Título: El valle del asombro
Autora: Amy Tan
Publicación: Planeta, febrero de 2014
Páginas: 688
La espera ha valido
la pena. Amy Tan, aclamada autora de El Club de la Buena Estrella,
regresa con una maravillosa novela de madres e hijas, logros y pérdidas, secretos y deseos. 1912, Shanghái. Violeta es la hija adolescente de Lulú, una estadounidense propietaria de la mejor casa de cortesanas de la ciudad. Siempre a caballo entre dos mundos, y viendo cómo Lulú evita hablar del pasado, Violeta no acaba de encontrar su lugar, y está convencida de que su madre no la quiere. Pero antes de que puedan arreglar sus diferencias ambas serán víctimas de un engaño que las separará, llevando a Lulú de vuelta a San Francisco y convirtiendo a Violeta en cortesana. Años después, y como si el destino fuera una condena a la que no pueden escapar, Violeta sufrirá también los reveses de la suerte, y se dará cuenta de que su única oportunidad de encontrar la felicidad pasa por enfrentarse al pasado, compartir sus secretos y profundizar en la compleja relación entre madres e hijas.
regresa con una maravillosa novela de madres e hijas, logros y pérdidas, secretos y deseos. 1912, Shanghái. Violeta es la hija adolescente de Lulú, una estadounidense propietaria de la mejor casa de cortesanas de la ciudad. Siempre a caballo entre dos mundos, y viendo cómo Lulú evita hablar del pasado, Violeta no acaba de encontrar su lugar, y está convencida de que su madre no la quiere. Pero antes de que puedan arreglar sus diferencias ambas serán víctimas de un engaño que las separará, llevando a Lulú de vuelta a San Francisco y convirtiendo a Violeta en cortesana. Años después, y como si el destino fuera una condena a la que no pueden escapar, Violeta sufrirá también los reveses de la suerte, y se dará cuenta de que su única oportunidad de encontrar la felicidad pasa por enfrentarse al pasado, compartir sus secretos y profundizar en la compleja relación entre madres e hijas.
Mi experiencia con
la novela
A pesar de que el mayor éxito obtenido por la
estadounidense de origen chino Amy Tan fue su primera novela titulada El club de la buena estrella (1989) no
sería con esta novela con la que la yo me iniciara en su lectura sino con La hija del curandero. Una novela que
leí con ansía, que disfruté ampliamente y que supondría el inicio de la lectura
del resto de su obra al completo. De hecho fue otro libro de esta autora (Los
cien sentidos secretos) el elegido para comenzar con la andadura de este
blog.
Han tenido que pasar siete años desde su última
publicación para reencontrarme con una nueva obra de Amy Tan, quien cuenta
tanto con el apoyo de la crítica profesional como el del gran público. Con El Valle del asombro a mi no me ha
decepcionado en absoluto. Creo que es una obra ambiciosa pero que cumple con
creces lo prometido.
“Era un paisaje: un valle visto desde lo
alto de un acantilado, de cara a la escena que se abría más abajo. Las montañas
que se erguían a ambos lados eran abruptas y sus sombras se proyectaban sobre
el suelo del valle. Los nubarrones eran del color de un moratón antiguo, pero
tenían los lomos rosados, y las nubes que retrocedían al fondo estaban nimbadas
de oro. En el extremo más alejado del valle, una abertura entre dos montañas
resplandecía como la entrada al paraíso. Parecía el amanecer. O quizá el crepúsculo.
Era imposible determinar si estaba a punto de llover o si el cielo se estaba
despejando, ni tampoco si la imagen representaba la alegría de llegar a ese
lugar o el alivio de marcharse. “
(Página 127)
Al comienzo de la historia nos encontramos en Shanghái a
principios del siglo XX. Violeta es la hija de Lulú Miturn, la única mujer
blanca en la ciudad que cuenta con el privilegio de regentar una casa de
cortesanas de primera categoría en Shanghái, donde ambas viven. Violeta está
creciendo entre el mundo oriental y el occidental, absorbiendo ambas cultura.
Pero a pesar de sentirse afortunada de ser una americana no acaba de encontrar
su lugar en el mundo ya que en el fondo siente que no cuenta con el cariño de
su madre.
