Título: Matar a un ruiseñor
Autora: Harper Lee
Publicación: Ediciones B, julio de 2015
Páginas: 416
Un clásico de la literatura del siglo XX,
ahora en un formato de bolsillo de verdadero lujo.
Harper Lee está de
plena actualidad por el redescubrimiento de la novela original, rechazada por
sus editores en su momento y una de cuyas tramas secundarias es la que dio
origen a la novela Matar a un ruiseñor
y a la película homónima ganadora de varios Oscar.
Jean Louise Finch
evoca una época de su infancia en Alabama, cuando su padre, Atticus, decidió
defender ante los tribunales a un hombre negro acusado de violar a una mujer
blanca. Novela de iniciación, Matar a un ruiseñor muestra una comunidad, la del
sur de Estados Unidos durante la década de 1930, dominada por los prejuicios
raciales, la desconfianza hacia lo diferente, la rigidez de los vínculos
familiares y vecinales, así como por un sistema judicial sin apenas garantías
para la población de color.
Mis impresiones
Durante más de cincuenta años desde que en 1960 se
publicara Matar a un ruiseñor ha sido
la única novela conocida en la trayectoria de Harper Lee hasta que tan solo
hace unas semanas viera la luz Ve y pon
un centinela, una segunda novela que sale a la venta rodeada de
controversia y que según parece sus editores rechazaron en su momento. Sea como
fuere la opera prima de la autora ha
sido todo un éxito de ventas durante estos años con la que obtuvo incluso el
Premio Pulitzer. Llevada al cine se ha convertido en una historia conocida por
todos y por la que no pasa el tiempo. En mi caso a pesar de que vi la película
hace muchos años, el libro siempre ha estado entre esos clásicos que uno sabe
que tarde o temprano tiene que leer. Y el resultado no ha podido ser mejor
porque me ha parecido una novela de diez.
Jean Louise Finch,
a quien todo el mundo llama Scout, es un niña de seis años que vive en un
pequeño pueblo llamado Maycomb en Alabama junto a Jem, su hermano mayor de diez
años, y su padre Atticus, un abogado viudo de carácter noble y afable a quien
se dirigen por su nombre. Los jóvenes se divierten contando historias e
imaginando que ocurre en la misteriosa y terrorífica mansión Radley que se
encuentra en la misma calle y en la que vive Boo, alguien a quien nunca han
llegado a ver pero de quien se habla mucho en la zona.
Mientras, Atticus acepta defender ante los tribunales a
un hombre negro que ha sido acusado de violar a una joven blanca. Dicha
situación le pone contra las cuerdas y le enfrenta a todos los habitantes del
pueblo. Nadie entiende como el abogado puede confiar en la palabra de un negro
que contradice lo que una familia blanca cuenta. Ante esto, las cosas se
pondrán difíciles para los Finch.
Leer Matar a un
ruiseñor ha sido para mí una experiencia fantástica. La novela ha superado
con creces mis expectativas y me ha resultado una obra meritoria. La historia,
sus personajes, la temática y el tono con el que está narrada me han hecho disfrutar
muchísimo y convencido por completo siendo además una historia que se lee con
auténtico placer.
Son tres personajes los que voy a destacar en esta
historia. Scout es la narradora de la misma y es bajo su punto de vista la
forma en que conoceremos a los demás. Al comienzo de la historia tiene seis
años y es una niña inteligente, despierta, curiosa y valiente que cuestiona
todo lo que sucede a su alrededor. Una niña a quien no le van los vestidos ni
los juegos de su condición sino trastear y vivir aventuras. Durante la novela,
que abarca unos tres años en el tiempo, iremos viendo como la niña pierde la
inocencia y descubre el mundo de los adultos, en el que las cosas no resultan
sencillas. Atticus es un modelo de comportamiento intachable. Un hombre de
valores morales férreos y un gran sentido de la justicia que intenta transmitirles
a sus hijos todos sus conocimientos y su forma de ver el mundo. Me ha resultado
muy especial este personaje por toda la bondad que transmite, la forma de hacer
bien las cosas, como es fiel a sí mismo aunque ello le cree más de un problema.
Jem quizás es el personaje que más lejano se siente en la novela. Es algo mayor
que Scout y se nota que quiere dar el paso hacia la adolescencia aunque aún le
falta un poco para comprender el mundo de los mayores.
La novela se desarrolla en una pequeña comunidad del
estado de Alabama, al sur de Estados Unidos, llamada Maycomb. Nos encontramos a
principios de los años treinta y la sociedad vive dominada por los prejuicios
raciales de forma que los negros, considerados como el escalafón más bajo de la
sociedad, crean desconfianza y el recelo del resto de sus habitantes. Su
palabra tiene poca credibilidad y la palabra justicia no tiene ningún valor
para ellos. Pero no es lo único que
importa en la comunidad y que determina el papel que se desempeña uno porque el
dinero y la forma de vida son primordiales. El país se encuentra de pleno
sumergido en la gran depresión y muchos no tienen donde caerse muertos. Los
prejuicios, las desigualdades, las alianzas entre vecinos marcan el día a día.
Matar a un ruiseñor
está muy bien escrita pero además Harper Lee emplea el tono justo. A pesar de
los temas tan graves que se tocan la novela está narrada con cierto sentido del
humor e ironía y desde el punto de vista de una niña que está descubriendo el
mundo pero contándonos en retrospectiva la historia desde su voz adulta por lo
que el lenguaje es mucho más maduro y cuidado. Una voz con la que no cuesta
nada conectar y que te introduce de lleno en la historia desde la primera
palabra. Esto le da a la autora mucho juego a la hora de contraponer opiniones
o puntos de vista, marcando por ejemplo las diferencias del mismo hecho visto
desde los ojos de un adulto a y desde la consideración de un niño, la inocencia
frente a la experiencia. A la vez le sirve para exponer muchas ideas
interesantes sobre la temática que toca la novela y exponer ciertos principios.
Aunque la novela se divide solo en capítulos yo
destacaría dos partes en ella. La primera para ambientar, contextualizar y
narrar la vida de los personajes. En la segunda parte cobra más protagonismo el
juicio de Tom Robinson que como ya he dicho es acusado de violación. Un juicio
que se desarrolla según lo esperado por los personajes pero no para el lector.
Dicen que la novela tiene cierto tono autobiográfico, que
mucho de lo aquí relatado lo vivió la propia Harper Lee. Su título hace
referencia a la perdida de la inocencia simbolizando este concepto con el
ruiseñor. En un pasaje de la novela Atticus dice que es un pecado matar a un
ser que no hace daño a nadie y que alegra el día con sus canciones.
Conclusión
A estas alturas ya habéis podido ver que he disfrutado
leyendo Matar a un ruiseñor y que por
supuesto os la recomiendo. Es un libro que entretiene y gusta y que mezcla con
mucho ingenio profundidad y sentido del humor.