viernes, 11 de septiembre de 2015

La dama del laberinto - Valentina Olivastri



Título: La dama del laberinto
Autora: Valentina Olivastri
Publicación: Bóveda, mayo de 2015
Páginas: 336

Después de ir a París para trabajar en una fundación de arte, Helena Fenton descubre que su mejor amiga le ha mentido. Detrás de esa mentira, aparentemente sin importancia, se esconde una intrincada red de secretos relacionada con un cuadro y un crimen brutal. Helena tratará de entender qué relación pueden tener esos hechos supuestamente independientes, para lo que tendrá que hacer frente a su pasado y a los engaños del marido, Dan Hunter, que ha fallecido en un banal accidente. Poco a poco va descubriendo que la muerte de Dan está relacionada con un homicidio que tuvo lugar en la década de los setenta en los alrededores de Burdeos. Los personajes nunca son lo que parecen: desde Bertrand Lamberg, director de la Fundación, hasta la amiga Ruri de Chevigné y Paul Lissitsky, abogado sin escrúpulos. Construida con una fina introspección psicológica, la historia entreteje los lados oscuros de los protagonistas y del mundo del arte entre reticencias y ambigüedades que acompañan al lector hacia un final inesperado y cruel.

Mis impresiones

La dama del laberinto es la segunda novela publicada por Valentina Olivastri. Se trata de una novela de intriga que gira en torno al mundo de las obras de arte mostrándonos los intereses económicos y personales que se mueven en torno a él. Inicialmente la novela contaba con ingredientes que me hacían pensar que sería una buena lectura. Sin embargo y sin saber muy bien por qué no he terminado de conectar con la historia.

“«No cierres los párpados, respira lentamente, no te muevas». Helena Fenton se lo repetía continuamente, pero no lo conseguía, se había quedado con la mirada fija, en la misma página, en el mismo punto: No tengo ni una sola palabra de conforto. Te  lo mereces. Te has matado. Sí, puedes besarme y llorar, arrancarme besos y lágrimas: te mancharán, te harán daño. Tú me amabas. ¿Con qué derecho me has abandonado? ¿Con qué derecho? Responde”

Helena Fenton es una profesora de la Universidad de Oxford que ha decidido dejar a un lado su trabajo para trasladarse a París, en donde ha aceptado investigar durante un año en la Fundación Duval , dedicada al arte. Gracias a la recomendación de su amiga Ruri ha conseguido este puesto y puede permitirse el descanso que necesita de su vida actual. Una vida que se paró hace ocho meses cuando su marido, un marchante de arte, murió de forma inesperada en un accidente de tráfico dejándola a ella desorientada y con un vacío difícil de llenar.

Pero lo que ella pensaba que iba a ser un año sabático en París en el que desconectar, respirar y darse alivio se convertirá en una pesadilla cuando se vea atrapada en una red de mentiras, secretos y oscuros intereses que le harán desconfiar de todos aquellos que la rodean y además se revelará una complicada trama relacionada con un cuadro que lleva años desaparecido sobre el que pesa un impactante crimen.

En líneas generales La dama del laberinto me ha parecido una novela entretenida sin más consideraciones. Se lee con facilidad, la narración es ágil y tiene intriga. No le veo ningún fallo aparente, no me parece una mala novela pero tampoco ha llegado a entusiasmarme su lectura. No se tampoco muy bien los motivos por los que la novela no me ha terminado de atrapar. Es posible que el momento en que he elegido leerla no fuera el adecuado.

La dama del laberinto nos introduce en los aspectos más oscuros que rodean el mundo arte mostrándonos que hay intereses ocultos y muy personales sobre determinadas obras, las triquiñuelas y argucias con que los implicados en este mundo consiguen localizar y hacerse con obras o el funcionamiento de las casas de subastas entre otros aspectos. Al final todo converge en las obras expoliadas por la Alemania nazi durante la Segunda Guerra Mundial. No penséis que es otra obra en el que conflicto tiene protagonismo ya que solo se centra en este aspecto concreto del mundo del arte y no profundiza demasiado. En los años dorados del régimen nazi fueron más de cien mil cuadros los que fueron confiscados, despojando de sus tesoros a hebreos y judíos entre otros. Después fueron muchos los intentos para que volvieran a manos de sus dueños pero muchas se perdieron, quedaron descatalogadas y en manos de a quien no les correspondían.

Los personajes me han resultado muy funcionales y al servicio de la historia. No están profundamente tratados pero cada uno ocupa su papel determinado siendo claramente identificados por el lector tal y como la historia requiere. Algunos de ellos desde el principio y otros nos darán más de una sorpresa. Helena es el personaje principal que conduce la historia. Es una mujer dedicada a su trabajo y su vida hasta que pierde a su marido, Dan Hunter. Huyendo de sí misma y del dolor que le ha causado esta pérdida decide alejarse de su rutina y con ello descubrirá que durante mucho tiempo vivió una gran mentira junto a Dan, quien murió en un viaje que Helena nunca supo que iba a realizar.  Alrededor de ella figuran una serie de secundarios que resultan imprescindibles para el desarrollo de la historia.

Ruri es una amiga de Helena a quien conoció en la universidad y aunque en aquel momento no estrecharon mucho la relación volvió a aparecer en su vida años más tarde. Ruri mantiene una relación con Paul Lissitsky, un abogado sin escrúpulos dispuesto a cualquier cosa para conseguir sus objetivos. También está Marc o Bertrand, el director de la Fundación Duval.

El título, La dama del laberinto, hace referencia a un cuadro del siglo XVII en el que se observa una mujer sobre un laberinto y es alrededor del cual gira toda la trama. Un cuadro que ha pasado por diferentes manos y viajado de un lugar a otro y sobre cuyo  lienzo se oculta un terrible crimen sucedido varias décadas atrás. Un enigmático cuadro que será codiciado por muchos.

La novela está narrada de forma directa y sencilla con mucha agilidad y un buen equilibrio entre narración y diálogos prescindiendo de pasajes superfluos que alarguen la historia sin razón. En la novela no solo hay referencias al mundo del arte porque la literatura también impregna sus páginas.

Conclusión

A pesar de que La dama del laberinto es una obra que lee con fluidez y se desarrolla con dinamismo, toca un tema interesante y tiene intriga no he conseguido conectar con ella. Aún así puede que a vosotros os atraiga lo suficiente como para darle una oportunidad.