A Malouf le conocí ya hace algunos años con la que creo que es su novela mas conocida León, el Africano. Después he ido leyendo alguna de sus otras novelas aunque no lo he seguido fervorosamente como a otros autores aunque lo que he leído siempre me ha dejado satisfecha.
Nuestros inesperados hermanos se desarrolla prácticamente al completo en un pequeño islote situado en la costa Atlántica llamado Antioquía. Allí es donde Alexandre (o Alec Zander, su pseudónimo en el trabajo) se ha mudado con la intención de buscarse a sí mismo y alejarse del resto del mundo. No pasaba una de sus mejores etapas personales. La isla la compraron sus padres con la idea en mente de mudarse allí algún día aunque en vida ellos nunca lo pudieron hacer.
Algo que Alexandre si ha logrado. En parte gracias a su trabajo como dibujante de cómic para un periódico. La isla es tan pequeña que solo tiene dos propietarios. Él y una mujer llamada Ève, que es novelista. Como vecinos son solitarios y no se relacionan entre ellos demasiado. Hasta un noche en que ocurre algo muy extraño. Repentinamente se produce un apagón energético. Toda comunicación con el exterior se corta. Sin saber muy bien que ha pasado Alec empieza a preguntar a los habitantes de las otras islas. Parece ser algo muy gordo relacionado con el gobierno y con la amenaza de sufrir un ataque nuclear...
No os cuento más de lo que sucede en la novela. Nos encontramos en esta ocasión con una especie de distopia que en representa algunas de las situaciones que nos preocupan o al menos se han planteado en algún momento de nuestra historia actual. Una novela que en clave de humor realiza una crítica feroz contra el sistema. Contra los políticos y dirigentes, contra la prensa y contra cierto tipo de formas de ganar dinero.
Y es que ¿Cuántas veces no habrá resonado por ahí la palabra guerra nuclear o bioquímica? ¿Cuántas veces no han sembrado en nuestras mentes el miedo ante algo así? Y ante esta amenaza comienzan a suceder una serie de cosas -algunas de ellas tienen un realismo sobrecogedor- que son el fundamento de la novela. El protagonista intentará averiguar qué es lo que ha ocurrido y cuál es el peligro real. La información le llega de otros, los políticos han contados la historia a su manera y las actuaciones parecen ser kamikazes para la paz mundial.
Al final es algo que hemos vivido muchas y reiteradas veces en la historia. El mayor enemigo del hombre es el propio hombre. Y por extravagante o exagerada que en algunos momentos pueda parecer esta novela, a día de hoy no resulta tan increíble. De hecho yo creo que 2020 nos ha demostrado que somos más frágiles de los que pensamos.
Necesitamos saber lo que ocurre a nuestro alrededor. Los que tienen el poder en ocasiones nos manipulan. Y cuando la información nos confunde nos frustramos. Hasta el punto que podemos llegar incluso hasta rechazar cuando la ayuda es verdadera. Puede que esta venga de donde menos lo pensamos.
La novela tiene un ritmo tranquilo, lo cual se agradece porque es una novela de esas que invitan a la reflexión y como os he avanzado incluso para comparar lo que sucede en la ficcion con el panorama social en la actualidad. Pero que no sea una novela se mucha acción tampoco quiere decir que sea una novela pesada o que explaya en divagaciones. Todo lo contrario Maalouf narra con claridad y sin meter paja y ya es el lector, si quiere, quien puede ir más allá o no hacerlo.
Un punto a tener en cuenta es que el autor se inspira o analiza la sociedad en la Grecia clásica, en la que surgió la democracia, en la que se produjo quizás una de las mayores evoluciones en el pensamiento. El modelo que impulsó nuestra civilización actual.
En definitiva, creo que Nuestros inesperados hermanos es una novela que nos explora el futuro que puede deparar a la humanidad. Una novela que juega a situar al hombre en una situación complicada y ver como es su reacción.