martes, 3 de julio de 2018

El jardín de las flores negras - Anna Rosenrot


Título: El jardín de las flores negras
Autora: Anna Rosenrot
Publicación: Autopublicado, marzo de 2018
Páginas: 384

Nadie sabe de lo que somos capaces hasta que algo o alguien, despierta al monstruo que llevamos dentro.

Oviedo, 1948. Durante los duros años de la posguerra, en una ciudad que como el resto del

país intenta recomponerse, el padre Arteaga, un joven sacerdote con graves conflictos personales pero con un brillante futuro por delante, intentará huir de las intrigas políticas y eclesiásticas que se ciernen sobre él, pero no podrá escapar de los enredos de la sensual señorita Peláez, ni de los misterios que le rodean, como los que oculta la discreta maestra en esa llave de la que nunca se separa. Pero sobre todo se sentirá atraído por los extraños habitantes de la casona de los Osorio: el desfigurado Bastián al que su padre, don Pelayo, mantiene encerrado como si fuera parte de su colección de mariposas, o la inquietante Llara con su belleza sobrenatural.



Decidido a descubrir la verdad sobre la familia de don Pelayo, el padre Arteaga se verá atrapado en un laberinto de mentiras, miedos y oscuros secretos que desvelarán una historia sórdida, oscura y siniestra, como una inquietante flor negra en medio de un jardín.

Mis impresiones

De Anna Rosenrot ya he leído un par de novelas y ambas me hicieron disfrutar por lo que no he dudado en leer su última novela: El jardín de las flores negras, cuyo título ya nos dice mucho. Si las flores representan armonía y alegría la oscuridad del negro no trae connotaciones positivas.

“Angustiosa y jadeante. Así es la respiración de un moribundo. Con el esfuerzo que suponía mantenerse viva a pesar de los estertores de la muerte, Eulalia consiguió reunir las fuerzas necesarias para garrar a la joven por la muñeca y atraerla hacía sí.
La joven se acercó inmediatamente facilitándole el gesto a la mujer mientras que sus tías, que velaban incansables al lado de la cama como dos pájaros de mal agüero esperando lo inevitable, trataban de escuchar lo que la mujer trataba de decir.”

Esta historia comienza en Oviedo en 1948. Pablo Arteaga es un joven inteligente y despierto al que su tío ha obligado ordenarse como sacerdote. No tiene vocación y está pagando por lo que su tío considera un gran pecado además de por los conflictos familiares con su padre. Ahora lo han destinado a una parroquia para que, mientras termina sus estudios en la universidad, ayude al Don Toribio en la parroquia de San Gerónimo, el cual ya es mayor y pronto se espera que se jubile.

Quizás para otro joven sería un gran premio pero Pablo tiene sus propios sueños. En el nuevo mundo que conoce se encontrará con diversos personajes inmersos en su propia supervivencia al igual que ocurre en todo el país, empobrecido y embrutecido por la posguerra. Entre ellos se encontrará con la familia Osorio, en torno a los cuales se ciernen demasiados secretos. Don Pelayo es un hombre viudo al que respetan y temen, su hijo Bastián vive encerrado en la casa por una deformidad que sufrió durante un extraño accidente ocurrido años atrás y Llara, una chica tan bella como misteriosa. Para ellos trabaja también una profesora, Nieves, que lleva siempre una misteriosa llave al cuello. O Buenaventura, un administrador sin escrúpulos. Desvelar todos los secretos y descubrir que ocurre en la casa de los Osorio será una de sus principales motivaciones.

El jardín de las flores negras es una novela, que compartiendo con la esencia de las anteriores novelas de la autora, tiene un toque muy oscuro. En este caso no es a través de lo sobrenatural sino de varias tramas en las que encontraremos mentiras, abusos, violencia, sensualidad, intrigas políticas o conflictos de intereses.

Es cierto que ha sido una novela en la que me ha costado entrar en sus primeras páginas que sirven de introducción y presentación de escenarios y personajes. Son tan abundantes las tramas con las que se abre que en algún momento me sentí un poco perdida. Quizás no por el hecho de que la novela sea complicada sino porque la cogí en un momento en que me costaba centrarme. Sin embargo, una vez que logré hacerme con todos los personajes y situar todas las tramas comencé a disfrutar mucho con la novela. Esa variedad de tramas y personajes que al principio me costaron hacen que sea una novela muy dinámica y con muchísimos puntos de interés y numerosos conflictos los que se tienen que resolver.

Los personajes creo que están muy bien creados y en todos ellos hay algo que interesa al lector. Sus historias pueden ser duras, conmovedoras o puede que terminemos odiándolos. Pero todos ellos van causando sensaciones y emociones en el lector. Ninguno de ellos es un mero figurante en esta historia que podríamos considerar coral. A pesar de ello el libro es conducido por el Padre Arteaga, un joven a quien le espera un prometedor futuro que no es el que él desea. Al principio sabemos que está cumpliendo con un castigo pero no sabemos que hizo para que le condenaran a tal. A parte de tener que lidiar con sus fantasmas y conflictos personales tendrá que enfrentarse a las situaciones comprometedoras en que le ponen el resto de los personajes. Ya he mencionado a los Osorio y sus oscuros secretos. Pero habrá otros personajes como Araceli Peláez que intentará seducirle. A parte de los citados hay algunos personajes más que complementan el hilo argumento.

Otra cuestión interesante en la novela es como la autora nos muestra la sociedad en los años de la Guerra Civil y posguerra. No se centra en el conflicto sino en cómo lo vivieron las personas de diferentes estatus social, ideales o posiciones. Un momento en que muchos se aferraron al régimen y lograron privilegios y otros lucharon contra él, porque no podían concebir ni aceptar lo que estaba ocurriendo. Pero no solo lo veremos desde el plano político o del idealismo. También veremos los problemas más cotidianos que tenía mucha gente. La escasez de trabajo, de alimentos, la pobreza, la lucha por superar el día a día, las injusticias, su situación de desventaja…

Como es habitual en Anna Rosenrot, es una novela que intriga e inquieta. Una novela oscura cargada de secretos truculentos. La novela abarca dos planos temporales. Uno es en 1948 y es el verdadero cuerpo de la novela. Y el otro retrocede en el tiempo al año 1936 en que conoceremos la vida anterior de Pablo para explicar cómo ha llegado a ese presente que vive.

Conclusión

El jardín de las flores negras es una novela en la que confluyen diversas tramas y personajes que nos muestran lo mejor y lo peor del ser humano. Una novela de estructura compleja, bien narrada y que te atrapa entre sus páginas con secretos y conflictos que van saliendo a la luz.