Título: La rosa de medianoche
Autora: Lucinda Riley
Publicación: Plaza & Janés, enero de 2015
Páginas: 560
A través de los exóticos palacios de los grandes marajás de la India de 1911 y de las majestuosas mansiones inglesas de los años veinte, descubrimos la extraordinaria vida de Anahita Chavan.
Ochenta años más tarde, una joven y exitosa actriz estadounidense viaja a una apartada mansión inglesa para rodar una película. Durante el rodaje aparece el bisnieto de Anahita, que está investigando el pasado de su familia. Juntos intentarán descubrir los secretos que albergan las paredes de la mansión sobre la familia que ha vivido allí durante generaciones.
Mis impresiones
Tengo a Lucinda Riley en el punto de mira desde hace tiempo ya que sus novelas me llaman mucho la atención. De sobra es conocido mi entusiasmo por las sagas familiares y que me puedo cansar de cualquier género exceptuando este. Os adelanto que La rosa de medianoche me ha gustado muchísimo tanto por su estilo, sus personajes como por su historia sin olvidar su exótica ambientación. Es una de esas novelas que se disfrutan desde la primera línea y que paladeas con un buenísimo sabor de boca.
Todo comienza en 2010 en Jaipur, el día en que Anahita Chavan cumple los cien años. Consciente de que su final se acerca decide poner en manos de uno de sus bisnietos, Ari, una extensa carta donde cuenta la historia de su vida con la condición de que su contenido no debe ser desvelado hasta después de su muerte. La carta está dirigida al hijo que perdió hace casi ochenta años y aunque le aseguraron que murió ella está convencida de que sigue con vida. Con este gesto Anahita pretende incitar a su bisnieto para que investigue sobre lo que ocurrió por entonces.
Con el objetivo de averiguar algo un año después Ari viajará hasta Astbury Hall, una gran mansión situada en el campiña inglesa y el lugar donde su bisabuela vivió algunos de los acontecimientos más importantes de su vida. Hasta allí también ha viajado Rebecca Bradley, una de las actrices americanas más cotizadas el momento, para rodar una de sus últimas películas. Juntos intentarán completar el puzle que comienza con la carta de Anahita.
La rosa de medianoche está construida a través de dos líneas argumentales que se van alternando y que se desarrollan en dos épocas distintas y dos escenarios diferentes. Una construcción que a mí particularmente me apasiona a pesar de que ya se ha convertido en una característica básica de este género. Por un lado conoceremos una historia que se desarrolla en el año 2011 y está enfocada a resolver la otra pero que también cuenta con sus propios atractivos desarrollando subtramas que captan nuestro interés. Por otro lado nos sumergimos en la vida de Anahita Chavan en la primera mitad del siglo XIX en dos enclaves tan distintos y casi opuestos como son La India e Inglaterra. Una vida en que los demás son quienes tienen la potestad para decidir su destino.
Todos los personajes que aparecen en la novela están muy bien conseguidos independientemente de su grado de implicación en la historia de forma que el lector es capaz de otorgarles una personalidad concreta. Esta apreciación incluye hasta el plano masculino que en este tipo de novelas suele tener menor relevancia y se encuentra habitualmente dibujado en menor medida. Los personajes del pasado y los del presente no comparten los mismos escenarios pero muchos de ellos están unidos por relaciones familiares. Entre los que pertenecen a la época pasada destaco a la indiscutible protagonista, Anahita Chavan en quien podemos observar un carácter humilde, leal y una gran capacidad de adaptación al entorno por muy desagradable que este sea. Ella es la hija de una sanadora que comparte este mismo don para curar a los demás. Lo cierto es que no me ha costado nada conectar con ella, comprenderla e incluso quererla como le ocurre a la mayoría de los personajes.
Alrededor de ella encontramos figuras con cualidades muy distintas como su amiga Indira, la hija de una maharaní, una muchacha díscola y con un carácter fuerte, la soberbia Maud Astbury, que la desprecia por el color de su piel o Donald, una persona cuya vida es regida por las circunstancias que le rodean. Es Rebecca el personaje que destaca en la trama situada en la actualidad. Una actriz de moda en Hollywood a la que su prometedora carrera le pesa demasiado. También conoceremos a Ari, el bisnieto de Anahita, un joven que se preocupa mucho más por el dinero que por su propia familia o Anthony, el último de los Astbury que queda con vida.
Desde Jaipur en La India hasta diversos enclaves en Londres, La rosa de medianoche tiene una buenísima ambientación. Gracias a ella al lector no le cuesta imaginarse los escenarios donde transcurre la historia. Dos lugares completamente distintos que contrastan entre sí. Por un lado el ambiente frío, húmedo y algo triste de Inglaterra en una mansión situada en la campiña inglesa que es remanso de paz y privacidad y por otro la explosión de colores y olores en La india en uno de sus lujosos palacios lleno de vida y donde las mujeres conviven en una zenana donde el alboroto es constante.
Por otro lado estos escenarios marcan dos estilos de vida muy diferentes pero que al final guardan cosas en común. En la novela se nos habla de las obligaciones sociales y políticas, de los matrimonios concertados por interés, de personas al servicio de la sociedad. Pero también nos transmite el mensaje de que el dinero es necesario para vivir y aunque da la oportunidad y la libertad de tomar decisiones propias tampoco consigue la felicidad.
Con respecto a su estilo narrativo Lucinda Riley conforma un relato cercano, atractivo, envolvente que conquista y te introduce por completo en la historia desde la primera línea. En ella podemos encontrar dos narradores, una tercera persona para la época más actual y la propia voz de Anahita, en primera persona, para narrarnos su vida. Esto da lugar a que la conozcamos en profundidad y como vivió ella los acontecimientos transcurridos. La autora es capaz de mantener intacta la atención del lector en todo su recorrido puesto que no hay ni un solo capítulo donde el ritmo decaiga o cuente algo que no interesa al lector. Además en su desenlace nos encontraremos alguna sorpresa inesperada.
Conclusión
He disfrutado muchísimo con la lectura de La rosa de medianoche. Una saga familiar donde encontremos amor, odio, secretos familiares, golpes del destino y todo ello narrado con entusiasmo y algo de suspense.
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