Título: A ciegas
Autor: Josh Malerman
Publicación: Minotauro, enero de 2015
Páginas: 288
Cinco años después de que diera comienzo la pesadilla, los pocos supervivientes que quedan viven refugiados en el interior de casas y edificios, protegidos por puertas cerradas y ventanas con las cortinas echadas. Malorie, que ha conseguido sobrevivir en una casa abandonada junto a sus dos hijos, decide abandonar la seguridad de su refugio para emprender un viaje por el río hacia un lugar mejor. En esta peligrosa odisea a ciegas, Malorie sólo podrá confiar en su instinto y en el entrenado oído de los niños, que no tardarán en descubrir que algo los sigue. Pero, ¿qué es?
Inmersa en la oscuridad, rodeada de sonidos, familiares unos, estremecedores otros, Malorie se embarca en una tremenda odisea; un viaje que le llevará a un mundo sin visión y de vuelta a su pasado. En un mundo que ha enloquecido, ¿se puede confiar en alguien?
Mis impresiones
Creo que es difícil no haberse encontrado estas últimas semanas con A ciegas, una novela que ha irrumpido con fuerza en el panorama literario. Es la opera prima de Josh Malerman, el cantante del grupo musical de rock The High Strung, y una obra que ha cosechado en poco tiempo muy buenas opiniones. Tras su lectura he de decir que no me ha decepcionado en absoluto.
Cuando comienza la historia conocemos a Malorie, una mujer que vive desde tiempo encerrada a oscuras en una casa abandonada en Michigan junto a sus dos hijos, los cuales nunca han llegado a ver la luz. Las puertas y ventanas han sido selladas a conciencia para que no entre un resquicio de luz y cuando se ve obligada a salir al exterior tiene que llevar los ojos vendados. Su pesadilla comenzó cinco años atrás cuando una serie de extraños sucesos denotaron que algo estaba ocurriendo en el exterior, primero muy lejos de sus hogares luego a su alrededor. Las noticias anunciaban que había personas que enloquecían, atacaban a otros y terminaban suicidándose y la razón parecía ser que miraban algo espantoso que se cruzaba en su camino. La reacción no se hizo esperar y la gente se escondió y protegió en la más absoluta oscuridad. Fue la única forma que encontraron de sobrevivir.
Tras más de cuatro años soportando el aislamiento, la soledad y la oscuridad, la mujer ha decidido que es hora de abandonar su refugio. De esta forma emprende un peligroso y desconcertante viaje por el río junto a los niños con el espera llegar a un lugar mejor, más seguro y confortable. Durante la travesía no podrá ver lo que sucede a su alrededor por lo que tendrá que confiar en su instinto y la capacidad de discernir sonidos de los niños a los que ha entrando duramente desde el momento de su nacimiento. Pero ahí fuera no están solos…..
A ciegas en una novela que podemos encuadrar dentro del terror psicológico en la que nos vamos a encontrar una atmosfera aterradora, inquietante, asfixiante ya desde la primera pagina. Su autor crea y maneja a la perfección momentos en que la tensión se apodera del lector y un escalofrío recorre el cuerpo que se mezclan con escenas estremecedoras por su dureza. Pero el miedo real que genera en la novela es muy sutil de forma que lo que se intuye o se imagina está encaminado a sugestionar consiguiendo incluso un mayor impacto que si se tratase de descripciones explicitas de un horror.
Josh Malerman ha conseguido este efecto extirpando a los personajes del sentido de la vista e introduciendo al lector por completo en el mundo de las sensaciones que estos perciben. Cuando una persona no puede controlar lo que ve tendrá que hacer uso de sus otros sentidos para explorar lo que le rodea, para interpretar otro tipo de señales ya sean sonidos o simplemente instintos. Paradójicamente en la novela el peligro está en “lo que ven” pero el miedo más profundo nace de lo que los personajes no pueden ver, la incertidumbre de no saber qué tienen al lado y les roza el cuerpo.
La protagonista indiscutible de la novela es Malorie, una mujer que se enfrenta a su destino con decisión y valentía. De no ser así no hubiera podido sobrevivir ni proteger a los dos niños pequeños que la acompañan. Es un personaje al que las circunstancias le obligan a tomar decisiones duras y comportarse de forma contundente en otras ocasiones. Quizás sus actos nos puedan impresionar, a veces nos puede parecer una desalmada, pero es asombrosa la forma en que ha logrado sacar a sus dos hijos adelante, manteniéndose siempre alerta, en el mundo que está viviendo. La emotividad, la compasión quedan fuera del relato. El resto de los personajes se encuentra al servicio de la historia de forma que cada uno desempeña un papel concreto y con una función determinada.
La historia comienza in media res y avanzaremos en capítulos alternativos hacia delante y hacia atrás en el tiempo. Por un lado vamos conociendo la odisea de Malorie en el río sin saber a qué peligros se enfrenta y con el objetivo de llegar a un lugar a ciegas, sin ver el camino. Por otro iremos conociendo que ocurrió en el pasado para que los protagonistas llegaran a ese punto. Un pasado y un presente que convergen casi al final de la novela. Esta construcción me ha resultado muy acertada porque aporta dinamismo a la vez que suspense a pesar de que conocemos desde el primer momento ciertas cosas que han ocurrido.
A ciegas está narrado con un estilo directo, sencillo y muy fluido de forma que aunque su ritmo no llegue a ser trepidante es generoso. Una voz en tercer persona que utiliza frases cortas, con mucho suspense y gran cantidad de diálogos van marcando la pauta de la narración. No existen en ella apenas descripciones de escenarios y aún así no es difícil imaginar los escenarios.
La novela está más enfocada a la psicología de los personajes, es decir, a mostrarnos las sensaciones que les inundan, cómo se enfrentan a necesidad de sobrevivir a lo que está ocurriendo a su alrededor y cómo reaccionan ante ello que al hecho de explicar o investigar qué o quién es a lo que se enfrentan o como combatirlo. Desconfianza, miedo, paranoias, alucinaciones, locura son algunas de estas reacciones que van a vivir. Esto nos lleva a un final que en principio puede dejar la sensación de que no deja todos los cabos atados pero que analizando la novela es el más consecuente con el desarrollo de la misma.
Conclusión
A ciegas es una novela claustrofóbica, aterradora e impactante que atrapa por la intriga y la gran tensión que se vive entre sus páginas. Una novela que juega con el miedo a la oscuridad, a lo desconocido, a aquello que no podremos mirar y por tanto no sabemos que es.