Título: Un mal
secreto
Autora:
Ann-Marie MacDonald
Publicación:
Lumen, enero de 2017
Páginas: 544
Hay semanas que
resumen una vida entera y nos cuentan de nosotros más de lo que querríamos
saber. Un mal secreto arranca
un lunes cualquiera, mientras Mary Rose MacKinnon está sentada en la mesa del
desayuno de su casa, y acabará en domingo, pero en estos siete días el caos del
día a día y los recuerdos de infancia se irán trenzando para dar la imagen de
un mundo donde caben la comedia y el drama.
Bien mirado, Mary
Rose algo de responsabilidad tiene en todo eso; es ella quien ha decidido dejar
de lado su carrera para dedicarse a sus hijos, Maggie y Matthew, dos criaturas
que tendrá que cuidar sola mientras su compañera Hilary está de viaje por
trabajo. En general, todo parece dispuesto para lo mejor, pero hay detalles que
duelen: ¿nadie se ha fijado en la abolladura de la nevera?, ¿cómo es posible
que Maggie aparezca de repente con unas tijeras en la mano?, ¿dónde está el
maldito mando del coche...?
La voz cansada y
lejana de Hilary que llama por la noche no basta para recobrar el equilibrio y
la presencia de sus padres, que invaden la casa con tiernas extravagancias,
devuelven a Mary Rose a un momento del pasado, a una oscura enfermedad y un mal
secreto que la familia decidió borrar de su historia.
Lunes, martes,
miércoles... la vida transcurre y la espléndida prosa de Anne-Marie MacDonald
cose los retales del presente y del pasado perdido con el talento de una
maestra.
Mis impresiones
La relación padres e hijos está en constante evolución y
pasa por diferentes fases. En las primeras épocas de la existencia somos
completamente dependientes de ellos y gran parte de nuestro mundo gira a su
alrededor. Y son ellos los artífices de muchas de las cosas que sentimos o
pensamos los adultos. Ellos han creado y han actuado en situaciones que hemos
vivido y que ahora no recordamos pero que quizás nos pudieron marcar un antes y
un después. Incluso puede ser que
determinados recuerdos vengan dados de lo que cuentan los demás ya que no son
propios pero asumidos como ciertos. Sobre esta premisa construye Ann-Marie
McDonald su tercera y última novela titulada Un mal secreto.
“En medio de nuestra vida mortal, Mary Rose
Mackinnon está sentada junto a alegre mesa de la cocina repasando el correo
electrónico. Es lunes. Su hija de dos años se entretiene intentando empotrar un
cochecito de muñecas contar el zócalo de la pared, así que tiene unos cuantos
minutos libres”
Esta novela comienza un lunes. Mary Rose va a pasar una
semana en casa sola con sus dos hijos de dos y cinco años, Maggie Y Matthew,
mientas su esposa, Hilary, ha viajado por cuestiones laborales y estará toda la
semana fuera. Mary Rose (o Míster como la llama cariñosamente su familia) ha decidido
aparcar de momento su exitosa carrera como escritora de libros infantiles para
dedicarse al cuidado de su familia. Durante esos días pasará por diferentes
estados mentales llegando incluso a experimentar un dolor fantasma que la
llevará a su infancia y a indagar en la relación con sus progenitores.
Un mal secreto
es una novela diferente. Con un marcado carácter intimista nos habla de la
maternidad, de las relaciones familiares y de la soledad. Pero lo hace con
ciertas particularidades. La novela nos narra una semana en la vida de Mary
Rose y mientras van pasando los días puede parecer un relato algo inconexo, con
algunos recuerdos de aquí y de allí, con pensamientos extravagantes y a veces
fatalistas que necesitan su espacio para formar la historia. Y creo que al
final se enlaza todo y se comprende muchas cosas que hay en el interior de la
historia aunque cueste un poco entrar en ella.
El personaje central es Mary Rose, una mujer que se
enfrenta al gran tópico de las madres. Se ha atrevido a romper el molde de la
mujer moderna trabajadora y ha decidido quedarse en casa. Ahora su esposa va a
estar fuera unos días y en este espacio de soledad Mary Rose recupera un
antiguo dolor de brazo que será el preludio del descubrimiento del gran secreto
que vivió en su infancia. Es un personaje muy peculiar y complicado con el que
no es fácil empatizar aunque es muy interesante ver sus reflexiones y
pensamientos. Está pasando por una fase un poco paranoica, las preocupaciones
en su vida son una constante (los peligros que puedan acechar a sus hijos y la
edad avanzada de su madre que empieza a tener un comportamiento un poco extraño
entre otras cosas). Otro personaje que me gustaría destacar es Dolly, la madre
de Mary Rose que tiene un papel esencial en su vida y a quien veremos en el
infierno personal que padeció en el pasado y lo delicada que fue la relación
con su hija en ciertos momentos. Su rechazo a la homosexualidad las enfrentó de
manera cruel.
Uno de los temas que predominan en la novela es la
maternidad. Quizás no haya dos mujeres que la vivan de la misma manera ni sean
capaces de adaptarse igual a todo lo que supone. Anne-Marie McDonald le da la
vuelta y nos habla desde un punto de vista de una madre no biológica y este es
un dato importante en la novela en comparación con las vivencias de su propia
madre. Pero de igual manera Mary Rose lidia con lo mismo que las demás aunque
ella no haya sido susceptible de sufrir una depresión postparto como les ocurre
a algunas mujeres. El cansancio, el sacrificio, el aburrimiento, el no poder
desviar la atención ni un solo instante (porque es cuestión de segundos puede
ocurrir cualquier catástrofe) o incluso esos momentos de enfado y desesperación
que se pueden sufrir. Cada mujer lo canalizará de una manera diferente. Porque
una madre no solo es amor y entrega, también es capaz de ser cruel con sus
hijos, de decirles cosas que hieren, de traspasar una línea que nunca se debe
cruzar.
No es una lectura rápida ni fácil a pesar de que en
ciertos momentos la autora utiliza un sentido del humor bastante negro para
aliviar ciertos temas de mucha gravedad. Como he comentado antes a veces es
difícil saber por dónde quiere ir la autora, sobre todo al principio. Es un
libro para digerir poco a poco, su ritmo es lento porque más que trama hay
pensamientos y reflexiones aunque a mí no se me ha hecho pesado en ningún
momento. En los sucesivos días se repiten algunas acciones y aunque eso nos
pueda resultar algo tedioso también nos muestra la realidad de la rutina, la
que puede vivir cualquier mujer en la misma situación que Mary Rose. La trama
es lineal y se desarrolla en el espacio temporal de una semana aunque la protagonista rememora muchos
recuerdos de su vida que nos explican más cosas de algunos de los personajes.
Intercalados en la novela hay algunos fragmentos que sucedidos en el pasado serán
muy reveladores.
Conclusión
Creo que Un mal
secreto es una novela enriquecedora pero no es para todo el mundo. La recomiendo para aquel lector al que no le
importe prescindir de una trama intensa y le interesen más los personajes.
Puedes descargar Un mal secreto aquí:
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