Título: Una verdad delicada
Autor: John Le Carré
Publicación: Plaza & Janés, octubre de 2013
Páginas: 358
En 2008 tuvo lugar una operación secreta antiterrorista en Gibraltar. La
versión oficial fue que todo salió bien: años después se descubre que no fue
exactamente así.
En Gibraltar, la más preciada
colonia del Reino Unido, se organiza una operación contraterrorista cuyo nombre
en clave es Fauna. Su
finalidad: capturar y secuestrar a un valiosísimo traficante de armas
yihadista. Sus autores: un ambicioso ministro del Foreign Office, junto con un
contratista de defensa privado que, además, es íntimo amigo suyo. Tan delicada
es la operación que ni siquiera el asistente personal del ministro, Toby Bell,
tiene acceso a ella.
Sospechando que existe una conspiración desastrosa, Toby intenta impedirla, pero se le asigna inmediatamente un destino en el extranjero. Al cabo de tres años, emplazado por sir Christopher Probyn, diplomático británico jubilado, en la decrépita casona de este en Cornualles, y vigilado de cerca por Emily, la hija de Probyn, Toby debe elegir entre la conciencia y su deber para con su servicio.
Si lo único necesario para el triunfo del mal es que los hombres buenos no hagan nada, ¿cómo puede quedarse en silencio?
Sospechando que existe una conspiración desastrosa, Toby intenta impedirla, pero se le asigna inmediatamente un destino en el extranjero. Al cabo de tres años, emplazado por sir Christopher Probyn, diplomático británico jubilado, en la decrépita casona de este en Cornualles, y vigilado de cerca por Emily, la hija de Probyn, Toby debe elegir entre la conciencia y su deber para con su servicio.
Si lo único necesario para el triunfo del mal es que los hombres buenos no hagan nada, ¿cómo puede quedarse en silencio?
Mi
experiencia con la novela
John Le Carré siempre ha sido uno de esos
autores que me ha producido mucho interés y me ha apetecido conocer. A pesar de
larga trayectoria como escritor y haber publicado un buen número de novelas
nunca supe por cual empezar y ninguna de ellas llegó a mis manos de forma
casual. Cuando vi publicada Una verdad delicada
me pareció una buena opción acercarme a su última obra y conocer la parte más contemporánea
del autor.
Este primer acercamiento me ha resultado muy
positivo, he encontrado más de lo que en principio esperaba de ella. Me ha
resultado un título interesante con muchos aspectos destacables y sobre todo,
con una construcción sólida.
Los comienzos de la historia nos sitúan en
Gibraltar, el lugar donde se ha organizado una operación antiterrorista, que
responde al nombre de Operación Fauna, en la que colaboraran distintos
servicios de inteligencia británicos junto a los americanos y que tiene como objetivo capturar y
secuestrar a un traficante de armas yihadista. Fergus Quinn, el Subsecretario
de Asuntos Exteriores de Su Majestad será el encargado personalmente de dirigir
la operación junto a ciertos colaboradores que él mismo ha seleccionado, entre
ellos un íntimo amigo suyo. La operación es llevada a cabo bajo el máximo
secreto y sus resultados guardados confidencialmente de forma que ni siquiera
Toby Bell, asistente personal de Quinn en esos momentos, tiene acceso a la
información. Pero Toby Bell no sólo es consciente de que algo está ocurriendo
sino que sospecha que algo muy grave se esconde alrededor de esta operación.
Peñon de Gibraltar |
Tres años después, Toby Bell recibe un carta
de sir Christopher Probyn, diplomático británico jubilado, en la que le emplaza
para mantener una reunión privada. El fruto del encuentro será el comienzo de una investigación que revelará
lo que realmente ocurrió la noche en que se llevó a cabo la operación Fauna.
Este es en líneas generales el argumento de Una verdad delicada y aunque en
principio pudiese parecer incluso simple Le Carré le aborda de una forma muy característica, con un
desarrollo que me ha resultado muy atractivo al jugar con diversos elementos
como el tiempo, los personajes y situaciones. En la misma encontraremos
conspiraciones, grabaciones ilícitas, muertes sospechosas, identidades falsas,
secretos y reuniones confidenciales que darán lugar a una trama muy oscura.
