Título: El cumpleaños secreto
Autor: Kate Morton
Publicación: Suma de letras, 2013
Páginas: 547
Cuando está a
punto de volver con la familia, observa como un hombre sombrío y
misterioso se acerca a su madre con actitud sospechosa y ella asustada termina
por apuñalarle. Un crimen del que nadie volverá a hablar en la familia.
En 2011 Laurel, cumpliendo su sueño, se ha convertido
en una famosa actriz y el segundo rostro favorito de la nación. Su madre está
ingresada en un hospital y vuelve a la granja donde se crió para acompañarla en
sus últimos días. La vuelta a casa le depara muchos recuerdos y una vieja foto
entre las páginas de un libro desata una búsqueda que tiene como objetivo
responder a ciertos interrogantes que le han acompañado durante toda su vida.
Sus indagaciones le llevarán hasta los años 40 para
descubrir las vivencias de tres personas, Dorothy, Vivien y Jimmy cuyas vidas
estuvieron muy unidas.
Mi experiencia con la novela
Una de las publicaciones más esperadas de este año ha
sido la nueva novela de la australiana Kate Morton. Como ya hizo en sus novelas
anteriores (La
casa de Riverton, El
jardín olvidado y Las
horas distantes) vuelve a construir una obra que gira en torno a las mismas
premisas. Una historia desarrollada a través de saltos en el tiempo, con muchos
secretos familiares por descubrir y alta dosis de intriga que nos acompaña
durante toda la novela.
Con la lectura de cada una de sus novelas he ido
observando que la autora mejora en cada libro de forma considerable y en El cumpleaños secreto se observa
claramente que Kate Morton no sólo ha depurado su prosa y su técnica sino que
resulta asombrosa su capacidad de hilar acontecimientos salpicados en el tiempo
para construir una historia coherente y con un claro objetivo.
Aunque es cierto que en cuanto a formato, la novela no
presenta ninguna novedad este hecho no me ha impedido disfrutar ampliamente de
la historia, incluso más que en las anteriores, y al final me ha dejado una
sensación muy placentera. Me parece una novela de calidad, bien construida e
imposible de abandonar.
Como viene siendo habitual en ella, Kate Morton, se
sirve dos tiempos narrativos, presente y pasado, uno que utiliza para contar y
otro que presenta como hilo conductor para hilvanar. Este último apenas presenta
argumento propio porque depende completamente del otra. En el presente (año
2011) acompañamos a Laurel, una conocida actriz inglesa que se ha ganado un
nombre gracias a su trabajo. Su madre, Dorothy, está ingresada en una clínica y
puede que le queden tan solo unos cuantos días de vida. Con el objetivo de
acompañarla en su última etapa se desplaza hasta la granja Greenacres en la
Inglaterra rural, el lugar donde se crió junto a sus cuatro hermanos.
Será una vieja fotografía donde aparece su madre junto
a otra mujer la que despierte su interés y que le haga rememorar recuerdos del
pasado. Concretamente un episodio donde presenció cómo su madre asesinaba a un
hombre. Un hecho que nadie volvió a nombrar en la familia pero que a ella no se
le ha ido de la cabeza.
Para desentrañar estos acontecimientos tendremos que
remontarnos al año 1941, en plena segunda guerra mundial, donde vive la joven
Dolly, una muchacha soñadora y ambiciosa que persiguiendo su sueño se ha
instalado en Londres. Mientras encuentra su camino asiste a una anciana rica y
se ve a escondidas con su novio Jimmy, con quien planea casarse en un futuro. También
ha conocido a Vivien, una mujer por la que siente una profunda admiración y
representa lo que a ella le gustaría ser. Su marido es un conocido escritor.
Respecto a los personajes, la autora nos vuelve a
sorprender con figuras complejas, claramente definidas y muy ricas en matices. A
lo largo de sus novelas se profundiza considerablemente en ellos tanto en sus
caracteres como en emociones, lo que procura una cercanía e incluso cierto
apego del lector con respecto a los personajes. En esta ocasión también son las
mujeres las que soportan todo el dramatismo y peso de la historia. El plano
masculino sigue estando presente aunque no alcanza el nivel que sus compañeras
femeninas.
Me gustaría destacar los personajes de Laurel, Dorothy
y Vivien (los tres pilares fundamentales de la novela) como ya he dicho, construidos
de forma impecable, con carices, con complejidad, que son capaces de
evolucionar y transmitirle todos esos cambios al lector.
Indudablemente el estilo narrativo de Kate Morton es
uno de los grandes atractivos de la novela. Su prosa (en tercera persona) es elegante
y cuenta con cierto lirismo. Además tiene la capacidad de atrapar al lector
desde sus primeras páginas, envolverle con precisas descripciones elaboradas en
su justa medida, contextualizando, ayudando a visualizar pero sin llegar a
hacerse pastosas ni tediosas. Quizás en esta novela abandona un poco el aire
tétrico y sombrío con el que cuentan sus predecesoras, alejándose de caserones
de oscuros pasillos, y esto no impide en ningún caso que nos transmita la misma
tensión y el ambiente misterioso que en sus predecesoras. Sin embargo también
he visto en esta novela mayor dosis de sentimientos y emociones, no sólo a través
de la historia de Dolly y Jimmy que resulta entrañable sino también en las
relaciones entre los distintos personajes.
La novela se estructura en cuatro partes y estas a su
vez en capítulos cortos que imprimen cierto dinamismo a la novela. Además
cuenta con un buen equilibrio entre narración y dialogo. Cada capítulo actúa
como la pieza de un puzle en donde cada pieza insertada da lugar a una imagen
completa.
Una de las formas que tiene de ambientar la novela y
crear cierta inestabilidad es situándola dentro del contexto de la segunda
guerra mundial en Londres, que toca de forma bastante tangente. Es decir, los
personajes viven las circunstancias que genera el conflicto bélico. Sus vidas
se ven afectadas por la escasez de alimentos, por la constante amenaza de los
bombardeos y la precariedad de la situación pero no vamos a conocer detalles de
la contienda ni mucho menos.
Si Kate Morton se maneja con maestría hilando
acontecimientos que suceden en distintas épocas, enlazarlo todo sin dejar
flecos sueltos ni incoherencias en la historia, otra de sus grandes habilidades
es la de construir finales apasionantes que dejan al lector pegado a sus
páginas, una tensión que va in crescendo y
que aunque nos deja perplejos y con el corazón en vilo hasta la última página
podemos contar con que su resolución nos deje satisfechos.
Por último me gustaría señalar que aunque me encantan
las novelas ambientadas en dos tiempos, con secretos familiares por revelar y
protagonizadas por mujeres también me gustaría descubrir a esta autora en otro
registro y ver como se desenvuelve. Todos sus libros cuentan con idéntica
estructura y el lector sabe lo que esperar en cada tramo de la novela. Se hace
evidente desde su comienzo que hasta el final no lograremos encajar todas sus
piezas. Es inevitable que llegue cierto momento en que la autora se encuentre
encasillada en el género y aunque cuente con lectores adeptos y fieles muchos
otros se terminarán cansando de encontrarse una y otra vez lo mismo.
Conclusión
El cumpleaños secreto me parece una novela más que recomendable. Una
historia con grandes dosis de suspense e intriga pero que a la vez es capaz de
captar nuestra atención a través de los pequeños detalles.
Su argumento, la construcción de personajes y la
técnica narrativa hacen de ella una novela con calidad literaria.