Título: Howards End
Autor: E. M. Forster
Publicación: Navona, octubre de 2018
Páginas: 467
Esta novela fue publicada en 1910 bajo el título original de Howards End. Las diferentes ediciones que nos podemos encontrar, así como varias adaptaciones en serie o películas, han adoptado diferentes nombres. Sin embargo la de Navona dentro de Los Ineludibles conserva su título original y nos llega traducida por Eduardo Mendoza.
Contar su argumento es complicado porque es una novela en la que las tramas se van sucediendo y unas dan lugar a otras de forma que suceden muchas cosas en ella. Pero voy a sintetizarla lo máximo posible. La base argumental de Howards End gira entorno a las relaciones sociales y familiares que se establecen entre tres familias muy diferentes.
Por un lado tenemos a las hermanas Margaret y Helen Schlegel, huérfanas que viven en una casa alquilada en Londres junto a su hermano pequeño. Durante una excursión a Spira conocen a los Wilcox, una familia cuya fortuna proviene de las colonias africanas, y traban amistad con ellos. La menor de las dos es invitada a pasar unos días en su casa de campo, Howards End, y allí sucederán una serie de acontecimientos que marquen toda la novela porque poco tiempo después los Wilcox se mudarán a vivir enfrente de las hermanas en Londres.
La tercera familia está formada por una pareja humilde que vive en la mentira. Las hermanas Schlegel intentarán ayudar de todas las formas posibles a los Bast mientras que los Wilcox, cargados de prejuicios creen que no se puede socorrer a la clase media-baja y que es mejor dejarlos lo más lejos posible.
En esta novela nos vamos a encontrar un cuidado retrato de la sociedad inglesa de principios del siglo XX. Con una clara critica a los convencionalismos y encorsetamiento de las clases sociales cuyas diferencias vamos a percibir muy marcadas. Los prejuicios contra el afán de ayudar, la vergüenza, la ambición, las propiedades y el dinero mueven a sus personajes. Pero hay muchas historias escondidas entre ellos que nos llevan a ver la lealtad y la traición, las mentiras, la hipocresía o el (in)cumplimiento de las promesas.
Tengo que decir que me ha encantado conocer a las dos hermanas, Helen y Margaret. Desde que se quedaron huérfanas han vivido solas con su hermano pequeño (muy a menudo enfermo y con un carácter muy débil) y aun con la insistencia de su dispuesta y entrometida tía han logrado no solo salir hacia adelante ellas solas sino convertir su legado en una fortuna. Dos jóvenes independientes, libres y con una mentalidad moderna que se encontrarán en un grave dilema cuando espire el contrato de la casa en la que viven.
Su amistad con los Wilcox pasará por diferentes etapas, unas mejores y otras más delicadas. Quizás por lo diferentes que son de ellos e incluso sus miembros entre sí. Henry Wilcox es un hombre de ideas conservadoras que cree que cada uno está en el lugar que se merece y ahí se debe quedar. Su mujer Ruth es la única que siente apego por la casa familiar (Howards End). Leonard Bast ha sido un personaje que me ha despertado ternura y lástima en muchos momentos. Por razones fortuitas conoce a estas dos familias y se siente atraído por su forma de vida. Pero él que es un simple empleado en una compañía de seguros y que convive con una mujer de “dudosa moral” se siente muy vulnerable y avergonzado ante ellos.
Howards End me ha parecido una muy buena novela para leer con tranquilad. Es de ritmo sosegado, sobre todo al principio aunque esté narrada con fluidez, para disfrutar de la maravillosa forma en que está narrada y de los muchos matices con los que se han construido sus personajes los cuales tienen una psicología muy marcada y a los que llegamos a conocer muy bien. la narración se sucede en tercera persona omnisciente lo cual el autor aprovecha como he dicho para recrear perfectamente la sociedad del momento, mostrándonos su día a día, su forma de actuar, sus intereses y su dinámica. Además el autor introduce un peculiar tono de humor. En ciertas ocasiones se burla de sus personajes o de las situaciones a las que dan lugar para así crear esa parte critica o burlesca que os comentaba antes y con la que el autor mira la sociedad.
En conclusión, Howards End es una novela que si os gustan los clásicos no puedo dejar de recomendar. He intentado no descubrir mucho de ella porque es de esas novelas que tienes que contarlo todo o no puedes hablar nada.