miércoles, 10 de febrero de 2016

Los amores perdidos - Miguel de León



Título: Los amores perdidos
Autor: Miguel de León
Publicación: Plaza &Janés, enero de 2016
Páginas: 608

Los amores perdidos es la historia de los jóvenes Arturo Quíner y Alejandra Minéo, de su relación imposible y de lo que tuvieron que sacrificar por ella. Y de dos familias, los Quíner y los Bernal, enemigas eternas. Y es también la historia de un pueblo canario, El Terrero, de héroes anónimos y caciques ambiciosos, donde las pasiones son arrebatadas, los secretos se desvelan entre susurros y las venganzas se cobran con sangre.

Los amores perdidos es el poderío de Dolores Bernal, la matriarca despótica que controla el pueblo con mano de hierro; la bondad de Alfonso Santos, el honorable y firme médico que conoce el punto débil de todos sus vecinos; el valor de Rita Cortés, la chica rebelde y excesiva, que huye a la Península para encontrar algo muy diferente a lo que esperaba; o la tenacidad de Ismael Quíner, el noble enamorado que lo ofrecerá todo por la supervivencia de su estirpe.

Los amores perdidos es un épico y colosal tapiz tejido con estas y otras muchas historias, que afectarán a la pasión de Arturo y Alejandra a lo largo de los años y que les llevará del Terrero a Nueva York, del enamoramiento al desencanto, de la separación al reencuentro para finalmente enfrentarse a un destino incierto.

Mis impresiones

Lo mío con esta novela fue amor a primera vista. Pero en esta ocasión no fueron solo su portada o su sinopsis las que llamaron mi atención sino que al buscar información sobre el autor comprobé que teníamos algo en común. Ambos compartimos la pasión por Gabriel García Márquez, que es mi autor de cabecera y al que como Miguel de León he leído y releído infinidad de veces. Esta es su primera obra y con ella cumple el sueño de su vida, el de convertirse en escritor y lo hace por todo lo alto.

En este caso ofrecer una sinopsis que resuma la novela en unas pocas frases es complicado porque es una novela en donde ocurren muchísimas cosas y de la que es mejor no desvelar demasiado. En Los amores perdidos encontraremos pequeñas y grandes historias que suceden alrededor de los habitantes de El Terrero, un pequeño pueblo situado en las Islas Canarias, donde dos familias viven enemistadas para siempre siendo una de ellas tan poderosa que destruirá a la otra. El abuso de poder, la ambición, el odio, las pasiones, el amor, las injusticias y la venganza mueven a sus protagonistas.

“Todo lo que de verdad se hace por amor se hace en silencio”

Pero esta también es una historia de amor en la que esta frase, que aparece en la faja de la novela, determina todo su sentido. No es una historia donde el romanticismo tenga un gran protagonismo pero si una gran historia de amor en donde esta palabra cobra un gran significado. Porque el amor verdadero para mostrarse no necesita grandes aspavientos ni demostraciones públicas. Arturo Quíner y Alejandra Minéo, que se casan cuando ella no tiene más que quince años y él casi le dobla la edad, no tendrán que superar obstáculos para estar juntos pero si nos demostrarán que cuando uno ama de verdad es capaz de renunciar a todo, de sacrificarse con tal de lograr la felicidad y el bienestar de la persona amada. Y lo hace sin ruido. Sin la necesidad de ponerse medallas.
                                             
No os puedo decir otra cosa salvo que en Los amores perdidos he encontrado una novela increíble que me ha atrapado, que en diversos momentos sus personajes me han emocionado, que he sufrido las injusticias con ellos, que me he llevado tragos amargos y he podido celebrar sus momentos más felices. Esta es una gran saga familiar que lo tiene todo y que además con el paso de las páginas nos sorprende con giros inesperados en la historia.

En ella hay muchos personajes siendo prácticamente una novela coral aunque algunos destaquen sobre otros. Miguel de León ha dotado a cada uno de ellos de entidad propia y gran dosis de realismo y humanidad por lo que es inevitable que al lector le vayan produciendo diversos sentimientos. Hay personajes a los que odiar y otros a quienes es imposible no querer. Hay villanos, delincuentes, personas sin escrúpulos capaces de todo, personajes ambiciosos  y malvados que llegan a darse cuenta del mal que han hecho cuando lo sufren en sus propias carnes. Pero hay también hombres y mujeres justos y de moral intachable que no saben vivir si no es en la honradez, adultos a quien alguien le robó la infancia, personas que intentan enmendar sus errores u otras a quien el destino les destroza sus sueños.

La novela se desarrolla en un pequeño pueblo canario llamado El Terrero. El lugar perfecto para que unos pocos se crean dioses y manejen y determinen la vida de los demás. Extorsiones, amenazadas, delitos de sangre, sobornos  forman parte del día a día de gente poderosa que triunfa sobre aquellos que no tienen nada más que la honradez de su trabajo y su moral. La novela nos lleva por los años de posguerra (aunque el autor no específica los años en los que se sucede la historia aunque vemos el contexto) en los que la dictadura franquista otorgaba el poder y amparaba a unos pocos privilegiados que manejaban el mundo a su antojo. Todo les estaba permitido porque había quien se encargaba de que sus actos, por muy bárbaros que fueran, nunca vieran la luz. Y aunque de ellos siempre hubiera testigos el miedo y las presiones hacían enmudecer.

Con respecto a la estructura es una novela que está compuesta por tres partes muy diferentes entre sí. La primera parte transcurre con una increíble agilidad y dinamismo y en ella se siembran las bases de lo que sucederá en el resto de la novela. Miguel de León se centra en explicarnos cómo transcurre la vida en el pequeño pueblo donde viven sus personajes y los motivos que enfrentan a los Bernal y los Quíner cuyos desencuentros marcarán la vida de la siguiente generación de forma inexorable. En la segunda parte, que ocupa el grueso de la novela, conocemos a Arturo y Alejandra y seremos testigos de cómo se desarrolla su relación mientras otros personajes siguen realizando barbaridades. Aunque esta es más pausada logra captar de igual forma tu atención porque su autor no pierde el pulso narrativo ni un segundo. La tercera nos lleva a un final que nos dejará muchísimas emociones y un sabor dulce.

Y todo ello narrado con pulcritud, con cercanía y un estilo muy personal del que hace gala el autor. Su relato está plagado de detalles exquisitos, de emociones, con giros inesperados en su argumento y un algo especial que flota en el ambiente.

Conclusión

Los amores perdidos es una saga familiar en la que encontraremos un relato plagado de amor y pasión pero también de odio, maldad y venganza. Es una novela con personajes inolvidables y una historia que perdura en la memoria.