Detrás se esconde una clara crítica al
panorama político actual y los dirigentes que controlan el gobierno. El
objetivo de Le Carré es poner en tela de juicio las actuaciones de los
gobernantes, la impunidad con la que cometen todo tipo de actuaciones y la
facilidad con que sus errores desaparecen y no llegan a ver la luz. Así como
sus intereses personales en detrimento de la sociedad, el apoyo a ciertos
conflictos que muy lejos de ser impedidos como debería resultan alentados y el
tráfico de información confidencial, todo ello atendiendo a intereses
económicos.
En cuanto a sus personajes, sus
personalidades están muy marcadas e incluso enfatizadas de forma que queda muy
patente su caracterización y objetivo en la novela. Cabe destacar dos figuras principales
que resultan muy bien definidas y sus personalidades se dibujan de forma más
profunda que el resto. El primero de ellos es Toby Bell, un joven funcionario
del Ministerio de Exteriores cuya ambición le lleva a estar siempre alerta a
cualquier movimiento que le rodee, a obtener la máxima información y
atesorarla. Pero también es un hombre con unos férreos principios morales que
no aprueba las malas prácticas políticas. El otro es un funcionario de rango
medio a punto de jubilarse que sin experiencia previa en cuestiones de esta
índole (quizás el condicionante preciso para ello) es captado para colaborar en
la Operación Fauna. Finalmente la operación termina y él ha visto muy poco pero
queda satisfecho cuando le informan que todo ha salido bien y su trabajo es
recompensado.
En torno a estos existen otros personajes
cuya actuación tiene un claro objetivo en la historia sin resultar el eje de la
misma. Destacar a Fergus Quinn, un político ambicioso y corrupto que trata con
empresas privadas, Giles Oakley o Jeb, para quien la Operación Fauna supuso un
punto de inflexión en su vida.
Al final en Una verdad delicada sus personajes se enfrentan al dilema de elegir
entre los dictados de su conciencia. Callar o hablar, dejar que las cosas sigan
escondidas o permitir que vean la luz y en todo caso, a quien hay que mostrarse
fiel. ¿A la conciencia? ¿A sus superiores?¿O debe ser a la nación?
La prosa de Le Carré tiene una gran
personalidad. Alejada de toda simplicidad se caracteriza por ser refinada, con
una sintaxis compleja y la total ausencia de elementos superficiales de forma
que narra sin ambages ni rodeos. Las descripciones son precisas y acertadas. Uno
de sus puntos fuertes son los diálogos, que van marcando el carácter y el ritmo
de la novela y a través de los cuales se harán las revelaciones necesarias al
lector. La voz narrativa es una tercera persona omnisciente que se mueve entre
los distintos personajes y realiza continuos cambios de registro de forma que
se nota que conoce de antemano todo lo ocurrido. El ritmo de la novela va in crescendo de forma que si en un
principio su autor nos va situando y contando precedentes y asentando en mitad
de la novela al llegar a un final en que el que se va descubriendo todo lo
ocurrido aumenta el ritmo y resulta complicado dejar de leer.
El libro se estructura en siete capítulos de
extensión considerable y divisiones internas que el autor aprovecha para
cambiar tanto de escenario como de personaje. Estos continuos saltos hacen que
sea necesario estar muy atento al hilo conductor de la novela para no perderse.
Al principio va arrojando escenas que parecen inconexas pero que poco a poco va
hilando y el lector por fin, a atar cabos.
También me gustaría resaltar la ambientación
de la novela. Aunque las descripciones de Le Carré en cuanto a escenarios son
escuetas y precisas consigue su objetivo y transmite al lector una clara
tensión entre sus personajes y una atmosfera plagada de secretos,
conspiraciones y cierto peligro que me ha resultado muy real.
Conclusión
Una verdad delicada
es una novela bien construida, con un estilo muy particular y una atmosfera muy
lograda que conlleva una clara crítica contra los sistemas de gobierno
actuales. Una novela con la que por fin me he acercado a este autor y que me ha
dejado un buen sabor de boca.