.
Me gustan mucho los libros que entretienen pero me gustan
aún más los libros que me aportan temas
interesantes y me dan el pie para reflexionar. Es el caso de este libro que aún
contando una historia de ficción plantea muchas cuestiones interesantes e
importantes en la vida así como una realidad tan macabra como peligrosa.
La historia gira en torno a tres mujeres, Lola, Aminata y
Binta. Muy distintas entre ellas, educadas en mundos distintos y con distintas
visiones de la vida.
Lola está a punto de cumplir los cuarenta años y es
pediatra. Acaba de ser abandonada por su pareja y con este adiós definitivo se
esfuman sus pocas posibilidades de ser madre. Un tema que le ha hecho cuestionarse
el sentido de su vida. Para alejarse de la rutina y los recuerdos dolorosos
intenta iniciar una nueva vida en Mataró. Unas nuevas circunstancias que le
hacen sentirse extraña y de las que no sabe que esperar. No atina a encontrar
el nuevo rumbo que ha de tomar.
Aminta es una inmigrante de Gambia que junto a su familia
espera obtener mejor calidad de vida en España. Es una mujer digna, madre de
cuatro hijos, analfabeta y muy arraigada en las costumbres de su país. Recuerda
con añoranza el poblado donde se crió a la sombra del baobab junto a las
mujeres de la familia, figuras de quien aprender y empaparse de su cultura. En
su nuevo hogar a penas ha logrado integrarse, casi no entiende el idioma y las
mujeres blancas resultan muy extrañas para ella.
Su hija Binta ha pasado la mayor parte de su vida en Mataró
y apenas le ha costado hacerse al estilo de vida de la ciudad. A sus catorce
años es una chica moderna, como cualquier otra de su edad. Muy despierta e inteligente
sueña con ir a la universidad y se enamora de un chico blanco, un gran
inconveniente para su familia.
Cuando Lola realiza una exploración rutinaria a Binta,
descubre con espanto que los genitales de la joven han sido escindidos, una práctica
muy habitual en su país. Por primera vez
su conciencia se remueve y se involucra en el espinoso tema. Además descubre
que Fatou, la hermana pequeña de Binta, realizará un viaje con su padre a
Gambia en el que quizás también ella pase por el mismo ritual.
Como os decía la novela toca el delicado tema de la ablación
en niñas. Ciento cincuenta millones de mujeres en el mundo sufren esta nociva
praxis. Esto supone que alrededor de seis mil niñas al día serán brutalmente
mutiladas. Sus genitales son cortados por madres, abuelas u otras mujeres del
poblado sin anestesia ni analgesia, sin medicación ni ningún tipo de
antibióticos. Para arrancar esta parte del cuerpo que les sobra utilizan
cuchillas oxidadas, trozos de vidrio o navajas de afeitar viejas. Otra practica
mucho más extrema es la infibulación, que consiste en cortar tanto clítoris,
como labios y suturar la vagina.
Una práctica salvaje y cruel con la que pretenden purificar
a las mujeres. Una mujer sin “cortar” (solima) que tenga apetito sexual se
considera impura y ningún hombre aceptará casarse con ella. A estas la 3sociedad
las aparta y las trata como a prostitutas. Muchas de ellas se desangran y no
sobreviven, otras contraen infecciones, dolores y problemas urinarios por no
hablar del suplicio que resulta el coito para estas mujeres. Aunque es mucho más común que suceda en África
hay otros muchos lugares donde esta tradición sigue vigente.
“El dolor agudo, lacerante que me
hacía gritar hasta quedarme ronca, el dolor que mordía, que quemaba, que se
hundía en la carne y se quedaba allí, al acecho, como la garra traidora del
leopardo, escondido entre los pliegues de mi cuerpo a la espera de que yo fuera
a hacer pipí o saltara o corriera, para salir de improviso a atacarme y clavarse
a traición en mi sexo” (Página 32)
A través de estas tres mujeres vemos tres posiciones
distintas ante esta barbaridad. Lola no puede entenderlo. En su cultura no sólo
es un delito sino que es una aberración para la dignidad de la mujer y su salud.
Para Aminata, en cambio, es una simple costumbre por la que todas las mujeres
del poblado han de pasar. Un ritual que las convierte en mujeres. Ni siquiera
llega a cuestionarse si está bien o está mal. Una mujer como ella en el poblado
en Gambia no tiene derecho a decidir. En primer lugar está bajo las ordenes del
marido y después bajo la tutela de todas las mujeres mayores que ella en la
familia. Ni siquiera puede decidir el futuro de sus hijos. Y aunque actualmente
vive en España no puede dar la espalda a las creencias que le han inculcado
desde su nacimiento. Ni siquiera se plantea si es feliz o no simplemente vive
la vida como le toca, aceptando sus obligaciones.
“La mujer, la sangre y el dolor
van aparejados. La purificación, la menstruación, la noche de bodas y el parto.
El sufrimiento es ley de vida si has nacido en femenino.” (Página 54)
Cuando Binta descubre lo que han robado entiende que nunca
podrá ser como esas mujeres occidentales que tanto admira y sufre un profundo rechazo contra la cultura
de la que procede pero también contra su madre, esa mujer que ella cree que no
entiende nada y a la que prácticamente ha perdido el respeto.
Pero esta no es sólo una historia que nos habla del choque
entre culturas e incluso entre diferentes generaciones porque la maternidad y
la relación entre madre e hija ocupa un lugar importante dentro del relato.
En cuanto al estilo de la autora se caracteriza por una
prosa fácil, correcta y fluida pero muy emotiva y reflexiva a la vez. Con
amplia presencia de diálogos y una estructura en forma de capítulos cortos se
imprime cierta velocidad de lectura. Cada capítulo se centra en una de las
protagonistas narrándonos su punto de vista. El narrador predominante es la voz
de tercera persona para hacerse eco de Lola y Aminata pero en cambio, las
partes correspondientes a Binta lo hace en primera persona lo que nos permite
acercarnos mucho más y de forma más íntima a este personaje.
Un detalle que he echado en falta durante su lectura en un
glosario que aclare las diversas palabras que refieren a términos musulmanes y
que, en mi opinión, enriquecen la novela pero sobre las que se hacen necesarias
las notas a pie de página. Ni siquiera en la red he podido encontrar el
significado de estos términos.
Aunque la novela se desarrollé íntegramente en Mataró y esté
situada en la actualidad a través de algunos capítulos viajaremos al poblado en
Gambia. En ellos se nos cuenta la historia
de Rama, madre de Aminata, de la que se dice que embrujó a su marido con sus
artes sensuales.
La novela no sólo me ha gustado mucho sino que me ha
parecido muy interesante aunque considero que la historia personal de Lola es
prescindible. Entiendo su presencia en la novela pero la parte dedicada a ella
tiene menor atractivo. O quizás la otra me ha resultado tan interesante que ha
captado toda mi atención.
Conclusión
A estas alturas seguro que ya os imagináis que recomiendo
sin reservas esta novela. Una historia que toca un tema muy duro pero también interesante narrada
a través de tres personajes femeninos con mucha sencillez y claridad.
Si queréis ganar un ejemplar de esta novela pinchad aquí.
** Gracias por el ejemplar a Espasa