Me llamó la atención este libro por varias cuestiones. Las principales son esa portada tan colorida y llamativa, la originalidad que nos ofrece su contraportada y porque además se desarrolla en Badajoz, ciudad que conozco muy bien.
Antes de nada deciros que este libro es una especie de continuación al mediometraje El mundo entero (que ha producido, dirigido, escrito e interpretado su propio autor), que fue estrenada en 2017, cualificada para los Premios Óscar y nominada al Goya al mejor cortometraje de ficción. Os recomiendo que lo veáis. Me parece que es muy recomendable que se hable de este tipo de cosas. Así que no me extiendo más en este proyecto.
La vida Entera es como un nuevo episodio aunque no resulta imprescindible haber visto el mediometraje para entenderlo. De hecho, yo lo he visto después y durante la lectura no sentí que me faltara nada.
Nos encontramos en el cementerio viejo de Badajoz. Allí ha acudido Julián para visitar a su madre el día de su cumpleaños. Ella no le perdonaría que faltara ese día. Y es que "La chary", que así es como todo el mundo la conocía, ya no se encuentra en el mundo de los vivos desde hace veinte años, pero parece ser que tampoco descansa en paz. ¿Será que se ha quedado algún asunto pendiente en la vida terrenal?
Este es el comienzo de la novela. Sin duda llamativo e imaginativo. Pero no os penséis que es una novela de fantasía o ciencia ficción. Es un recurso que utiliza el autor y a la vez protagonista de la novela -junto con La Chary- para contarnos un aspecto de la vida de su madre y a la vez desvelar algo que nunca contó en vida a Julián. Una revelación que Julián hace tiempo que espera y que le llevará a cumplir una misión.
Tengo que decir que he disfrutado mucho con este libro. Por una parte la historia es muy entretenida y tiene momentos de todo tipo. Aunque está narrada con un marcado sentido del humor, y este toque de fantasía que ayuda al autor a llegar a donde quiere, también hay momentos más tristes, tiernos o emocionales. Al final, se trata de que conozcamos a La Chary. Una mujer que vivía en un barrio de Badajoz y que no tuvo más remedio que echarle ovarios a la vida.
Una mujer con carácter, con decisión y una fuerza arrolladora. Un personaje de esos que en las novelas resultan muy agradecidos para el lector. Por muchos dramas que vivan en su vida nunca caen en la melancolía o en el auto compadecimiento. Un gran personaje sin duda que nos enseña que siempre ha existido gente mas comprensiva, mas abierta y capaz de cambiar a los demás. Una mujer que no soportaba las injusticias y que vivió con respeto pero como quiso en una época muy difícil en la que no había nada inventado y en la poca manga ancha se permitía a las mujeres.
Por otro lado, no puedo negar que me ha encantado reconocer lugares que para mí resultan emblemáticos en Badajoz. Me ha resultado muy placentero poder casi respirar el ambiente o ver lo que tenían delante sus personajes. Así mismo yo creo que la protagonista tiene ese desparpajo y desenfado que marca un poco el carácter de los pacenses. Que hacen broma de todo e intentan restarle gravedad a las cosas. Su deje al hablar, su tono elevado y su gesticulación que es más marcada en aquellos tiempos.
A parte de ese sentido del humor, de esa mezclas de momentos tristes, alegres y cómicos la novela está narrada en un tono muy ligero. Los diálogos ocupan una parte importante de la novela lo que hace que se suceda de forma muy ágil. Julián Quintanilla utiliza coloquialismos, expresiones vulgares y frases que hacen que sean muy realistas y te ambienten muy bien. Como digo, en este aspecto también me he sentido muy identificada como extremeña que soy.
Y bueno como anécdota comentar los ecos que la novela tiene Canción de Navidad de Charles Dickens. Imposible que no te venga a la mente esta otra.
En definitiva, La vida entera es una novela entretenida y ligera que se lee con agrado y con una sonrisa en la boca. Una novela que nos enseña lo mucho que lucharon mujeres como "La Chary" para salir hacia adelante en un momento tan difícil como el que le tocó vivir.