Mi experiencia con la novela
Cuando María se queda embaraza, después de sufrir un lamentable
aborto, siente que sus problemas se van diluyendo. Su matrimonio marcha viento
en popa y espera en un futuro próximo convertirse en socia del buffet de
abogados en el que trabaja.
Pero esta sensación se diluye inmediatamente cuando recibe la
noticia de la inesperada muerte de su madre. Todo ocurrió cuando Elena, la
madre de María, viajaba en solitario en un avión desde Madrid con destino a
Nueva York. Ni su marido ni sus dos hijos sabían que había emprendido el viaje
ni que le había llevado a ello.
Para todos la noticia resulta impactante además de desconcertante.
Ninguno de ellos presagiaba el abandono. A María esta huída le produce una
extraña sensación y no termina de encontrar explicaciones a esta posibilidad.
Pero cuando descubre una nota en uno de los bolsillos de su abrigo se queda aún
mas trastornada. Se trata de un mensaje fechado unos años atrás que dice:
“Nunca he podido olvidarte. Nueva York es muy grande y sigo solo.
Siempre te esperaré. Ricardo”.
Todo indica que Elena tenía un amante y volaba a la gran ciudad
para encontrarse con él. Cuando María lee esta nota se da cuenta de lo poco que
conocía a su madre y comienza a realizar una búsqueda que le permita dar
respuesta a todas las preguntas que con su muerte han aparecido en su cabeza y
sobre todo conocer la identidad real de Elena.
¿Quién era realmente su madre? ¿Quién es dichoso Ricardo? ¿Iba su
madre a encontrarse con él? ¿De verdad los abandonaba?
Con todos estos interrogantes presentes en su mente y un ser que
crece en su interior y que teme perder María emprende una verdadera lucha por
encontrar la verdad. Y sobre todo llega a comprender que sus padres también
fueros niños y que tuvieron una vida de la que ella no sabe nada.
A la vez que descubre los secretos que celosamente guardaba Elena se
da cuenta de que su padre tampoco es quien ella quien pensaba y saldrán a la
luz los motivos por los que su madre se había distancia de muchos de los miembros
de su familia.
No quiero contaros nada más porque sino destriparía completamente
la novela. Terminé la lectura hace varios días y he necesitado un poco de
tiempo para digerir mis impresiones y aclarar mis ideas con respecto a ella. La
historia me pareció muy atractiva desde un principio. Me gustan mucho las
novelas que versan sobre secretos familiares y que están protagonizadas por
mujeres. Y aunque esta me ha gustado en cierto modo no me parece una novela
redonda por varios motivos.
“Bajo los tilos” es una
historia breve que se lee de una sentada. Mientras leía esta novela me daba la
sensación de ser un relato muy amable y se nota que está escrita con mucho
cariño. Pero la sensación principal que me ha transmitido es que todos los
asuntos que en ella se tocan quedan a un nivel demasiado superficial. La historia ha conseguido captar mi interés
pero no emocionarme de alguna manera.
María José Moreno toca diferentes palos y diferentes temas sin
realmente involucrarse ni profundizar en ninguno y eso que hay algunos bastante
atractivos. Creo que se le podría haber
sacado mucho mas partido a un argumento que aunque no destaque por su
originalidad (puede recordar a cualquiera otra novela de corte saga familiar)
con un buen desarrollado hubiese resultado una novela muy interesante.
Durante la misma seguimos a María en su búsqueda por encontrar la
verdad y para ello intenta hablar con los familiares de su madre y obtener
todos los datos posibles ya que su padre se ha cerrado en banda y no suelta ni
una palabra.
Mientras leía esperaba alguna referencia interesante que aumentara
la tensión narrativa pero no se ha llegado a producir. La historia es demasiado
simple y lineal. Los frutos de la investigación de María se producen de manera
muy fácil y ordenada en el tiempo. No hay cabos sueltos desde un principio ni
información incoherente que usar y recapitular al final para darle sentido. Todos
sus familiares están dispuestos a hablar de una historia bastante bochornosa
que incluso les deja a ellos en mal lugar. No es lógico que los secretos salgan
a la luz tan fácilmente cuando se han intentado ocultar con tanta rigurosidad
durante años. A la vez María se hace con objetos que le ayudan a clarificar el
pasado de su madre con una facilidad asombrosa.
Además su escaso contenido hacen de esta una novela demasiado
fugaz. Todo sucede de forma exageradamente fácil y directa. Es parca en
matices, descripciones, ambientación. Hubiese agradecido algún flashback al
pasado o algún giro interesante en la trama al igual que nos contase con más
detalle algunas escenas que me han parecido muy interesantes y me han dejado
con la miel en los labios.
Con los personajes sucede lo mismo, me han parecido demasiados
planos. Cuesta imaginarse a María o su marido. A cada uno se les atribuye una
sola característica principal y es la que define el personaje. Les han faltado
matices, señas inequívocas de su personalidad y más datos sobre ellos.
La autora a través de capítulos cortos y con un narrador en
primera persona va desgranando en cada uno de ellos una pequeña parte del
misterio. Con un estilo muy sencillo y poco recargado la prosa es muy fácil y cómoda
de leer. Además la presencia de diálogos en bastante amplia y eso agiliza mucho
la lectura. Pero en el argumento no hay ninguna sorpresa porque todo lo que
ocurre es bastante previsible desde el primer momento y al llegar al final
cuando se descubre toda la historia solo confirma lo que el lector ya había
adivinado sin esforzarse mucho y que se deja caer desde las primeras
páginas. No es que me parezca que un
libro deba tener un final totalmente impredecible con el que sorprender al lector
pero tampoco creo que se deban enseñar todas las cartas desde el principio.
Un tema muy interesante que nos plantea el libro, es si conocemos
realmente a nuestros padres. Crecemos con la idea de que nuestros padres son
solo eso y no nos damos cuenta de que tuvieron y tienen una vida. No nos
paramos a pensar que son seres humanos que sufren, aman, que sueñan y en todo
aquello que habrán dejado atrás antes de convertirse en la figura que nosotros
conocemos. Los idealizamos y convertimos en seres omnipotentes, asexuados y sin
sentimientos. Pero llega un momento en nuestra vida que comenzamos a
cuestionarnos muchas cosas, que esa figura se va diluyendo y poco después es
cuando nosotros nos convertimos en padres.
Conclusión
“Bajo los tilos” me parece una historia sencilla, de lectura
agradable y sin grandes pretensiones que lee del tirón. Pero es esta brevedad
la que en mi opinión, siempre subjetiva, le resta atractivos y la convierte en
una historia de la que se podría haber sacado más partido. Me quedo con la
sensación de que le falta madurez y desarrollo a la historia.