Pero cuando años más tarde preparan un viaje de regreso a
San Francisco ambas mujeres son víctimas de un cruel engaño y mientras Lulú
viaja hacia el continente americano, Violeta será encerrada en una casa de
cortesanas donde no sólo tendrá que aprender el oficio sino a enfrentarse a sus
propios problemas y encontrar su verdadera identidad.
Los personajes alrededor de los cuales gira la historia son
figuras femeninas lo cual le permite a la autora recrear y profundizar en el
mundo femenino, explorando sus sentimientos y sus puntos de vista de los
acontecimientos que se van sucediendo como hace habitualmente aunque en este caso
centrado en un terreno muy concreto como es el de las cortesanas en China.
Violeta, la protagonista, me ha parecido un personaje muy
complejo, con multitudes de matices y que evoluciona enormemente a lo largo de
la historia. La conocemos siendo una niña caprichosa, fuerte y orgullosa de ser
hija de una americana blanca, lo cual además y de forma subjetiva la sitúa en
una posición superior y privilegiada dentro de la sociedad por encima de
cualquier mujer china. A medida que avanza la historia y ciertos hechos suceden
en la vida de Violeta, esta percibe que ella misma tiene una visión desfigurada
de su persona. Poco a poco se va dando cuenta de que no es blanca sino que sus
rasgos son mestizos y será el momento clave en el que empiece a buscar su
propia identidad.
Si analizamos la obra de Amy Tan al completo nos podemos
dar cuenta de que hay un tema principal que aparece frecuentemente en sus
novelas y que refleja un aspecto muy concreto de la vida de esta autora. Se
trata de las relaciones entre madres e hijas y como las primeras pueden influir
de forma determinante en lo que se convierten las segundas. Además entre estas
dos generaciones se produce un gran choque cultural de forma que cada una de
ellas concibe la vida de una manera distinta a la anterior hasta el punto de
que puede generar enfrentamientos entre ellas.
El valle del
asombro sigue con esta línea habitual en cuanto a temática se refiere. A través
de Violeta conocemos tanto la relación como algunos de los conflictos que pueden
surgir entre madre e hija. Primero evaluará su relación con su madre Lulú y posteriormente
será a través de la relación entre Violeta y su hija, de modo que le cambia
completamente la perspectiva al personaje principal. Muy interesante esta
contraposición que ofrece dos puntos de vista de un mismo concepto.
Pero no es este el único tema importante que aparece en
la novela porque la búsqueda de la identidad propia, la importancia de la
figura paterna, lo esencial de la lealtad y el perdón o el aceptar el pasado están
también muy presentes en ella. Además nos hace participes de la diferencias
raciales y las diferentes posiciones que ocupaban en la sociedad los blancos y
los chinos, tan marcada que generaban incluso rechazo.
Como resulta habitual
el estilo de Amy Tan es sencillo pero muy potente. Narra con destreza y
exactitud, creando bellas metáforas, dobles sentidos, marcando de forma muy sutil
las intenciones de sus personajes y unas jugosas descripciones que detallan en
su justa medida. Formalmente la novela se esctructura en quince grandes capítulos
de larga extensión y se encuentra narrada en primera persona por Violeta, la protagonista,
que a la vez que nos va contando la historia también nos hace partícipes de sus
sentimientos y estados de ánimo por lo que contamos con una versión muy intima
de la historia.
Como telón de fondo y
para enriquecer la novela conocemos un pedacito de la historia de China a
principios del siglo XX. La historia
comienza en 1905 y termina en 1929 momentos en los que el país sufre cambios político-sociales
de forma severa como la caída del régimen manchú (dinastía Ching) en 1912 y la desaparición
del emperador Puyi así como el inicio del
régimen republicano.
En este contexto somos
espectadores de cómo viven estos cambios sus protagonistas sobre todo desde el
punto de vista de las cortesanas que no eran más que un tipo de prostitutas de
lujo a las que había que cortejar y agasajar con regalos para conseguir sus
favores. Estas mujeres eran independientes y contaban con una buena educación
en diversas disciplinas. Este es un aspecto que he disfrutado mucho en la
historia, conocer la posición de estas mujeres en la sociedad, como se relacionaban
con los hombres.
Conclusión